Por John Acosta
Jorge Antonio Oñate González estaba destinado para terminar una carrera universitaria en la capital del país, a donde lo llevó su mamá, Delfina Oñate, a que hiciera su bachillerato en la Universidad Libre; sin embargo, apenas llegó a la mitad de décimo, no por mal estudiante, que era bueno, sino porque ya se había ido picado por el amor a la música de la “arrugada” acordeón, se retiró de sus estudios. La lejanía con el epicentro geográfico del folclor vallenato no lo “curó” de la picadura, sino que la nostalgia por la cultura de su tierra le aumentó la “fiebre” por este género rítmico: menos mal porque, de no haber sido así, los aficionados de esta tradición armónica hubiesen sido víctimas de la mayor injusticia, como es privarlos de una de las mejores voces (por lo menos, de las más nítidas) del vallenato.
En 1968, recién retirado de la secundaria, Jorge Oñate es contratado por un grupo local llamado Los Guatapurí, para arriesgarse a ser el primero en forjar a que el cantante sea la figura central del folclor, cuando la tradición había impuesto hasta entonces que las estrellas era los acordeoneros, que componían, cantaban y tocaban; es decir, en la carátula de los LP, siempre aparecía el nombre en letra grande de los acordeoneros “y los vocalistas, como él, aparecían como invitados, en letra más pequeña”, escribe acertadamente Liliana Martínez Polo en El Tiempo.
- Le puede interesar:
- Se fue Jorge Oñate: solo nos quedan Poncho Zuleta y Beto Zabaleta
Con Los Guatapurí, Oñate grabó el LP Festival Vallenato. Al año siguiente, se une a la ya famosa agrupación musical Los Hermanos López. Y, en 1972, rompe otro paradigma del folclor: se sube a cantar en la tarima, acompañando a su acordeonero Miguel López, que competía por la corona de Rey Vallenato, título que obtuvo. Antes de ese año, “todos los acordeoneros cantaban, aunque no fuera su fuerte, en la competencia”, agrega Liliana Martínez en El Tiempo.
- Le puede interesar:
- La rivalidad entre Diomedes Díaz y Jorge Oñate, contada por un oñatista
Después de Los Hermanos López, Jorge Oñate grabó con grandes acordeoneros, como Emiliano Zuleta Diaz, Nicolás Elias ‘Colacho’ Mendoza, Raúl ‘El Chiche’ Martinez, Juancho Rois, Álvaro López, Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, Julián Rojas, Christian Camilo Peña y Fernando Rangel. Conocido como ‘El Jilguero de América’ o ‘El Ruiseñor del Cesar’, este cantante de La Paz, Cesar, también estuvo en la política, desde concejal de su pueblo del alma hasta congresista, como segundo renglón de Alfredo Cuello Dávila, a quien reemplazó algunas veces.
Jorge Oñate, ícono del folclore que en 2010 recibió el Grammy Latino a la Excelencia Musical (2010), murió en la madrugada del domingo 28 de febrero en Medellín.
Publicada en el Semanario La Calle el 29 de abril de 2024
Me siento triste cuando escucho sus canciones y recuerdo a ese paisano que tantos momentos de alegría nos dio y más que todo cuando uno está fuera de su patria natal una canción de el me humedece los ojos por tanto recuerdos fuiste grande jorge
ResponderBorrarGracias por su amable lectura
Borrar