2 jul 2021

El tío Migue que la muerte no me dejó conocer

Por John Acosta

Lo asesinaron dos años antes de que yo naciera. Y la imagen sobre él, que me ha acompañado desde niño, fue una que me contó la vieja Aba (Aura Elisa, su madre y mi abuela), cuando yo tenía unos ocho años: Beto (Nolberto Duarte Acosta, su nieto), con apenas tres años de edad, cogió la poncherita de plástico que mamá Aba ponía debajo del tinajero para parar las gotas de agua que pudieran salir, se fue caminando hasta donde estaba ella, destrozada por la pérdida de su hijo, y empezó a untarle los pies con su manito mojada en el perol para que mamá dejara de llorar, mientras el cadáver de tío Migue (Miguel Luis Acosta Mendoza) yacía en su ataúd. Esa escena tierna e inocente, sucedida en La Junta, el terruño del alma,  es lo único que me ha quedado grabado del tío que no alcancé a conocer. Beto me contó después otra anécdota de ese momento triste, que mamá Aba le había contado a él: al ver que las palmaditas con agua en los pies no le funcionaban, el inocente Beto buscó el plato de fique de la mochila que la vieja Aba tejía esa semana y se la llevó a ella, con la aguja y el rollo de cabuya. 58 años después de ese hecho trágico, los hermanos vivientes de tío Migue recordaron en el grupo de WhatsApp de la familia ese tormento espiritual que los ha martirizado por décadas.