“Estereotipos y roles de género: la construcción social de lo masculino y femenino”: Café Filosófico Uniatónoma

Por Valentina Cantillo Bolaño

A las dos de la tarde, en el tercer piso de la Biblioteca Benjamín Sarta de la Universidad Autónoma del Caribe, se realizó el último Café Filosófico del semestre 2019-2, donde Cecilia De Alba Narváez, representante de la Comisaría de Familia, trabajadora social y abogada, especialista en Derecho de Familia y magíster en Estudios de Género y Violencia Intrafamiliar, fue la encargada de dirigir el tema del encuentro, titulado “Estereotipos y Roles de Género. La construcción social de lo femenino y masculino”.

Como es tradicional, el Café Filosófico de la Universidad Autónoma del Caribe es organizado por el Departamento de Humanidades, con el apoyo de la Biblioteca Benjamín Sarta. Para el tema de hoy, se vinculó activamente Bienestar Universitario.

La doctora Cecilia inició la presentación con una actividad. Entregó a todos los asistentes un recuadro con distintas profesiones, al lado de cada una se debía indicar si era solo para hombres, mujeres o para ambos. La dinámica permitió contextualizar al público en uno de los estereotipos que se manejan en sociedad.

En continuidad con el tema, De Alba explicó la diferencia entre sexo y género, diciendo que el primero de estos términos se refiere a la anatomía, lo que apunta a las características fisiológicas y sexuales con las que nacen hombres y mujeres. Mientras que el género se refiere a los comportamientos y normas que la sociedad ha determinado para cada sexo; además, explicó que los roles y estereotipos de género son producto de “constructos sociales”, los cuales asignan cualidades y papeles a las persona en razón de su sexo.

La reproducción de dichos estereotipos se atribuye a la formación que se da en los hogares, ya que los primeros conocimientos son apropiados y trasmitidos desde la familia.

“Lo que aprendemos en la familia, es lo que reproducimos. Y para eso estamos en estos espacios, para cortar esas ideas. Ustedes que van a tener sus hijos, ya tienen que pensar en educarlos de otra manera, educarlos en la equidad de género, en la igualdad, en el reconocimiento de las diferencias de las personas”, dijo De Alba.

Asimismo, hizo énfasis en la superación de los estereotipos y roles, alegando que estos afectan el sano desarrollo de las personas en sociedad.

“Esos estereotipos están generando la violación de los Derechos humanos de las personas. Nos vulneran laboral, política y económicamente. Como académicos, intelectuales y profesionales debemos superar. Tenemos que tratar a todos los seres humanos como personas sujetas de derecho en igualdad de oportunidades. Los estereotipos y roles de género quedan a un lado. Hombres y mujeres guardamos algunas diferencias físicas, pero no quiere decir que los hombres sean más capaces ni física ni intelectual ni emocionalmente, ambos tenemos las mismas capacidades”, agregó De Alba a su participación.

Llegando al final de la ponencia, se dio el momento para las intervenciones. La funcionara de Bienestar Universitario Alba Ibáñez, de la Universidad Autónoma del Caribe, señaló la importancia de desvincularse de las marcas del conflicto y aprender a respetar al prójimo.

“Colombia es un país lleno de comportamientos violentos. Así nos hemos levantado y así nos hemos educado. Es momento de que nosotros también cortemos esa vena, y empecemos no a ponernos en el zapato del otro, sino a mirar al otro como me miro a mí mismo, a respetarlo indistintamente de su condición, género y sexo. Porque el respeto hacia el otro es lo que prima entre nosotros los seres humanos”, dijo Dnajar en su intervención.

A las intervenciones se sumó el profesor Juan Carlos Escalante, quien invitó a los jóvenes, como “Generación del cambio”, a trabajar por la igualdad, tolerancia y diversidad que unifican a una sociedad.

La culminación del evento fue con un mensaje de Cecilia De Alba, donde convocó a la superación de los estereotipos para generar paz, equidad y justicia. Porque, como dijo: “Los cambios y la revolución no se hacen en los montes, se hacen aquí, en cada uno, con nuestra vida y con nuestra familia”