¿Por qué Rodolfo Hernández ha subido tanto?

Por John Acosta

Lo más obvio sería que, con la enorme polarización que vive el país en materia política, azuzada por el petrismo (izquierda radical) y la derecha, el centro cuidadoso sería el encargado de unir a los colombinos en tornos a unas ideas y unos planes de gobiernos mesurados y posibles de implementar; sin embargo, en este escenario, el centro político cometió un error estratégico que fue aprovechado por la izquierda. Y el centro está rezagado hoy en la intención de votos de los colombianos. Surge, entonces, una figura que, a pesar de su edad avanzada (aunque cerca de tres años menor que la Joe Biden, de Estados Unidos) promete no dejarse tentar por partidos políticos ni por personajes de la política tradicional: el ingeniero Rodolfo Hernández Suárez. Y lo ha cumplido hasta el momento.

Cuando se anda por las calles de cualquier ciudad colombiana, en esta campaña electoral, uno ve afiches de Fico y de Petro en la mayoría de los vidrios traseros de los vehículos que ruedan. Y, muy de vez en cuando, se topa con una calcomanía perforada del ingeniero Rodolfo Hernández ¿Tiene esto que ver con la falta de una estructura política (léase partidos y políticos tradicionales) que lleven la logística de la campaña del ingeniero? ¿Qué tanto puede favorecerle o afectarle esta situación frente a los votantes?

Álvaro Gómez Hurtado

Lo cierto es que le ha favorecido. Y mucho. La gente no asocia al ingeniero Hernández con ningún político tradicional y ni con ningún político cuestionado; por supuesto, esto lo hace ver, frente a una buena parte del electorado, como una persona libre de compromiso; es decir, va a llegar a gobernar sin las ataduras de tener que repartir burocracia y ferias de contratos amañados a los dirigentes de siempre.

La errada estrategia del centro, de unirse al 

Álvaro Uribe Vélez

Régimen (como lo llamaba Álvaro Gómez Hurtado: sindicatos, medios de comunicación masiva, justicia, dirigentes gremiales y políticos, religiosos, en fin, todo los que tienen poder en el país) para atacar solo a Álvaro Uribe (como, en su momento, atacó al mismo Gómez Hurtado), pues había que destruir al gran elector contemporáneo en Colombia, hizo desdibujar al centro como centro, ya que la gente lo alineó también con la izquierda. Esa decisión del llamado centro, de atacar a la derecha, pero no a la izquierda, le hizo perder su carácter centrista y le desequilibró su balanza a favor del otro sector, la izquierda; entonces, el elector de ese sector se dice “¿para qué dos izquierdas, si ya tenemos a la que siempre se ha ubicado como tal?”. Y el elector de centro se sintió sin representación.

Desertores de Petro

Gustavo Petro

Hasta que apareció Rodolfo Hernández con su discurso anticorrupción. Para él, los corruptos no tienen ideologías, como lo pretendía hacer ver el llamado centro al principio. Gustavo Petro, representante de la izquierda radical, se vendió como el político de la honestidad y la transparencia, pero se hizo rodear (y hasta los hizo elegir congresistas, al ubicarlos en lugares privilegiados en la lista cerrada de su llamado Pacto Histórico) de personajes siniestros para la opinión del resto de colombianos; además, al creerse el Rey Midas de la pureza (que todo asesino, corrupto, violador, secuestrador, narcotraficante que toque será, como por arte de magia, limpiado), invitó a toda escoria humana a unírsele para poder ser salvados de sus oscuros destinos. Esto ha generado el rechazo de gran parte de sus electores iniciales: solo le queda una feligresía borrega que lo ve como el Gran Mesías que salvará a Colombia, por fin, de sus penumbras. El resto de su electorado, pensante, se pasó para donde Rodolfo Hernández.

También Fajardo pierde adeptos

Sergio Fajardo

Por su parte, Sergio Fajardo carga con el lastre del error estratégico que cometió su sector. Y, de vez en cuando, le tira un puyazo a Petro, pero sigue obsesionado con su discurso antiuribsta, que lo ubica más a la izquierda que en el centro, lo que ha hecho que muchos de sus electores emigren también para donde Rodolfo Hernández. Hay que agregarle que la gente no se traga a Fernando Cristo (quien hábilmente se ha querido vender como de centro), ni tampoco a algunos acompañantes de Alejandro Gaviria (causante, precisamente, de la salida de Íngrid Betancourt de esa coalición). Para el colombiano común, cansado (y, sobre todo, víctima) de una dirigencia corrupta, con esos acompañantes, nadie puede presumir de ser adalid de la moral política.

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De Fico también han emigrado

Fico Gutiérrez

De otro lado, Federico Fico Gutiérrez, a quien Fajardo y Petro han presentado como el candidato del uribismo, había canalizado el disgusto de los electores de derecha con las cuestionadas compañías de Petro y de Fajardo. Y, por supuesto, eso lo ubicaba como el firme contendor de Gustavo Petro en una eventual segunda vuelta; no obstante, ante la emigración de posibles votantes fajardistas y petristas hacia el ingeniero Rodolfo Hernández, tal y como lo reflejan las tres últimas encuestas, el ex alcalde de Bucaramanga se perfila como el firme ganador frente a Gustavo Petro en una segunda vuelta. Esto ha hecho pensar a muchos votantes de derecha sobre la posibilidad de que mejor quede el ingeniero y no Fico en una segunda vuelta.

Es curioso, pero lo único que une a petristas y a uribistas del común es que Rodolfo Hernández es mejor que el otro: “el ingeniero es confiable; en cambio, Petro no”, dicen los de derecha; “prefiero al ingeniero que a Fico”, dicen los de izquierda. Tanto en la campaña de Fico, como en la de Petro, son conscientes de esto y ambos se han encaminado a atacar al ingeniero.

La verdad es que muchos votantes de Fajardo y el ingeniero en primera vuelta, jamás votarían por Fico en segunda; algunos, tampoco por Petro: prefieren votar en blanco; sin embargo, todos los votantes de Fico en primera vuelta, votarían por el ingeniero en segunda, lo mismo harían la mayoría de los votantes de Fajardo. Es por eso que la gente ve más a el ingeniero que a Fico como el vencedor de Petro en una segunda vuelta.