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Foto tomada del portal www.las2orillas.co |
Por
John Acosta
Ojalá tantas rasgadas de
vestiduras actuales por la deplorable situación que padecen los habitantes de
La Guajira sirvan para que los organismos de control del Estado y la misma
justicia castiguen, por fin, a los directos responsables de la escasez de agua
y de la desnutrición infantil que tiene a esta zona del país sumida en el caos.
Todo el mundo sabe que este drama se debe, exclusivamente, a los políticos
corruptos del departamento que han desaparecido, como por arte de magia, cinco
billones de pesos recibidos por La Guajira de las regalías del carbón, gas y
sal. Lo más dramático del caso, es que esos políticos, en vez de estar con
remordimiento de conciencia por lo que han causado sus fechorías, están boyando
de felicidad porque tienen la oportunidad de aumentar sus riquezas personales con
el dinero de emergencia que la nación ha destinado para enfrentar la crisis
humanitaria que ellos mismos provocaron.