![]() |
Sede Miami, Florida |
Por
John Acosta
El dicho es muy popular, pero
viene como anillo al dedo para los hechos vertiginosos que ha vivido la
Universidad Autónoma del Caribe en su proceso histórico reciente: nunca es más oscura la noche cuando está a
punto de amanecer. Y es que la claridad meridiana que hoy irradia a este
ícono de la educación superior del Caribe colombiano fue antecedida por la más
tenebrosa oscuridad: tanto estudiantes como funcionarios, pasamos de esconder
el carné que nos denunciaba nuestra procedencia sombría a portar orgullosos en nuestro
pecho, ahora henchido de honor, la identificación que nos catapulta como
ilustres representantes de lo que nunca debió dejar de ser: Autónoma del Caribe,
la Universidad. Es decir, lo que estamos disfrutando ahora es la miel que unos
cuantos osos perversos fallaron en tratar de arrebatarle a la fecunda colmena de este
recinto universitario.