Por
John Acosta
Después de que los entonces directivos de Sintrauac utilizaran la infame estrategia de la Carpa del Hambre para apoderarse de una protesta masiva, que ellos no fueron capaces de convocar, y negociar con los funcionarios de Ramsés Vargas el fin de ese paro de profesores y estudiantes, a cambio de unos puestos para el presidente y vicepresidente de esa organización sindical en la extinta Sala General (máximo órgano de gobierno de la época de nuestra querida Universidad Autónoma del Caribe), nunca pensamos los empleados y estudiantes, traicionados en ese momento, que futuros directivos de Sintrauac volvieran a mencionar si quiera el nombre de la carpa para no revictimizar a la masa vendida por altos cargos. Lo doloroso es que no solo volvieron a instalar la tristemente recordada carpa, sino que, además, se metieron con lo más sagrado que hemos honrado en la universidad por décadas (la mujer Uniautónoma), al contratar a modelos desnudas para representarla.
(Lea: Docentes de Ciencias Sociales y Humanas de UAC, en paro (El Heraldo)
Como asalariado que somos,
jamás nos opondríamos a que un empleado ejerza su soberano derecho a la protesta
para defender su puesto de trabajo. Ni más faltaba. Menos aún, cuando los
directores académicos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas (a la que
para esa época pertenecía el Departamento de Humanidades) lideramos el masivo
paro del 21 de febrero de 2018 para sacar de nuestra universidad a Ramsés Vargas
y su Sala General de bolsillo. Los directores, docentes y estudiantes de la
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, la inmensa mayoría no sindicalizados,
pusimos en riesgo nuestra estabilidad laboral y nos lanzamos a un cese
indefinido de actividades misionales, apoyados por los medios de comunicación
locales. No, lo que criticamos con vehemencia son los medios usados para lograr
el fin.
(Lea: Honores y disculpas a los aguerridos estudiantes de Uniautónoma del Caribe)
(Vea
en este video el inicio de las protestas por parte de la Facultad de Ciencias
Sociales y Humanas):
En este blog, ya hemos contado
bastante, en textos anteriores, cómo los entonces presidente y vicepresidente
de Sintrauac no habían tenido capacidad de convocatoria para movilizar a la
gente de la Universidad Autónoma del Caribe en contra de la mala administración
de la época. Y cómo activaron enseguida la estrategia para adueñarse de las
protestas masivas que la facultad de Ciencias Sociales y Humanas habíamos
logrado: diseñaron e implementaron una campaña de desprestigio en contra de quienes
estábamos liderando las protestas: nos acusaban ante los estudiantes (apoyados
por algunos docentes sindicalizados, a quienes ya le habían prometido suntuosas
prebendas burocráticas) que nosotros estábamos buscando quedarnos con los
puestos que dejarían Ramsés Vargas y sus aliados.
(Lea: Sintrauac: ¿… Y Ramsés Vargas se salió con la suya? (1) y La negociación: ¿... Y se salió Ramsés Vargas con la suya? (2))
(Vea
en este video a uno de los líderes de las protestas de la Facultad de Ciencias
Sociales y Humanas denunciando la situación en la que se encontraban y al
entonces vicepresidente de Sintrauac delineando ya lo que serían los primeros
ataques de su estrategia de desprestigio):
Junto con esa campaña de ir
minando nuestra credibilidad, montaron su estrategia paralela: pusieron la
Carpa del Hambre al lado de la entrada principal, acechando el momento propicio
para dar el golpe fatal y adueñarse así de la protesta ajena, igual a las
hienas de las selvas africanas, que merodean alrededor de la presa que no
fueron capaces de cazar para arrebatársela al cazador que la obtuvo en franca
lid.
(Vea en este video al entonces
presidente de Sintrauac anunciando la toma de la universidad y, con ella, la
toma de la protesta masiva que había iniciado la Facultad de Ciencias Sociales
y Humanas):
Así se apoderaron de la
protesta masiva que ellos nunca pudieron convocar.
Miembros de Sintrauc, entre funcionarios de confianza de Ramsés Vargas, dan el toque final al catastrófico acuerdo del fatídico 8 de marzo, en que se entregó la protesta iniciada por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, el 21 de febrero de 2018 |
Con sus oscuros propósitos en
mente, los negociadores les dijeron a los estudiantes que los culpables del
resultado de esta negociación, éramos los directores académicos, a quienes no
nos dejaron participar en ella. Los líderes estudiantiles protestaron rabiosos
por la firma de esos acuerdos. Ese día, fui hasta la plazoleta, con el espíritu
destrozado por la traición, a ver impotente la tristeza de los muchachos. Y
todavía no sé qué fue lo que más me desmigajó el alma: verlos llorar de
impotencia por el puñal que les habían clavado por la espalda o sentir el
latigazo de sus miradas acusadoras sobre mí, pues ellos les creyeron, al principio,
a los sindicalistas que se aprovecharon de su ira para ponerlos en contra
nuestra.
(Vea en este vídeo a los
estudiantes, tristes y decepcionados, lamentando la entrega de las protestas
por parte de los líderes de la Carpa del Hambre, después se supo a cambio de
qué):
Los
sindicalistas en el máximo órgano de gobierno
El entonces vicepresidente de Sintrauac
quedó como miembro principal de la Sala General y su suplente era quien ocupaba
la presidencia de esa organización sindical en el momento de las negociaciones
de la protesta. El nuevo integrante supo moverse muy bien en el intríngulis del
máximo órgano de gobierno de la Universidad Autónoma del Caribe. Tanto, que
logró meter a dos compañeros más del sindicato como miembros principales de la
Sala General. Los exdirigentes sindicales hicieron alianza con los tres miembros
de la corporación aliados de Ramsés Vargas y los seis formaron una mayoría
devastadora que se opuso a la renovación de los estatutos que serían la punta
de lanza para la recuperación de nuestra universidad.
(Lea: Señora Mineducación: ¿debe continuar la Sala General en Uniautónoma?)
Lo malo es que los dirigentes
sindicales pretendían jugar a los dos bandos al mismo tiempo: ser protector del
trabajador de una empresa y, al mismo tiempo, dueño de la misma empresa; es
decir, eran mayoría en la Sala General, máximo organismo administrativo de la
Universidad Autónoma del Caribe, y lograron seguir teniendo influencia en las
decisiones de Sintrauac, el más grande sindicato obrero de esta querida
universidad: había una transgresión a la ética, pues una de las labores asignadas
socialmente a los sindicatos es, precisamente, ser veedores de la
administración; por tanto, en las organizaciones, uno no puede pretender
vigilarse a sí mismo.
(Lea: Ex líderes sindicales, ¿nuevos “dueños” de Uniautónoma?)
Los tres nuevos miembros del
máximo órgano de gobierno de nuestra universidad no pretendían desprenderse del
cordón umbilical que los mantenía unidos a Sintrauac. A finales de febrero de
2019 fue la elección democrática de la nueva junta directiva de Sintrauac. Y
los tres ex líderes sindicalistas de la Sala General pusieron una de las cinco
planchas inscritas para esas elecciones: sacaron tres de los diez miembros de
la actual junta directiva de Sintrauac.
(Lea: El contundente triunfo del No a la cooptación en Uniautónoma, en el “plebiscito” de Sintrauac)
Hasta
que Mineducación reaccionó
Desde este blog, libré una
dura lucha contra eso; afortunadamente, conté con el apoyo de muchas personas, que no querían repetir la misma historia de burlas de las administraciones de Silvia Gette y de Ramsés Vargas dentro de la universidad. Y esa mayoría insensata de la Sala General empezó a
pedir mi cabeza ante cuanta persona llegara a la Rectoría. Y puso a sus tres
marionetas de la junta directiva de Sintrauac a tratar de socavar mi prestigio:
no lo lograron, por supuesto, pues toda la Universidad Autónoma del Caribe
estaba en contra de continuar con los mismos malos hábitos y conté con un enorme
respaldo en el firme propósito de no permitir que la Universidad Autónoma del
Caribe pasara, como se dice en el argot popular, “de Guatemala a guatepeor”. El
mayor temor era que el próximo rector ya no lo iba a elegir el Ministerio de
Educación Nacional sino, precisamente, esa desacreditada Sala General.
(Lea: Al fin, Mineducación coge el toro por los cachos en Uniautónoma)
No niego que me sentí seriamente
amenazado. Al fin y al cabo, me enfrentaba a la alianza mayoritaria del máximo
órgano de gobierno de nuestra institución educativa. Las marionetas mandaban sendas
mentiras en mi contra a la dirección de Talento Humano y yo sentía que en esta
área estaban amarrados de manos, pues no podían desconocer por mucho tiempo la
reiterada solicitud de despido en mi contra que hacía la desacreditada mayoría
de la Sala General.
(Lea: Gracias, Mineducación, por despejar horizonte de progreso a Uniautónoma)
Entonces, me tocó enviar una
carta de nueve páginas al Ministerio del Trabajo, a la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT, a
la que está afiliada Sintrauac), con más de 80 folios de pruebas. Esa carta fue
publicada en cuatro partes en este blog.
(Lea: La avaricia y alevosía, tras mi puesto en Uniautónoma (1 de 4),
La avaricia y alevosía quieren mi puesto en Uniautónoma (2 de 4),
La avaricia y alevosía buscan sacarme de mi cargo en Uniautónoma (3 de 4) y
¿La avaricia y alevosía se quedarán con mi cargo en Uniautónoma? (4 de 4)
Afortunadamente, el Ministerio
de Educación Nacional, en cabeza de María Victoria Angulo, pudo comprobar
nuestras denuncias y destituyó a los seis miembros que torpedeaban el avance de
la Universidad Autónoma del Caribe, desde la Sala General.
(Lea: El rector que Uniautónoma del Caribe necesita y
¿El candidato de Sintrauac a la Rectoría de Uniautónoma del Caribe?)
¿Carpa…
del Hambre o del Miedo?
Cuando ya creíamos superada toda esa sartén de angustias que se generó por la infame estrategia de la
Carpa del Hambre, de Sintrauac, a partir del 1º. de marzo de 2018, esta misma organización sindical nos restriega esos tristes recuerdos al volver instalarla este año al lado de una de las entradas de nuestra universidad.
¿Se le acabó la creatividad al
asesor externo de Sintrauac, que es el mismo de la época en que se traicionó a
la protesta de febrero y marzo de 2018 por unos cargos al lado de leales a
Ramsés Vargas? A este sindicato le asiste todo el derecho del mundo a protestar
por los derechos de sus afiliados, ¿pero hacerlo con una estrategia
desafortunada que revictimiza a trabajadores y estudiantes vilmente vendidos
por unos puestos burocráticos?
Las modelos de Sintrauac |
¿Será que esa bendita carpa es un karma que lleva a este sindicato mayoritario a cometer torpezas como la cosificación de la mujer, mediante la explotación de sus atributos físicos para llamar la atención del consumidor de noticias? La desnudez como protesta social es un hermoso poema de lucha por las reivindicaciones de los menos favorecidos, siempre y cuando, quien se despoja de su ropa para salir a la calle en masa, lo hace convencido de su loable propósito, le sale del alma hacerlo, le nace de las profundidades de su conciencia: así, incluso, la gordura y flacidez es un arte que el espectador desprevenido disfruta porque le transmite la emotividad sentimental de quien está protestando por sí mismo.
En cambio, contratar a hermosas
modelos desnudas (que no viven la fogosidad espiritual de quien es víctima en
verdad) dizque para tratar de embellecer lo que el contratante considera feo en
el cuerpo de otros (que sí sienten suya la protesta) es quitarle seriedad y
peso a la movilización social, es reducir a la condición de cosa a la persona, en este caso particular, a la mujer trabajadora de la Universidad Autónoma del Caribe.
Eso es así, aunque algún seudointelectual citadino pretenda deshacerse tardíamente
de su formación clerical para tratar de justificar tan burda negociación del
cuerpo femenino.
(Lea: La ingrata, urgente y loable misión del Rector Molinares en Uniautónoma del Caribe)
A propósito del motivo de la
actual protesta, no deja de ser preocupante ver a algunos advenedizos
asolapados (que nunca se comprometieron a fondo ni con el movimiento
antiRamsés, ni con la posterior lucha contra quienes pretendían empotrarse en
la extinta Sala General) hablarle al oído a los funcionarios de confianza del
nuevo rector dizque para aconsejarles, con criterios oscuros, quién debe
quedarse y quién debe irse; afortunadamente, sabemos que la sensatez primará en
quienes tienen poder decisorio para semejante e, insistimos, necesario proceso: insistimos en que debe
haber un profundo y ponderado análisis.
Aquí puede ver (y leer, si lo desea) todos los artículos publicados en este blog, desde la crisis generada por Ramsés Vargas, en Uniautónoma
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