9 oct 2023

Karina Acosta, la concejal que Codazzi necesita

Karina Acosta Tapia
Por John Acosta

Karina Acosta pertenece al grupo de mujeres irreverentes, frenteras, no sumisas a los convencionalismos sociales. Rompen esas ataduras que tratan de asfixiar a las rebeldes (responsables y dedicadas, sí, pero desde la libertad y fortaleza del interior de su espíritu). Hacen añicos la torre de marfil que tratan de moldearlas para seguir un libreto que les agrada a los demás, pero les aplasta sus sueños y aspiraciones; entonces,  para ser ellas, generalmente, ceden al principio y, cuando la fuerza de los hechos le muestran que si continúan así mueren por dentro, hacen volar en mil pedazos esa urna opresora y se dedican a ser ellas y demostrarles a la sociedad que, permitiendo aflorar esa esencia real que las define verdaderamente, son más útiles al mundo porque son sinceras.

Karina Acosta es la penúltima de una familia de cuatro hermanos, tres de ellos hombres: Carlos Elías, José Alfredo y Julio Miguel; es decir, única mujer; además, nacida y levantada en Agustín Codazzi, ubicado en una zona abonada por lustro para ser tierra machista, donde, al nacer mujer, se corre el enorme riesgo de mancillar el honor de una estirpe, si cae rendida ante el galanteo convincente de la masculinidad orgullosa y se deja seducir por la pasión desbordada del hombre enloquecido por la belleza y el carácter de la joven rebelde. Le pasó exactamente a ella: quedó embarazada siendo aún adolescente y terminando su último año de secundaria. Y no por un joven con quien compartían los mismos gustos generacionales, sino por un adulto que le llevaba varios años. “Sé que esta es una de las problemáticas más frecuentes aquí, en nuestro municipio”, dice ahora, siendo madre de tres hijos.