8 feb 2025

“Colombia no necesita un presidente: necesita un buen presidente”: Paloma Valencia

Por John Acosta

A raíz del Foro del Partido Centro Democrático, realizado  el sábado en Valledupar con los precandidatos de esta colectividad a la Presidencia de la República, Paloma Susana Valencia Laserna, senadora y aspirante al primer cargo de elección popular del país, estuvo en el Semanario La Calle, dentro de su recorrido por los medios de la capital del Cesar, y tuvo este corto diálogo con el director de este blog.

 John Acosta: Hay casos exitosos de mujeres que han hecho radio  o han estado en medio de comunicación y pasan a la política. Por ejemplo, tenemos a María Isabel Rueda, exitosa  directora de de un noticiero de televisión, dijo "Me cansé de opinar." Y se lanzó a la cámara por Bogotá y obtuvo el triunfo. La más reciente es  Vicky Dávila: era directora de la Revista Semana y se ha lanzado a la Presidencia de la República ¿Qué la llevó a usted a pasar de un medio de comunicación como Bluradio a la política?

Paloma Valencia: Yo creo que lo mío siempre ha sido la política, lo que pasa es que la política electoral, John, es difícil en Colombia: salir elegido es muy complicado. Entonces, yo dije: "Pues haré política aquí detrás de los micrófonos, como quien dice en el callejón, pero no puedo meterme en la política porque es muy difícil ser elegido.


Salió la oportunidad que me dio el presidente Uribe de llegar y, pues, desde ahí sí me he batido toreando todos los toros, dando todas las batallas en defensa de Colombia y de las cosas que yo creo que son importantes para este país, que, en mi opinión, tiene una ruta fácil de seguir, pero hay que seguirla. Uno no puede, digo yo, montarse en un bus que va para Bogotá y después llorar porque no llegó a La Guajira.


JA: Esa primera elección no fue tan difícil: encabezaba la lista cerrada el ex presidente Álvaro Uribe que ya arrastraba una enorme votación, pero en la segunda oportunidad ya no era lista cerrada. Era muy difícil para usted porque, generalmente, en este país hay mucha clientela electoral: eso no lo maneja usted; lo suyo es el voto de opinión. Creo que estuvo a punto de decir ‘yo no me lanzo’; sin embargo, decidió hacerlo y volvió a ser elegida ¿Hubo voto de opinión?


PV: Hubo voto de opinión; afortunadamente, los colombianos han reconocido mi trabajo. Usted tiene razón, yo nunca he tenido estructura política, no la tengo en ninguna parte de Colombia, no tengo puestos, no reparto nada. Yo soy la senadora más barata de Colombia. Me precio de sacar votos porque los ciudadanos por la mañana dicen ‘voy a votar por Paloma’ ¿Por qué? ‘Porque me gusta Paloma, porque cada vez que prendo la televisión la veo defendiendo los temas, porque habla de salud, porque habla de pensiones, porque habla de seguridad’. He hablado de todos los temas importantes y he tenido un ritmo de trabajo que permite que los colombianos siempre me tengan en cuenta. Cuando le dicen a un colombiano  ‘dígame el nombre de 10 senadores’. Paloma Valencia siempre está ahí, como una de las mejores. 


JA: La política tiene su parte sucia. A veces, la oposición y los opositores buscan cómo ensuciar y cómo enlodar. A usted, muy pocas cosas se la encuentran, pero aprovecharon esa entrevista que usted dio en vivo y se la acercó su hija, ¿se acuerda? Creo  que usted la regañó, no sé qué pasó y aprovecharon eso como lo único que podían decir en contra suya.


PV: En contra mía no pueden decir nada porque yo jamás he salido mencionada en ningún escándalo de corrupción, ni saldré porque para mí el ejercicio de la política es el del servicio, es el de trabajar para que las cosas estén mejor, porque yo creo en este país; entonces, lo que hicieron fue que yo estaba en una entrevista, despuesito de la pandemia, con Melquisedec Torres; precisamente, en ese momento, estaba en el Huila y estábamos hablando de un proyecto que yo saqué adelante, que era el de no pegarle a los niños. Y, entonces, mi hija chiquita (en ese momento, tenía 3 años y medio) viene, empieza a darme vueltas: ‘mamá, mamá’. Yo no le hablo porque estoy en la entrevista y no quería interrumpir ese momento y, entonces, yo dije ‘uno puede educar a los niños sin pegarle’. Y, entonces, ella me volteó y me mira y me dice ‘y, entonces, tú por qué me pegas’; Entonces, yo la cargo y le digo ‘mi gorda, yo no te pego’. Una cosa son las batallas del gato, que son unos juegos que teníamos en esa época, a ella le gustaba patanear.  Y ella se muere de la risa y la conversación continúa. Pero, luego, editan en el video hasta ‘tú por qué me pegas’, tratando de desacreditarme; incluso, me meten denuncias, dicen por maltrato. Y todo el mundo ha visto crecer a mi hija Amapola en las redes sociales y saben que lo único que ha habido para ella es afecto y que yo, por supuesto, jamás le pegaría ni a ella, ni a ningún niño porque yo sí creo que los niños son suficientes inteligentes para que uno les diga y ellos corrijan su comportamiento.


Bueno, ahora saltemos del Congreso a lo que está ahora: precandidata a la Presidencia de la República. ¿Qué la hace decidirse a presentar su nombre como precandidata del Centro democrático hacia la presidencia de la república?


Yo creo que ya me siento preparada. Yo aspiro para Colombia un buen presidente. Yo no quiero para Colombia un presidente. Para mí, ganar o no las elecciones no es importante, lo importante es que Colombia tenga un buen presidente. Yo siempre le pido a Dios, si yo no puedo ser el mejor presidente entre los que estamos de candidato, que aleje de mí esa opción porque Colombia lo que se merece es lo mejor. A mí me une con los colombianos el deseo de que nuestros hijos se puedan quedar aquí. De que no seamos un país donde la gente se quiere ir, que se hayan ido 2 millones y medio de colombianos y que empecemos por la senda de Venezuela, donde todo el mundo, para tener oportunidades, le toca irse, creo que es absolutamente inaceptable. Y yo creo que Colombia tiene una ruta clara.


Lo primero que habrá que hacer es ordenar esta casa, que nos la deja tremendamente desordenada Petro. Desorden en materia de seguridad, desorden en materia energética, desorden en el gas, desorden en la salud, desorden en las pensiones, hay que sentarse y organizar las cosas. Para eso, las mujeres somos buenas, porque uno tiene que saber cuál es el lugar de cada cosa. Y eso, digamos, me permite hoy decir con certeza la formación que tengo y el trabajo que yo he hecho. Yo no he estado en el Congreso ocupando una silla. Estaba en el Congreso aprendiendo, discutiendo, metiéndome a fondo en los problemas para tener la capacidad de tomar las decisiones que se necesitan.


Y lo segundo: yo creo que hay dos cosas urgentes en Colombia. Enriquecer a los colombianos; nosotros tenemos que lograr que esta economía crezca, pero no solamente crezca de la mano de los empresarios: que crezca de la mano de los emprendedores, de ese ciudadano que está vendiendo las camisetas para el festival, que está vendiendo cualquier cosa en ese comercio que acabamos de recorrer, necesitamos que tenga acceso al crédito, que tenga un software en el celular para tener su contabilidad, que pueda tener la posibilidad de que su negocio crezca y salga adelante y la segunda apuesta tiene que ser la juventud colombiana.


Nosotros tenemos hoy la segunda cifra, que es una cifra dolorosa, de jóvenes que no estudian, ni trabajan en el mundo. 2 millones 700 mil pelados que están en la casa y no quieren hacer nada. Y se les va pasando la vida y han perdido sentido de futuro y no ven oportunidades. Nosotros tenemos que hacer una gran revolución con la juventud colombiana y tenemos una oportunidad única, la inteligencia artificial. A nosotros nos dejó el bus de muchas revoluciones, la industrial, la agrícola, todas. Pero esta de la revolución de la inteligencia artificial tenemos que estar arriba para que nuestros jóvenes estén en la cúspide de la ola, no solamente generando los modelos de inteligencia artificial, sino usándolos, terminando las programaciones. Nosotros tenemos el talento y si nos aplicamos, podemos hacerlo. Yo quiero que los jóvenes colombianos miren el futuro con optimismo, que se quieran quedar.


JA: Ya en la respuesta se me adelantó un poco con la siguiente pregunta. ¿Está el país preparado para elegir por primera vez a una mujer presidenta?


Yo estoy convencida que sí. Nadie quiere volver al pasado. Cuando Petro propuso el cambio, la gran mayoría votó por sí porque, realmente, había cosas que nos cansaban de la manera cómo se venían haciendo las cosas. Y yo creo que el gran cambio será elegir una mujer porque la mujer tiene una misión y una visión distinta. La mujer puede querer a todos los hijos, así uno sea una oveja negra, así uno esté descarriado, puede corregirlos con afecto y devolverlos al redil, porque Colombia necesita el amor de las madres, necesita el cuidado de una madre, pero, al mismo tiempo, necesita el orden de una mamá, la disciplina de una mamá. Yo creo que Colombia tiene que elegir una mujer para emprender un nuevo rumbo.


JA: Es innegable que el presidente Álvaro Uribe genera muchas controversias: en este momento, por ejemplo, está siendo procesado. La izquierda lo ha dibujado como una persona nefasta para el país. Usted se ha candidatizado bajo el partido que fundó Álvaro Uribe. ¿Qué podría restarle y qué podía sumarle esta circunstancia?


Yo soy una persona leal. A mí, querer al presidente Uribe, jamás me va a restar. Porque yo creo que, del presidente Uribe, aprendí muchas cosas importantes. La primera, viéndolo como presidente, yo me di cuenta que la política sí es capaz de cambiarle la vida a la gente y que, cuando uno elige bien y el presidente sabe de los temas, conoce de los temas, es estudioso de los temas, como lo es él, cosa que yo aprendí, uno puede plantear soluciones reales a los problemas que se tienen.



Y lo tercero, el presidente es un hombre muy generoso en todo y yo creo que haberme abierto el espacio en la política, haberme dejado cargar las banderas de este partido (yo soy fundadora de este partido: escribí sus primeros estatutos, soy coautora de los estatutos): me recorrí a este país cuando no había partido, buscando debajo de las piedras a los uribistas que querían volver a construir. Para mí, el presidente Uribe es un símbolo de cosas positivas. Por supuesto, habrá muchos ciudadanos a los que no les guste Uribe, pero es que aquí no les estamos diciendo que voten por Uribe. Estamos diciéndoles que voten por un partido que construyó el presidente Uribe, pero que tiene una visión clara sobre Colombia. 



JA: Finalmente, ¿por qué los vallenatos y cesarenses tendrían que votar por Paloma Valencia?


 A todos los cesarenses y a los vallenatos yo les diría: porque yo soy una mujer de manos limpias. Porque yo nunca he tenido escándalos de corrupción ni los tendré. Porque, para mí, la política es el ejercicio de servir a Colombia. Pueden votar por mí porque se van a encontrar conmigo muchas cosas que compartimos. El deseo de que nuestros hijos puedan crecer en Colombia, que podamos construir una Colombia grande, justa, una Colombia que se parezca más a la que nos merecemos. Yo les diría que voten por mí porque yo lo que hago siempre lo hago bien, por eso he sido conocida como la mejor senadora de Colombia.

Por eso siempre la gente dice  ‘aún en la oposición, Paloma es una mujer seria con la que se puede conversar con la que se puede hablar’. Porque ahí están los resultados de mi trabajo por el Congreso. Yo no he calentado el puesto. Yo he sacado leyes significativas para cambiar, para bien, el rumbo de la vida de muchos colombianos. Si me van a dar la oportunidad, estoy segura que con sus votos llegaremos a la Presidencia, pero, sobre todo, vamos a escribirle un destino mucho más lleno de luz, mucho más poético, como los vallenatos, a todos los colombianos que lo están esperando.


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