27 sept 2020

Más de 40 años después de un desprecio amoroso en La Junta, inmortalizado en una canción

 

Juan Manuel Charro Gutiérrez compositor vallenato

Por John Acosta @Joacoro

Juan Manuel Charro Gutiérrez llegó ese medio día a su casa, después de una mañana de trabajo duro en Los Conejos, la tierrita de su familia (como él mismo la llama). Había peleado sol a sol y a machete limpio contra el monte obstinado. Estaba sudado, tostado por los rayos solares, con los brazos arañados por las espinas de los bruscos. Y se encontró con la sorpresa de que unos estudiantes de la Escuela Normal Superior de San Juan del Cesar lo estaban esperando para llevárselo a que les cantara la canción de moda en esos momentos, compuesta por el mismo Charro y que le había grabado su paisano Diomedes Díaz con Náfer Durán en 1976: el merengue Muebles viejos. Era tal el afán de los jóvenes estudiantes, que Charro Gutiérrez no tuvo más remedio que irse así como estaba: sucio y andrajoso. Cuando llegaron caminando a la casa de La Junta, donde estaban bajados los muchachos, se halló con que había un conjunto vallenato esperándolo: caja, guacharaca y acordeón. Solo faltaba él, el cantante. Y les cantó su merengue. Solo hasta ese día se supo en el pueblo cuál era la dama que había despreciado al compositor humillado y, con esa actitud altiva, había inspirado esa canción.