Por John Acosta
El Ministerio de
Educación Nacional (MEN) ya le había adelantado, en la pasada Navidad, el regalo de Niño Dios a la muy querida
Universidad Autónoma del Caribe: el 10 de diciembre pasado se conoció la
noticia esperada por la mayoría de los empleados y estudiantes de la reconocida
institución de educación superior; ese día, el ente gubernamental decidió derribar
de una la impenetrable barrera que hasta entonces había impedido el avance
significativo del proceso de recuperación del alma mater: destituyó a los seis integrantes de la Sala General, máximo órgano de gobierno, que hacían una mayoría maligna para oponerse a todo progreso y modernización de nuestra universidad. Como es natural, el júbilo por la buena
nueva se apoderó de la comunidad educativa de la Autónoma del Caribe enseguida
y se renovaron las fuerzas y los ánimos colectivos para seguir adelante. Y, hoy, los Reyes Magos llegaron atrasados, pero también trajeron su regalo: el MEN acaba de designar a los nuevos integrantes que remplazarán a los destituidos miembros de la Sala General.