FEP Uniautónoma: un oasis para trabajadores y profesores de esta universidad

 

Por John Acosta

El Fondo de empleados y profesores de la Universidad Autónoma del Caribe (Fep Uniautónoma) fue otra víctima de la administración, tristemente célebre, de Ramsés Jonás Vargas Lamadrid, ex rector de esta prestigiosa institución de educación superior; por esa época,a los trabajadores del alma máter nos descontaban los aportes y, quienes teníamos préstamos con el fondo, también nos deducían las cuotas mensuales, pero la administración de Ramsés no le transfería al Fep esos descuentos que nos hacía. Fue un período tan traumático, que los empleados, agobiados por la cada vez más repetitiva demora en el pago de nuestros salarios, también carecíamos del lugar habitual a dónde acudir para un anticipo de sueldo o de primas o de un préstamo rápido, pues nuestro Fondo estaba siendo estrangulado; afortunadamente, aunque la acción criminal sigue en la impunidad, ya están regresando los buenos tiempos.

Los rectores que llegaron después de Ramsés Vargas, se han puesto en la noble tarea de recuperar financieramente a la Universidad Autónoma del Caribe y, con eso, a nuestro FEP Uniautónoma; obviamente, la prestigiosa institución educativa, saqueada como quedó, no tenía recursos para transferirle al Fondo lo que la administración de Ramsés Vargas había dejado de pagarle; no obstante, buscaron una forma que resultó exitosa para ambos: universidad y fondo. El FEP le prestaba el valor de la matrícula a un determinado número de estudiantes y estos, con sus cuotas mensuales, iban alimentando las menguadas arcas del Fondo.

Hoy por hoy, el FEP volvió a hacer el oasis en donde los empleados de nuestra universidad llegamos a resarcir el alma, sombreando en su morada, mientras nos tomamos un apetecido vaso de agua. La mayoría de nosotros, aún pagamos las tristes consecuencias del difícil momento vivido durante la administración del mal recordado rector Ramsés Vargas: los embargos de las cuentas dejadas de pagar en esos jodidos meses, siguen siendo el pan nuestro, ya no de todos los días, pero sí todavía con la frecuencia que muchos ignoran.

Y el Fondo de Empleados y profesores de la Universidad Autónoma del Caribe está ahí, de nuevo, para socorrernos en esas urgencias indeseables. A mí, por ejemplo, me salvó el carro de las garras del banco que me lo financió; en más de una ocasión, me ha salvado la casa de las arremetidas del financiador sin escrúpulos; mis hijas viajarán a continuar sus estudios superiores, gracias al respaldo que me ha dado el FEP Uniautónoma; incluso, me acaba de resarcir mi dignidad perdida en el conjunto residencial donde resido, pues, gracias al auxilio del Fondo, ya no tengo que bajarme del vehículo a abrirme la puerta de salida, ya que me puse al día en las cuotas atrasadas de la administración.

Debo decir que el actual gerente del FEP, Arnulfo Rico, me parece una persona ecuánime. Tenemos diferencias ideológicas y él, como debe ser, las deja de lado y me atiende como a todos los afiliados. Es importante que el Fondo se mantenga en esa tónica, no solo con los empleados directos de nuestra universidad, sino también con los catedráticos, que también son afiliados; es decir, que no se les ocurra jamás perseguir a un empleado que deje ser trabajador directo y pase como catedrático, pues, en ambos casos, el FEP tiene la posibilidad de descontarles sus cuotas.

FEP Uniautónoma S.A.S. es una sociedad por acciones simplificadas. Esta empresa se dedica, principalmente, a otras actividades de servicio financiero, excepto las de seguros y pensiones. De acuerdo a la página web EMIS.com, en 2021 el FEP empleó a ocho personas.

Estamos seguros de que, con la buena gestión de Mauricio Molinares al frente de la Rectoría de la Universidad Autónoma del Caribe, el FEP Uniautónoma continuará recibiendo el apoyo necesario para seguir siendo el oasis en que se ha convertido para los trabajadores y profesores de esta querida institución de educación superior.