27 oct 2025

Pastor Ángel Flórez, el ejemplo de Jesús hecho verbo

Pastor Ángel Flórez
Por John Acosta

Al final de la mañana de ese domingo, el pequeño Jairo Alonso Daza no fue a la escuela dominical después del servicio, como lo hacía siempre, pero se quedó en la enseñanza: menos mal porque el crujir de sus tripas vacías delataban el hambre que sentía. Lo cierto es que la crisis financiera de su madre se había agudizado tanto en los últimos días que ya ese día no hubo para el desayuno, ni tampoco había para el almuerzo y mucho menos para la cena. El pastor Ángel Flórez no conocía por el nombre a la madre del niño de siete años que iban sagradamente al servicio dominical con una devoción admirable. Mucho menos sabía cómo se llamaba el pequeño, que se sorprendió con la seña que el líder espiritual le hizo a su madre para que no se fueran tan pronto terminara la enseñanza, sino que lo esperaran un momento. Así lo hizo la mamá, que fue hasta donde el pastor con su hijo. “Nos dijo que el Señor le había mostrado que estábamos en una necesidad económica y le había dicho, incluso, que no habíamos comido. Nos invitó a comer ese día y nos regaló un mercado. Eso quedó grabado en mi corazón para siempre”, le contó al Semanario La Calle el mismo Jairo Alonso Daza, 28 años después, desde la iglesia donde él es pastor ahora.

22 oct 2025

Humberto Murcia Ballén, así sobrevivió a la toma del Palacio de Justicia este gran maestro y magistrado

 Por Jairo Enrique Valderrama

Cuando alguien persigue la muerte, basta engañarlo con su apariencia para que la vida continúe.

Fingir su propia muerte fue, entonces, el único recurso del magistrado de la Corte Suprema de Justicia doctor Humberto Murcia Ballén, entre el 6 y 7 de noviembre de 1985 cuando el grupo guerrillero M-19 se tomó por las armas el Palacio de Justicia, en pleno centro de Bogotá. Solo esa era la manera de burlar a los esclavos de la violencia.

El doctor Murcia Ballén completaba ese año su periodo de la magistratura y se preparaba para contar con su jubilación desde el mismo 6 de noviembre, motivo por el cual esperaba esa mañana al doctor Héctor Marín Naranjo, quien sería su reemplazo.

20 oct 2025

Israel Romero, el acordeonero de oro que es universidad del vallenato

Israel Romero
Por John Acosta

El acordeonero Rafael Romero Ospino no podía creer lo que estaba presenciando en ese momento. Ese niño que tenía al frente tocaba el acordeón de forma magistral. No tenía por qué sorprenderse, ya que el padre y el abuelo del pequeño fueron excelentes intérpretes de ese instrumento musical; incluso, los cuatro hermanos mayores del infante (que, en ese momento, tenía fascinados a todos los que estaban presenciando el espectáculo del niño halando, con un compás preciso, el ‘arrugao’ que tenía en su pecho) también era músicos. “Yo soy el mayor de nueve hermanos y ese niño es el quinto. Y nosotros, desde que nacimos, no veíamos más nada en la casa sino acordeón porque mi papá, aparte que era acordeonista, reparaba y afinaba acordeones. Entonces, nosotros, desde niñitos, viendo acordeón en casa, pues tocamos acordeón y fregamos, y molestamos con el acordeón; sin embargo, para mí, Israel estaba como muy muy pequeño y resulta que yo sí veía a todos mis hermanos tocando acordeón, menos a él. Yo nunca lo veía tocando acordeón. Fue muy lindo cuando lo vi por primera vez tocando acordeón ese día, pero magistralmente: desde entonces, creí que él nació ya tocando acordeón, porque yo nunca lo vi ensayando”, le contó Rafael Romero al Semanario La Calle sesenta años después.

14 oct 2025

Anibal Martínez, ‘el negro del Cañaguate’ que se quedó en el corazón de la gente


Por John Acosta

Esa mañana de octubre, el río Guatapurí bajaba caudaloso, como lo hacía siempre por los aguaceros de esta época del año. Aníbal Rafael Martínez Zuleta, ya conocido como ‘El Negro grande del Cañaguate’, no desperdiciaba día en Valledupar sin darse el gusto de pegarse su baño diario en el gran afluente de la capital del Cesar. En esa oportunidad, había un invitado especial de fuera de la ciudad: Álvaro Uribe Vélez, que aspiraba a ser presidente de la República en las elecciones de 2002. Los acompañaba un pupilo de Aníbal Martínez: Víctor Martínez Gutiérrez, quien apoyaba al contrincante de Uribe dentro del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe. “Tenga cuidado con las piedras. Mire que el río está bravo”, le advirtió Martínez Zuleta al entonces candidato presidencial. “No se preocupe: yo sé de ríos”, le respondió Uribe y se lanzó al agua. La fuerza del río terminó arrastrándolo un poco, lo que aprovechó Víctor Martínez para tirarle un sablazo al oponente de Serpa: “Eso le pasa por irse contra la corriente”, le dijo a Uribe. Muerto de la vergüenza por la impertinencia de su alumno, Aníbal Martínez lo recriminó con su mirada inquisidora. “Fue como diciéndome ‘¿cómo se te ocurre decir eso, Víctor?’”, le contaría el pupilo al semanario La Calle. Entonces, Álvaro Uribe salió chorreando agua por su cuerpo, miró a su joven interlocutor y le respondió: “Ya le entendí, pero dígale a su amigo que yo soy como el bambú: aunque me doble, no me tuerzo”. 

6 oct 2025

El drama de Graciela, la artesana Wayúu de la primera de Riohacha

Así estaba la Primera, de Riohacha, hace dos años
Por John Acosta

Graciela Jayariyú tiene 10 años de haber llegado a vender sus tejidos Wayúu a la Avenida Primera, de Riohacha. Los periodistas de La Calle la conocieron el año pasado y hasta el Semanario La Calle publicó una crónica de ella. Resulta que la semana pasada, Graciela se volvió a comunicar con el periódico y envió un mensaje desesperado.

Así está ahora, vacía
“Yo, como una de las artesanas que hacen vida aquí, que lucho el día día para mi sustento,   tengo esa  inquietud.  Y qué pasa con el turismo  porque nuestro  representante Riohacha (el alcalde Genaro) no nos dice nada. Señores periodistas, regresen,  pregunten, miren, caminen para que vean cómo está  Riohacha.  No solo  es  acordarse un momento  porque  la ciudad tiene playa,   tienes cosas que pueden  atraer al turismo:  hay  hoteles y tiene un aeropuerto. Sólo es algo de una  mujer Wayúu  trabajadora se pregunta: qué pasa con Riohacha.  Los turistas llegaban antes  y cada uno de nosotros les vendíamos  nuestras   artesanías,  ahora  esto está solo. Nos  preguntamos entre  nosotros   dónde están nuestros ángeles.  Sólo nos respondemos ‘ya deben venir cerca’.   Esa es nuestra respuesta para animarnos los unos a los otros que estamos aquí”, escribió.

De espaldas a la historia: el caso de Uniautónoma del Caribe

Antonio Donado, docente de la Universidad
Autónoma del Caribe
Por Antonio Donado Tolosa, docente- investigador

El caso de nuestra Universidad Autónoma del Caribe contiene documentos, datos y experiencias imprescindibles para quien quiera estudiar la historia de la Educación Superior en Colombia, dándole relevancia a lo que ha ocurrido en la Región Caribe en la rama privada universitaria. Somos ejemplos de estilos de gobernanza que ponen al descubierto una y otras de las falacias de la ley 30 (1992) que ingenua y ciega cree que las universidades privadas, y en algunos casos de públicas, estas con un déficit que ronda 450 mil millones de pesos,  son administradas según el principio de reinversión de los fondos excedentarios en el fortalecimiento de la calidad académica, desde la docencia hasta la extensión, con prioridad en investigación y la cualificación docente.

Las universidades privadas no son empresas privadas donde es legal repartir las ganancias entre los socios. Las universidades privadas, por ventajas tributarias, donaciones y otros privilegios pueden llegar a tasas de rendimientos comparativamente superiores, por cada peso, a las  ganancias de las empresas privadas. Bien administradas son inversiones muy lucrativas.

Tin Daza, el profesor que puso a sonar el vallenato en las emisoras de Valledupar

Tin Daza
Por John Acosta

Ya en la terraza del frente de la casa, el operario de Emdupar que hizo la revisión del medidor de agua, le preguntó el nombre completo. “José Agustín Daza Díaz”, le respondió el profe, sentado en la silla donde atendía al periodista. Cuando lo llamaron en la mañana del Semanario La Calle para la entrevista, Daza Díaz dijo que vinieran, pero advirtió que estaba esperando al personal de la empresa pública de Valledupar. El operario llegó en mitad de la conversación y el profe interrumpió el diálogo en la terraza para atenderlo. Al abrir el medidor, el empleado público comparó con las cifras que llevaba en su libreta: “aumentó de 13 a 23 metros cúbicos el consumo de agua. Por eso, llamamos porque creíamos que era una fuga”, le dijo al profe. “Es que llegó la nuera con dos nietos y uno tiene que bañarse. Imagínense, con estos calores”, justificó el profesor José Agustín Daza. Una vez terminado el chequeo, regresaron a la terraza, que fue cuando el operario le solicitó el nombre. Cuando escuchó a su esposo responder,  Inírida Lucila Fontalvo de Daza se asomó a la ventana y le aclaró al trabajador de Emdupar. “Tin Daza”, dijo. “Ahhh, el famoso Tin Daza. Ahora sí”, dijo feliz el operario.

¿Por qué Tin y no José Agustín?
El sacerdote barranquillero José Agustín Mackenzie Useche, famoso en Valledupar y sus alrededores, fue quien bautizó al entonces bebé en Patillal, donde nació el que sería profesor el 27 de agosto de 1946. Y el religioso quiso ponerle su nombre. “Ay, padre, y cómo le voy a llamar si yo tengo ya un José en la casa”, le suplicó Petronila Díaz Maestre al siervo de Dios. “No importa, llámelo Tin”, le dijo el sacerdote a la madre del niño. Y así se quedó para siempre.