Un evento que apunta a
una educación integral
Por Keller Maideth Gámez Pérez
A partir de las 2:45 p.m. del 24 de septiembre, los estudiantes
llegaron a la biblioteca Benjamín Sarta
de la Universidad Autónoma del Caribe a participar en la nueva reflexión
que programó el ‘Café filosófico’.
Patricia Celemín, directora de
la biblioteca Benjamín Sarta, se encargó de darle la bienvenida a los
estudiantes y maestros; en sus palabras resaltó la importancia de abrir estos
espacios de reflexión que apuntan a una educación integral. La biblioteca,
junto con el Departamento de Humanidades, ambas unidades pertenecen a la
Universidad Autónoma del Caribe, han hecho causa común para realizar el Café filosófico periódicamente.
En esta ocasión, el filósofo, psicólogo y docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Mauricio Pareja, tuvo en sus manos la ponencia del evento, llamada ‘Filoterapia: El poder sanador de la filosofía’. Para él, la filosofía sirve como solución para las problemáticas que se nos presentan día a día, y la carencia de ella en nuestras vidas ha hecho que se pierda el valor de la madre de todas las ciencias.

Por ello, el filósofo piensa
que se ha desvinculado la carrera de filosofía con la vida cotidiana, así que
la filoterapia es el ejemplo adecuado para entender por qué es necesaria en
nuestras vidas.
Filoterapia:
una fuerza sanadora
A manera de introducción, hizo
un recorrido por los temas tratados por esta. En la antigüedad, cuando había
ausencia total de ella, las personas esperaban que Dios resolviera cada aspecto
de sus vidas: “Dios estaba hasta en la sopa”, dijo Pareja. Entonces, la
filosofía llegó como esa posibilidad que le permitió a los humanos pensar por
sí mismos y crear una mejor sociedad.
Así que se iniciaron los
estudios del hombre, la sociedad, la naturaleza, el arge, que es el origen del universo, entre otros. Pero no hay que
alarmase, no se debe pensar que se deja a un lado las creencias religiosas,
sino que es esencial para todos: creyentes y no creyentes.
Luego, desarrolló la
explicación de la premisa: “La carencia de la filosofía nos da problemas”. El
ejemplo que utilizó para que los presentes entendieran fue el del uso de una
frase coloquial: “Hablando se entiende la gente”; manifestó que dicha expresión
está incompleta si no hay filosofía, porque lo que se debe hacer es dialogar
filosóficamente, sino todo se convertiría en un “vomitadero de racionalidad”,
donde todos quieren tener la razón y no tienen ni un argumento de esta
magnitud.
“La capacidad de razonar es
terapéutica”. Mauricio dijo que es
primordial porque nos ayuda prevenir de muchos males. Característica que
ayudaría a los adolescentes, o todos los que se comporten como tal, porque es
la etapa que se basa en hacer. “Haz, pero haz bien”, mencionó. Aquí entra en
juego el papel de la sabiduría, para que todos sepamos vivir la vida. Sin embargo,
no se puede ver la terapia como la salvadora esperada, porque no es un hecho
puntual, es un camino.
Se llegó al punto de entender
que se debe tener el hábito de filosofar, esto se puede hacer leyendo libros
que nos ayuden a entendernos a nosotros mismos y a los demás, y desarrollen
nuestra capacidad de discernir filosóficamente para tomar buenas decisiones en
lugar de las malas.