Por
John Acosta @Joacoro
El proceso de recuperación
financiera de la Universidad Autónoma del Caribe va viento en popa. Sé que es
un lugar común ya el comparar casos de resiliencia, como el de nuestra
universidad, con el Ave Fénix, que se levanta de las cenizas y alza el vuelo,
pero es una verdad incontrovertible: no hay un ejemplo más adecuado para el
segundo rescate de esta institución de educación superior que el mito feliz de
esa criatura calcinada, capaz de renacer del fuego extinguido. Desde mediados
del año pasado, los empleados directos de la Autónoma estamos recibiendo
cumplidamente nuestro salario. Y ya gozamos también de seguridad social. Sería
muy ruin no reconocerle este logro a Claudia Patricia Da Cunha Tcachman, la
rectora designada por el Ministerio de Educación Nacional para contribuir con
el rescate de esta alma mater, que había dejado desahuciada el apetito voraz de
la administración anterior; por supuesto, tampoco hay que desconocer el gran
mérito que tiene en este resurgimiento exitoso un medio masivo de comunicación:
la W Radio, que puso en la agenda nacional lo que ya era un secreto a voces en
Barranquilla, sede principal de la Autónoma, y a pesar del inicial silencio
extraño de los medios locales: los horribles padecimientos a que éramos
sometidos los empleados por parte del hambre desmedida de poder y dinero de
quienes fungían como altos directivos de esta organización educativa.