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Nataly Álvarez, presidenta de Sintrauac |
Por
John Acosta
Satisface enormemente, por su
sensatez y ejemplo de solidaridad, el más reciente comunicado del sindicato mayoritario
de la Universidad Autónoma del Caribe, Sintrauac; en realidad, se había creado
una enorme preocupación y una inquietante incertidumbre entre los trabajadores
y profesores de esta institución de educación superior por un mensaje de voz
que circuló por la red social WhatsApp, en la que la presidenta de esta organización
social, Nataly Álvarez, informaba que iba a ceder el cargo, que seguirá como
directiva sindical, “pero ya no desde la Presidencia, dado a algunas situaciones
personales que ameritan tomar esta decisión”. Inmediatamente, se prendieron las
alarmas de todos, ya que se habían presentado unos hechos con dos o tres
miembros, de los diez de la Junta Directiva de Sintrauac que buscaban tumbar
del cargo a esta líder popular.
Nataly Álvarez, en su mensaje
de voz, le daba las gracias a todos los que le habían apoyado y “han estado de
manera incondicional allí”. Agregó que se había desprendido, como persona, de
sus intereses individuales “para tratar de que se genere un bienestar colectivo
y que la institución esté mucho mejor”. Invitó a todos a que se “mantengan con
pie firme en la organización porque la única forma en que la Universidad pueda
salir adelante es que los trabajadores, que son sus dolientes, velen por ella y
estén unidos”. Recordó que las administraciones van y vienen, “pero nos queda
el producto de las decisiones buenas y malas que ellas tomen; por eso, hay que
estar muy pendiente de qué decisiones se toman al interior de nuestra alma
máter”.