Édgar Orozco Victoria, empresario |
Estaba destinado a ser un
empresario más del sector avícola. Es más: estaba bastante cómodo continuando
esa tradición familiar heredada de su padre; sin embargo, el violento paro
nacional de mediados de 2021, azuzado por líderes de la izquierda radical
colombiana, lo empujó a meterse en política, sin dejar de lado su actividad
empresarial. Sintió que no podía quedarse de brazos cruzados, viendo cómo una
minoría violenta destruía los cimientos de la democracia del país (imperfecta, sí,
como todas, pero mucho mejor que la que representaban los violentos). Y empezó
a “tocar las puertas de los vecinos” (como él mismo llama el diálogo fluido con
otros empresarios de la ciudad) para organizarse y salir también a las calles a
defender la libertad y la democracia, pero en forma pacífica.
Édgar Orozco Victoria es el último de siete hermanos, nacidos del hogar compuesto por Diva Victoria (de Molina, Valle) y Édgar Alfonso Orozco Osorio (de Balboa, Risaralda). El 28 enero de 1972, nació en Quito, Ecuador, a donde su padre (hoy de 88 años) fue a trabajar en el sector avícola. No tenía un mes de nacido, cuando en febrero de 1972, el general Guillermo Rodríguez Lara le dio un golpe de estado al caudillista José María Velasco Ibarra, quien había gobernado a Ecuador en varias ocasiones interrumpidas, desde 1934.
De
Ecuador para Colombia
Ese hecho político marcaría el
regreso de la familia Orozco Victoria a Colombia, con el bebé Édgar de meses.
Resulta que en el proceso de producción avícola puede presentarse mortandad
diaria de animales en la granja. Estas aves muertas deben eliminarse para
impedir la diseminación de agentes infecciosos. Cuando los militares vieron que
don Édgar Alfonso eliminaba las aves muertas, lo metieron a la cárcel,
acusándolo de sacrificar y botar pollos para generar subida de precios; es decir,
de prácticas de doping en el mercado.
Los Conroy, que eran los jefes
y socios de don Édgar Alfonso, lo sacaron de la cárcel y él escogió la
indemnización para venirse a Colombia y montar su negocio. No se decidió por lo
que conocía y le gustaba, sino que escogió el transporte de pasajeros: compró
10 busetas y las metió en una conocida empresa de buses del centro del país. Al
poco tiempo, quebró, pues ese sector no era el suyo. Regresó a lo que sabía:
con Alfredo Hoyos Mejía, empresario pereirano, montó una granja avícola;
entonces, le dio rienda suelta a su capacidad de innovación y emprendimiento
para elaborar todo lo necesario en la producción de pollos: bebederos,
comederos, en fin. En ese ambiente creció el joven Édgar Orozco.Eliminación de aves muertas en
una granja
Hotelería
y turismo para pollitos
Hace 23 años, recién casado
con Dora Lucía (Taty), el joven Édgar Orozco Victoria decidió seguir los pasos
de su padre, don Édgar Alfonso, y se metió al sector avícola. Con los
implementos elaborados por su papá, montó una especie de hotel para pollos:
brindaba alojamiento, personal y servicios, mientras que sus socios ponían los
pollitos, los alimentos y al veterinario. Quince años después, y con más de cien
mil pollos en la granja, Édgar Orozco Victoria se viene para la costa norte
colombiana a ampliar los horizontes de su negocio.
Montó la granja en el corregimiento
de Caracolí, municipio de Malambo. Se vino solo, pero dos años después se trajo
a Taty y a Samuel, su único hijo. Madre e hijo vinieron a probar “solo un año”:
ya llevan siete años de vida feliz en Barranquilla.
El
violento paro nacional de 2021
Entonces, vino el paro
violento. Resulta que la izquierda radical colombiana, siguiendo una estrategia
latinoamericana diseñada en el Foro de Sao Paulo (fundado por el Partido de los
Trabajadores de Brasil, en 1990), esperaba un momento propicio para incendiar
al país. La oportunidad se la sirvió en bandeja de plata el presidente Iván
Duque con un inoportuno, pero necesario proyecto de reforma tributaria. Y,
entonces, estalló el paro nacional. Las imágenes que se veían por los medios de
comunicación y por las redes sociales eran de caos total. El resto de la nación
veía, inerme, cómo unos pocos violentos hacían de las suyas, camuflados entre
los protestantes pacíficos.Infiltrados saquearon negocios durante
el paro
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Muchos pacientes sufrieron el bloqueo en las ambulancias |
Édgar Orozco sufrió en carne
propia los desmanes de los violentos infiltrados en las justas
protestas:
teniendo cómo adquirir el alimento para sus pollos, no había forma de hacerlo
llegar a la granja por los bloqueos. Un amigo suyo, cultivador de maíz, le
tendió la mano y le vendió su producción; sin embargo, al llevar los bultos por
trochas se encontraban con hordas de la autodenominada Primera Línea, que le
pedían dinero para dejar pasar la carga. Ante la despiadada imagen de la
carnicería de los pollos hambrientos, dándose picotadas entre sí, en un
desesperado acto de canibalismo en la granja, Édgar Orozco no tuvo más remedio
que aceptar el soborno que le exigían y pagar los peajes a la Primera Línea
para que le dejaran pasar el maíz. Ese maíz y los plátanos y la yuca que
picaban los vecinos, solidarios con los pobres animalitos desesperados por el
hambre, no era suficiente, pero era un alivio.
Las
marchas contra los bloqueosMiles de pollos murieron en las vías y
en las granjas por los bloqueos
Esa cruda realidad la vivió
Édgar Orozco Victoria en su granja del centro del país, pero en la granja de la
costa fue distinto. “Aquí no hubo bloqueos, no faltó alimentos, ni gasolina”,
afirma. Y, entonces, fue cuando empezó a tocar puertas con los vecinos: se
hicieron en Barranquilla las primeras marchas contra los bloqueos.
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Se creó la Asociación de
Empresarios Unidos por Colombia- “Fuimos cinco socios fundadores: Eugenio Díaz,
Luis Scaff, Ramiro Dávila, Alberto García y yo”. Daban charlas en línea sobre
libertad y democracia. Hasta que el paro violento se fue diluyendo en el tiempo
porque fue perdiendo el apoyo de los colombianos.
Y
terminó en la política
María Fernanda Cabal, entonces
precandidata por el partido Centro Democrático a la presidencia de Colombia,
llamó a Édgar Orozco Victoria para que le ayudara en la costa. En la cena que
le organizaron a la líder derechista en Barranquilla, el empresario del pollo
conoció a mucha gente de la política.Las marchas en Barranquilla contra el
saqueo y el bloqueo del paro se hicieron
frecuentes
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Encontró afinidad con quienes
defendían las instituciones: policía, fuerzas militares, la justicia, la
iniciativa privada, la libertad individual, la democracia. Al no ser escogida
María Fernanda candidata de su partido, el grupo de empresarios comenzó a
apoyar a la consulta popular de Equipo por Colombia; obviamente, al estar el grupo
en Barranquilla, la tendencia fue a apoyar a Alejandro Char.
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Se identifican con Fico
La consulta del Equipo por Colombia la ganó Federico Fico Gutiérrez. Y todo el grupo se puso en “modo Fico”. Y han trabajado tan disciplinariamente, que de la campaña de Fico los invitaron a la inscripción de la candidatura a la Registraduría en Bogotá. Y allá los nombraron oficialmente representantes de los empresarios de la campaña en la costa Caribe colombiana. Hicieron una exitosa caravana en Barranquilla. “Y vamos a seguir haciéndolas cada ocho días”, dice Édgar Ortiz.
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Para adecuar la oficina de la
sede en Barranquilla, la gente ha donado de todo: desde muebles, celulares y
cámaras hasta computadores. Y ahí está el ingeniero de producción Édgar Orozco,
metido de lleno, poniéndole el pecho a esta campaña. “Porque es que Fico es el
presidente de la gente”, dice.
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