5 sept 2020

De la cuarentena por el Covid 19 a la libertad


Por Guillermo Mendoza Acosta

No recuerdo cuántos, pero eran bastantes pájaros que tenía en cautiverio en una inmensa jaula de anjeo que yo mismo construí, para aquella época de muchacho travieso en los andares del monte. Solo recuerdo que fue allí, detrás del patio de la casa de la finca El Porvenir, de propiedad de mi padre, debajo de un árbol frutal cuyo nombre científico no he podido encontrar, pero que en nuestro lenguaje lo conozco como 'Toco', que pare una fruta muy parecida a la granadilla, con la diferencia que no la comemos los humanos sino los pájaros frugívoros: le hacen un hueco, le comen todo lo de adentro y dejan el cascarón colgado como un calabacito alumbrador de Calixto Ochoa.