Por John Acosta
Diomedes Dionisio Díaz Maestre pasó de espantar pájaros en los maizales del juntero Teodoro Vega, allá en Potrerito, vereda cercana a La Junta, junto con su amigo de adolescencia José Ángel Hinojosa, a ser mensajero en Radio Guatapurí, de Manuel Pineda Bastidas, en Valledupar. Para no aburrirse del tedio en los cultivos, se iba a cantarle a los indígenas de la finca vecina, quienes le pagaban con café. Hasta ahora, lo que se ha dicho siempre, es que la llegada a la emisora en la capital del Cesar no fue casual: él quería hacerse amigo de los locutores para que le pusieran a sonar la canción La negra, en la voz de Jorge Quiroz y el acordeón de Luciano Poveda; incluso, el mismo Diomedes Díaz lo dijo mucho tiempo después; sin embargo, hay dos fuentes muy cercanas al Cacique de La Junta que contradicen esta versión: Jaime Pérez Parodi, una biblia del folclor vallenato, y el juntero, amigo de Diomedes, Gustavo Eugenio “Geño” López.
¿Mensajero para promocionar su primera canción grabada?
No obstante, Parodi y López también se contradicen en su propia versión. Jaime Pérez Parodi, quien fue el presentador oficial en los conciertos de Diomedes Díaz durante casi toda la vida profesional del cantante juntero, asegura que, cuando Diomedes Díaz llegó como mensajero a Radio Guatapurí, “nadie le había grabado y nadie lo conocía, sólo ‘Geño’ López, que lo llevó a la emisora y lo entrenó como mensajero”, le aseguró Pérez Parodi a La Calle; efectivamente, ‘Geño’ era el mensajero en esa estación radial y, como el cobrador había renunciado, “fui hasta donde el señor Manuel Pineda Bastidas a pedirle que me ascendiera a cobrador. Y él me dijo que sí, pero que yo tenía que llevarle mi reemplazo como mensajero”, le contó Gustavo Eugenio a La Calle.
Entonces, Gustavo ‘Geño’ López se acordó que su paisano Diomedes Díaz le había suplicado que le ayudara a conseguir un trabajo. “Recomendé enseguida a Diomedes. Y ya a él le habían grabado dos canciones el mismo conjunto: La Negra y Cantor campesino, pero todavía no era un compositor connotado; además, Luciano Poveda y Jorge Quiroz no tuvieron mucho éxito”, agrega ‘Geño’. La Negra la grabaron en 1974 “y yo entré como mensajero a Radio Guatapurí ese año; es decir, que Diomedes Díaz entró a trabajar a la emisora en 1975”.
Quería ser grande
Quería cantar para un público más amplio que los indígenas que le cambiaban canciones por café; sabía que la única forma de lograrlo era metiéndose de utilero con algún conjunto vallenato de renombre. Ya su amigo Rafael Orozco le había grabado Cariñito de mi vida (y en el saludo, Rafael Orozco llama al soñador compositor como El Cacique de La Junta), con el acordeonero Emilio Oviedo por lo que no le resultó difícil trabajar recogiendo cables y ajustando el sonido de los micrófonos de la afamada agrupación de Los Hermanos López, donde Jorge Oñate había llegado como cantante en 1969.
Contó con la buena suerte de que el acordeonero de Los Hermanos López, Elberto ‘El Debe’ López, le hacía el favor de permitirle cantar en las últimas tandas de sus presentaciones en vivo. En 1976, Jorge Oñate y Colacho Mendoza le grabaron la canción Razón sentimental. Con tres canciones impresas en acetato, ya podía aspirar a concursar por el título de ‘Rey de la canción inédita’, en el Festival de la Leyenda Vallenata: lo hizo en 1975 y ocupó el tercer puesto con la composición Hijo Agradecido.
Ese mismo año, el ganador de ‘Rey Vallenato Acordeón Profesional’ resultó ser el acordeonero Náfer Durán. Ya con el título en la mano, Náfer contactó al joven que interpretó su propia canción con la que ocupó el tercer puesto: Diomedes Díaz. Al mes, grabaron en Medellín el LP Herencia vallenata bajo el sello Codiscos (De la costa). Aunque sirvió para que el antiguo espantapájaros de La Junta se diera a conocer como cantante, el trabajo musical no tuvo la acogida deseada, pues el mercado del folclor vallenato lo dominaban tres agrupaciones: Jorge Oñate, Los Hermanos López y Los Hermanos Zuleta.
Su antiguo jefe en el conjunto de Los Hermanos López, Elberto ‘El Debe’ López, le gustó cómo cantaba cuando le daba la oportunidad en las últimas tandas y le propuso a Gabriel Muñoz, productor de la CBS (la actual Sony Music), que lo escuchara en audición. Diomedes Díaz viajó, entonces, de Valledupar a Bogotá y, durante seis minutos, cantó Cristina Isabel, con la que descrestó al empresario musical. En 1976 grabó con ‘El Debe’ el LP Tres canciones, que está entre los éxitos de su carrera artística. Al año siguiente, el dúo grabó De frente.
El reconocimiento como cantante lo alcanzó Diomedes Díaz con el álbum La locura, que grabó con Juan Humberto ‘Juancho’ Rois en 1978. El éxito de Diomedes se consolidaría con Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, con quien se unió ese mismo año 1978 y con quien estuvo hasta 1984. Después de seis años de lograr múltiples triunfos con ‘Colacho’, en 1985, Diomedes Díaz sorprende a su fanaticada con un joven acordeonero desconocido: Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, con quien estaría hasta 1988.
Al año siguiente, Diomedes regresa con Juancho, exitosa unión que va hasta 1994, pues en 1995 vuelve a sorprender al mundo de este folclor con otro joven acordeonero desconocido: Iván Zuleta. También grabó con Franco Argüelles, Juancho de la Espriella y Álvaro López. Su legado musical se mantiene intacto, aún después de su muerte, ocurrida en valledupar, por un paro cardiorrespiratorio, el 22 de diciembre de 2013.
Publicada en el Semanario La Calle el 29 de abril de 2024
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