| Así estaba la Primera, de Riohacha, hace dos años |
Graciela Jayariyú tiene 10 años de haber llegado a vender sus tejidos Wayúu a la Avenida Primera, de Riohacha. Los periodistas de La Calle la conocieron el año pasado y hasta el Semanario La Calle publicó una crónica de ella. Resulta que la semana pasada, Graciela se volvió a comunicar con el periódico y envió un mensaje desesperado.
| Así está ahora, vacía |
“Dios permita que el alcalde y el gobernador nos tenga en cuenta”: Graciela Jayariyú
Y, entonces, aterrizó en algo más concreto. “Bueno, Dios permita que el gobernador y el alcalde nos tengan en cuenta porque los artesanos de La Primera tenemos esa inquietud sobre nuestro espacio. Es que, en estos momentos, ya se está trabajando con el proyecto del malecón y no nos han dicho qué van hacer con nosotros. No nos han socializado nada. Vivimos en una zozobra porque nadie ha venido a decirnos qué va a pasar con nuestro trabajo artesanal. Uno ve que trabajan y trabajan en el nuevo malecón, que encierran con láminas de zinc para trabajar, pero no nos dicen absolutamente nada sobre si nos reubicarán, si nos dejarán aquí”.Graciela Jayariyú con su tía Conchita, hace
dos años: antes se podía sonreír
Está ahora en Medellín, pero tampoco le ha ido bien
El Semanario La Calle trató de ubicarla en Riohacha el pasado viernes, pero no estaba en la capital guajira. “Ahí le cuento: recogí unas mochilas y me vine a explorar a Medellín, por Antioquia, pero le cuento que no he vendido mochila, vea, y me vine completita justo con el pasaje de venida, confiando en que aquí haría el de regreso, como no tenía más, sólo pensando en mirar otro horizonte, pero no es como lo pensé yo en medio de mi desespero en busca de mi sustento y de mis hijos. Acá es diferente a Riohacha: el espacio público no me dejó y yo no tengo cómo regresar a Riohacha”.
Es la primera vez, desde que llegó a la capital de la península colombiana, que salió a buscar mundo, guiada por el desespero, pero no le fue bien. Lo cierto es que no es la única de sus compañeras artesanas que le ha tocado emigrar a otras tierras en busca de un mejor presente.
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