13 jul 2022

Por Dios, alcalde Jaime Pumarejo, paviméntenos la trochita

Al fondo, el edificio Bellos Horizontes. La trocha a 
pavimentar, subrayada con rojo. La flecha roja señala
el puente. En el recuadro, el alcalde de Barranquilla,
Jaime Pumarejo

Por John Acosta

La duda quedó disipada: es al Distrito de Barranquilla a quien le corresponde pavimentar el pedacito de trocha que promedia un kilómetro de longitud. Esta obra beneficiaría a cerca de 20 mil personas, que dejarían de hacer pilatunas diarias para buscar vías alternas y evitar exponer a sus vehículos a un desajuste perfecto al transitar por este pedregoso sendero; además, la pavimentación de este atajo vehicular eliminaría el enorme peligro que corren a cada rato los habitantes del sector al venir de Las Flores a Villa Campestre, pues, actualmente, deben hacer un cruce peligroso e invadir el carril contrario para poder llegar a sus hogares; es decir, el no uso de la trocha (por su grave estado de deterioro) acarrea un regreso no seguro a sus casas. La lógica indica que los gobernantes están a en sus cargos para facilitarles la vida a sus conciudadanos: estamos seguros de que el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, saldará pronto esta deuda, antes de terminar su mandato.

Lo cierto es que esta calle destapada lleva más de un año convirtiendo en un elefante blanco al puente que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) construyó sobre la Circunvalar de la Prosperidad, en el sector de Villa Campestre. Así como está ahora, el puente ni sale, ni lleva a ninguna parte: para subirlo, hay que pasar por una calle que parece una laguna artificial; y, al bajarlo, hay que tomar la trocha.

Al principio, existía una enorme duda de a quien correspondía darle solución el no uso de este puente necesario. Algunos le indilgaban la responsabilidad a la ANI, pues si construía el puente, debía de dejar habilitadas las vías de acceso al mismo; sin embargo, este organismo ha dejado claro que, dentro del proyecto, no estaba presupuestado la pavimentación de esta importante vía que lleva al puente, ni la solución del problema de inundación de la calle del otro lado del puente.

Entonces, las miradas cayeron sobre el municipio de Puerto Colombia, ya que el llamado corredor universitario, que corresponde los barrios de Villa Campestre, Ciudad del Mar y Country Villa. En reciente reunión con líderes de las Junta de Acción Comunal (JAC) de Villa campestre y de Ciudad del Mar, el secretario de Planeación de Puerto Colombia, Mauro Suarez De La Hoz, aclaró que, precisamente, la línea que ubica los límites del Distrito de Barranquilla con el municipio de Puerto Colombia, abarca tanto la trocha, como la calle que se inunda del lado de Barranquilla.

Por lo anterior, es a Barranquilla a quien corresponde darle solución a este peligro latente que deben correr a diario las miles de personas que deben exponer sus vidas constantemente al cruzar por debajo del puente (ya que es imposible subirlo, lo que evitaría el riesgo), en una maniobra suicida. Este video muestra con claridad la extensión de la trocha:

Por tanto, los habitantes del sector (sobre todo, los copropietarios del edificio Bello Horizonte, que está del lado de Barranquilla) hacen un clamoroso llamado al sentido de solidaridad y responsabilidad del alcalde del Distrito de Barranquilla, Jaime Pumarejo, para que pavimente ese pedacito de trocha y alce la calle que se inunda (ambos problemas, dentro de su jurisdicción), antes de que culmine su mandato: con esto, miles de personas llegarían a sus hogares felices, sin la zozobra de arriesgar sus vidas en un cruce peligroso.

2 comentarios:

  1. Mi estimado Jhon, para aclarar que la trochita no alcanza tener un kilómetro. Sugiero la midas con el cuentakilometros de un carro. Atte., C. Manotas

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Precisamente, por eso, escribí: "...que promedia un kilómetro de longitud..."; es decir, "promedia" quiere decir que no mide exactamente eso.

      Borrar

Muchas gracias por su amable lectura; por favor, denos su opinión sobre el texto que acaba de leer. Muy amable de su parte