30 abr 2024

El Festival de la Leyenda Vallenata nació en los patios de Valledupar y en los pueblos

Por John Acosta

La pregunta fue directa, ahí mismo en el aula múltiple colmada aún de gente, pero el investigador y folclorista Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa, a pesar de las dos horas largas que lo antecedieron en una cátedra con Iván Villazón, no se dejó envolver y ripostó con la altura y el conocimiento adquirido en sus muchos años de estudio. ¿Cómo fue la génesis del Festival de la Leyenda Vallenata con el antecedente del festival vallenato que hizo Gabriel García Márquez en Aracataca? “Ummm, ese cuento es de ahora”, dice el historiador cesarense.

“Que se haya hecho una parranda en Aracataca o en Fundación y que sea antecedente del festival, yo nunca he concebido eso ¿sabe por qué? porque el concurso de acordeoneros que se institucionalizó, no se creó, se institucionalizó en el Festival Vallenato, venía haciéndose hacía décadas  en todas las fiestas patronales de todos los pueblos de la región”, agrega. Y contó los grandes encuentros que terminaban en batalla campal entre los aficionados de uno contra los aficionados del otro.


Entre esos choques musicales antiguos está el que se dio entre Juanchito Granados, de Camperucho,  y Efraín Herrera, de Valledupar. “No se definía nunca quién ganaba porque si era allá, ganaba el de allá; y, si era aquí, ganaba el de aquí; entonces, pusieron un lugar intermedio, que fue Valencia de Jesús”, asegura Tomás Darío Hinojosa. 


Es fácil imaginar la romería de gente viajando desde distintos pueblos hasta Valencia de Jesús para no perderse ese gran duelo entre los colosos del acordeón de la época; obviamente, esas trochas y caminos la recorrían en caballos, mulos o burros porque el mundo apenas comenzaba por estas tierras; por supuesto, el encuentro  terminó también  en una batalla campal entre las barras; o sea, esos duelos musicales eran lo tradicional.


Tomás Darío Gutiérrez
El más antiguo encuentro, que es histórico, (Tomás Darío entrevistó gente que lo vivió, personas de más de 100 años de edad) fue entre Francisco el Hombre y Abraham Maestre. Sucedió en Atánquez. Cristóbal Luque, otro acordeonero, se trasladó hasta Machobayo a traer a Francisco el Hombre. Luque había sido derrotado permanentemente por Iván Maestre y trajo a la hoy leyenda de la música vallenata. Se reunieron todos los pueblos vecinos en Atánquez para ver ese encuentro y decidir quién era el ganador. Ganó Abraham Maestre.


Lo de Aracataca fue una parranda, no un festival


El maestro Gustavo Gutiérrez Cabello le dijo a La Calle que a él le consta que lo de Aracataca no fue un festival. “Fue una parranda vallenata, en la que estuvo Gabriel García Márquez, Rafael Escalona, Consuelo Araújo Noguera, yo no fui porque me dio flojera”, dice el famoso compositor. Narró que ahí pudo iniciarse la idea de hacer el Festival de la Leyenda Vallenata, “con el apoyo de doña Cecilia, el doctor López, de García Márquez, de Escalona y Consuelo, que organizaron el primer festival en 1968”.


Gustavo Gutiérrez dice que recuerda esa parranda en la tierra del Nobel “porque hubo algo bonito. Trataban de llevarse a Jaime Molina en la camioneta María la bandida, que tenía Rafael Escalona. No fue un concurso, fue una parranda”, insiste.  El nombre de la camioneta vino de una ranchera de José Alfredo Jiménez. “Y Escalona le puso el letrero a la camioneta”, recuerda el maestro. “Jaime Molina no fue porque se escondió: no quería ir”.


Gustavo Gutiérrez reconoce que esa parranda aceleró la realización del festival en Valledupar. “Fue un estímulo importante para el Festival de la Leyenda Vallenata porque lo de Aracataca tuvo mucha publicidad en la prensa nacional porque estaba García Márquez ahí”.


Pachanga, llamó Gabo a lo de Aracataca


Gabriel García Márquez
El premio Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez, ya había terciado sobre el asunto en una columna titulada Valledupar, la parranda del siglo, publicada en 1983. "Aquella pachanga de Aracataca no fue el primer festival de la música vallenata -como ahora pretenden algunos- ni quienes la promovimos sin saber muy bien lo que hacíamos podemos considerarnos como sus fundadores. Pero tuvimos la buena suerte de que le inspirara a la gente de Valledupar la buena idea de crear los festivales de la leyenda vallenata. Así fue, y en 1968 se llevó a cabo el primero con todas las de la ley, y en la ciudad de Valledupar, que es la sede natural por derecho propio. El primer rey elegido fue el rey de reyes, Alejo Durán, que de ese modo le dio al certamen su verdadero tamaño histórico. Aunque ya para esa época la música vallenata empezaba a treparse por la cortina de los Andes tratando de conquistar a Bogotá, todavía no lograba conquistar el corazón de muchos fuera de su ámbito original", escribió García Márquez, entonces. 


De fiesta religiosa a festival 


El compositor Gustavo Gutiérrez recuerda las parrandas que se armaban en los patios de las casas de Valledupar, en las festividades de la Virgen del Rosario. “Estaba yo pelao y recuerdo cuando salían los diablos: lo hacían ahí, al frente de la iglesia, en la Plaza Alfonso López. Iba la procesión con los indios bailando”, cuenta. “Aquí hacían bailes, lo que llamaban antes Las Colitas. Eran parrandas en los patios . Mi papá parrandeaba con unos trabajadores de la finca de él, que vivían en el Cañaguate. Había dos, tres acordeoneros y hacían sancochos de chivo, de gallina”. 


Entonces, lo que se hizo en el Festival de la Leyenda Vallenata fue acoplar lo que se hacía en las poblaciones (como lo contó el investigador Tomás Darío Gutiérrez) con esas parrandas de los patios, “en el barrio Cañaguate, que era lo tradicional” (como lo dice Gutiérrez Cabello) y trasladar a la Plaza Alfonso López y organizarlo oficialmente como un festival. Le pusieron la Leyenda Vallenata por lo que sucedió con la Virgen del Rosario en el ataque de los indígenas”, concluye el famoso compositor.


Agrega que Alfonso López dio todo el apoyo económico. “Escalona también apoyó, pero la abanderada número uno fue Consuelo: íbamos mucho a su casa y la veíamos entusiasmada haciendo las invitaciones”, recuerda Gustavo Gutiérrez.


Primer festival: Emilianito perdió la corona 


Gustavo Gutiérrez Cabello
Gustavo Gutiérrez Cabello fue jurado en ese primer Festival de la Leyenda Vallenata, junto a Rafael Escalona y a Luis Enrique Pumarejo. El concurso de acordeón se desarrolló en una tarima de madera, como se hacía en los pueblos de la región: se armaba y, una vez, culminado el festival, se desarmaba. 


“Esa primera tarima se hizo frente a la casa de Blanca Cabello”, aclara el compositor. “Emilianito Zuleta Baquero no se presentó porque andaba con Alfonso Murgas  y con Andrés Becerra, tomando tragos. Adolfo Acuña Porras, que era el presentador, un locutor de Radio Guatapurí, lo llamó tres veces. Fue descalificado. En el concurso participaron Alejo Durán, que fue quien se robó la simpatía del pueblo y Ovidio Granados quedó de segundo,  Luis Enrique Martínez quedó tercero  porque el ‘Pollo’ Vallenato llegó bastante en temple. Como era el primer festival, los concursantes no lo tomaron muy en serio. Ovidio llegó bastante tragueado y quedó en tercer puesto”.


Publicado en el Semanario La Calle, el 29 de abril de 2024

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