31 may 2019

Jóvenes derrochan talento, ingenio y creatividad en Gala Cultural de Uniautónoma


Por María Gabriela García Ricardo

Los estudiantes de primer semestre de nuestra universidad Autónoma del Caribe ven la asignatura obligatoria (transversal) Deporte y cultura. Ellos tienen la opción de escoger entre varias disciplinas deportivas o entre varios cursos culturales. Al final de cada semestre, en la Gala Cultural, los jóvenes muestran todo lo aprendido en danza, teatro, coro y música. Es la primera vez que los jóvenes se presentan en un escenario. Para ello, invitan a sus familiares y amigos.


29 may 2019

¡Hipócritas!, ahora sí les molesta el eterno oficialismo de Semana

Arriba, izquierda: Daniel Coronell; arriba, derecha: Alfredo Rangel

Por John Acosta @Joacoro

La revista Semana siempre ha sido oficialista. Tal vez, la única ocasión en que se le notó una cierta independencia del gobierno de turno, fue durante el llamado Proceso 8.000, en que se vio envuelto el entonces presidente Ernesto Samper Pizano: recuerdo que la revista se quejaba de cómo Fernando Cristo, que en esa época era alto funcionario del Estado, pasaba semanalmente por la sede, antes del cierre de cada edición, para ver qué se iba a publicar y trataba de boicotear la información adversa a su jefe político, que era, precisamente, Samper Pizano. Del resto (como los Benedetti, los Roy Barrera, los Efraín Cepeda, en fin), la revista Semana, al son que le toque el oficialismo, baila. Y los hipócritas que hoy se rasgan las vestiduras, en defensa de una supuesta independencia periodística, porque Semana sacó a Daniel Coronell (enconado antiuribista) y es posible que, en su reemplazo, meta a un declarado uribista, ayer permanecieron callados cuando la misma revista retiró a Alfredo Rangel (otro uribista) e introdujo a León Valencia (también antiuribista) ¿Qué medió entre uno y otro de esta especie de enroque de columnistas? Fácil: el cambio de visión política en el Estado.

27 may 2019

Estudiantes de Uniautónoma recuperan obra de escritor costeño

Arriba y en el centro: el profesor Leslie Smith; la directora de la biblioteca
de Uniautónoma, Patricia Celemin; el director del departamento de
Humanidades, John Acosta, con estudiantes que participaron en el
proyecto. Derecha: el escritor José Félix Fuenmayor

Por: Marlin Hasiel Wosat B*
Fotografía: Julio Flórez*

La lectura es una de las piedras angulares para la adquisición de conocimiento, una de las mejores habilidades que podemos adquirir. Esta destreza nos acompañará a lo largo de nuestras vidas y nos llenará de sabiduría para entender al mundo, todo lo que nos rodea, y así formar nuestro propio universo. Leer nos abre las puertas del conocimiento y da alas a nuestra inspiración e imaginación.

A pesar de ser una base fundamental para el crecimiento y formación, la lectura, como sana costumbre, se ha visto desplazada cada vez más, tal vez, por distintos factores que intervienen en la sociedad y hoy la ponen en peligro. Por tan significativa problemática, jóvenes estudiantes del primer semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Autónoma de Caribe, bajo la dirección y tutela del docente Leslie Smith, conforman “Mono Centésimo”.

20 may 2019

Tío Fano, el único profesional entre 12 hermanos

Afranio José Acosta Mendoza, tío Fano

Por John Acosta

Entré al aposento y vi a tío Fano dormitando en la cama de mi abuela. Para no despertarlo, me acerqué con cuidado al estante en forma de L, en donde estaban los cinco baúles de madera: abrí el preciso y encontré lo que buscaba. Destapé la cajetilla de betún y miré su contenido por breves segundos. La voz de tío Fano, detrás de mí, me sacó del ostracismo en el que había caído en esos instantes porque, como suponía que el hermano de mi papá estaba dormido, me creía solo en el cuarto. “Sí, señor, tiene razón. Su betún no está por donde usted lo dejó porque yo me tomé el atrevimiento de embetunar mis zapatos con él. En todo caso, lo felicito: se parece a mí: yo también sé por dónde dejo mis cosas”, me dijo.

Yo tendría apenas unos diez años y, para entonces, tío Fano se había convertido en la admiración de todos, pues era el único de sus once hermanos que se había atrevido a desafiar al destino, al salir de La Junta, el pueblo del alma, al interior del país a arañarle a la vida una carrera profesional. De hecho, ese día estaba recostado en la cama porque apenas había llegado hacía dos días a pasar vacaciones, después de cerca de 30 horas de viaje. De modo que compararme con él, era el más grande elogio que yo podía recibir, pues todo el enjambre de primos míos quería ser como tío Fano.

8 may 2019

Álvaro Gómez Hurtado: la primera derrota política de mi niñez

Álvaro Gómez Hurtado

Por John Acosta

Julio Oñate terminó haciéndome el camioncito de madera que mi niñez de ocho años tanto añoraba en La Junta de entonces, en el sur de La Guajira. A esa corta edad, me tocó aterrizar a la fuerza al mundo de la política pueblerina, tras el torcijón de ojos que me pegó mi abuela, en la mitad de la sala de la casa, el mediodía del 15 de septiembre de 1973. El día anterior, la Convención del Partido Conservador había proclamado a Álvaro Gómez Hurtado como el candidato de esa colectividad a la Presidencia de Colombia para el período 1974-1978. Viví con intensidad esa, mi primera campaña política y, con ella, hube de indigestarme con el amargo sabor de la derrota y sobreponerme a la burla de mis vecinos mayores de edad porque Alfonso López Michelsen, el contrincante del Partido Liberal, le había ganado a mi aspirante.

Cada vez que me le escapaba a mi abuela para ir hasta donde Julio Oñate, siempre lo encontraba ocupado en la carpintería que había montado en el patio: hacía una mesa para el comedor de una pareja recién ajuntada, o una cama para una quinceañera que dejaría su hamaca de niñez, o arreglaba algunas bancas de la caseta comunal. Entonces, me le sentaba al frente con mi cara de muchachito desesperanzado hasta que los gritos mal humorados de mi abuela, llamándome por mi nombre, me hacían regresar asustado a la casa. Mi muda insistencia y la murga que mi prima Yolanda Acosta le montaba a su marido para que se apiadara de “ese pobre pelaíto, carajo, mirando lelo para que le hicieran su carrito” terminaron doblegando la obstinación de Julio Oñate e interrumpió una media mañana su trabajo y le dedicó una hora a complacerme con mi regalo: fue el camioncito de madera más hermoso que niño alguno ha podido tener.

2 may 2019

El entendimiento a través de la complejidad: José Rojas Chadid en el Café Filosófico de Uniautónoma


Por Alba Luz Paéz Albor

Desde las 9:00 a.m. del 27 de marzo todos se preparan. Alistan la sala en el último piso de la Biblioteca Benjamín Sarta, allá donde la luz es más blanca. Revisan equipos, prueban sonido, video. Sin nadie presente más que las encargadas de los libros y los técnicos de electrónica, dejan todo en orden para recibir a los estudiantes sedientos de conocimiento. Y claro, de café. El aroma a café impregna la sala. Arropa con su sabor colombiano el lugar, invitando a pensar.

Uno a uno van llegando los estudiantes. Se ubican en las sillas con natural bullicio, analizando el lugar. La expectativa ahoga el ambiente, que lentamente va cayendo en silencio a medida que se llenan todos los asientos.