Desde la entrada de esa sede de Cajacopi, donde se realizó el evento, se sabía que iba a estar atiborrado de asistentes: los carros estacionados alrededor de la plazoleta de la iglesia de la Inmaculada, ubicada frente a la caja de compensación familiar, lucían sus inmensos afiches con la foto del candidato a Concejo, Asamblea o Alcaldía (venido de diferentes rincones del departamento del Atlántico), cuyos dueños y pasajeros tenían un propósito común: ratificar el apoyo que el Partido Liberal Colombiano le da a Eduardo Ignacio Verano de la Rosa, candidato a la Gobernación.
