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Teresa Bohórquez Orjuela |
Llegó a Valledupar enamorada de un hombre conocido en la ciudad por su jocosidad y por la honestidad y nobleza de su estirpe: Cristóbal Toba Mendoza. Teresa Bohórquez Orjuela llegó recién parida a la tierra donde el padre de su hijo había hecho una vida social admirable por la grandeza profesional de sus hijos matrimoniales y por el don de gentes de esa familia. Ella conocía a los mayores porque frecuentaba el apartamento donde ellos vivían en Bogotá, mientras realizaban sus estudios universitarios; precisamente, en la capital del país conoció al reconocido ganadero vallenato, donde llegó viudo a realizarse unos estudios médicos. Y ella lo acompañó en el hospital, sin saber que el humor espontáneo con que Toba Mendoza trataba de vencer su soledad recién adquirida la flecharía para siempre.