Por
John Acosta
Desde las ocho de la mañana, y
hasta mucho después del mediodía, el Polideportivo de la Universidad Autónoma
del Caribe estuvo de fiesta. Los jóvenes (y sus familiares y amigos), participantes
del Festival Deportivo 2019-01, donde compitieron los estudiantes de primer
semestre de esta universidad, que escogieron disciplinas deportivas en el curso
Deporte y cultura, mostraron sus destrezas, aprendidas en el transcurso del
semestre. El evento masivo inició como toda justa atlética: con el desfile de
los participantes, agrupados en las distintas ramas.
Luego, cada una de las
delegaciones deportivas partió hacia su área de competencia. Y ahí estuvieron
acompañados de sus profesores, familiares y amigos. La piscina semi olímpica, las
canchas de baloncesto, voleibol, microfútbol y fútbol fueron escenarios de
trabajo en equipo, de concentración, de destreza, de camaradería, de público
vibrante con las demostraciones de talento de cada deportista.
Natación
Entre el público había un
padre de familia orgulloso. Él contó que su hija nunca se había metido a una
piscina, pero que, a principio de semestre, lo sorprendió con la decisión
tomada por ella. “Me dijo: ‘Papi, me matriculé en Natación’. No le dije nada,
pero me preocupaba su problema de motricidad”, contó orgulloso. Su esposa
también lo acompañaba esa mañana, pues también quería presenciar los grandes
progresos logrados por su muchachita. El profesor John Barrera dijo que ella,
al principio, lloraba antes de meterse a la piscina. En el Festival terminó
ganándole a varios competidores y pasó a la semifinal. “Estuvo a punto de
llegar a la final: por muy poco no lo logró. Me gustó que sus propios
compañeros terminaron aplaudiéndola”, agregó feliz el docente Barrera.
En el Festival Deportivo, en
natación hubo series eliminatorias con 48 estudiantes que participaron. Las
series fueron de seis competidores cada una. De esos, clasificaron los tres
primeras para la siguiente ronda. En total, compitieron 12 mujeres y 36 hombres.
Durante el curso, se enseña
flotación, que es lo primero; luego, inmersión, que es aguantar la respiración
y sumergirse; después, se hacen ejercicios metodológicos para que el estudiante
aprenda un estilo Crwall (libre): es el único que se enseña por el tiempo, que son
32 horas durante todo el semestre.
Se inicia con la patada,
brazada, ritmos de respiración y entrada al agua, tanto en posición baja, media
y alta. Y se hace un ejercicio de vadeo, donde se les enseña a los estudiantes
flotar en profundidades: les sirve para salvarles la vida en situaciones reales.
El curso termina con el Festival
Deportivo. Precisamente, en esta edición, los resultados fueron: en femenino,
ganó Nathalia Gómez; segundo lugar, Melanie Camargo; y tercero, Daniela Pineda.
En varones, el campeón fue Deivis Miranda; segundo, Diego Ramírez; y tercero, Joyner
Redondo.
Baloncesto
La cancha de baloncesto queda
cerca a la piscina olímpica, por lo que el público pudo disfrutar de la
competencia de estos dos deportes; por supuesto, cada cesta fue celebrada con
el júbilo merecido por parte de los hinchas del equipo, pero se notaba la
mirada de tristeza en grupo contrario.
En baloncesto, participaron 40
estudiantes, distribuidos en ocho equipos. Se jugó eliminación sencilla para
hacer ocho partidos, incluyendo semifinal y semifinal. Hubo cuatro partidos de eliminación
directa y dos semifinales, de los cuales los ganadores iban a la final; y los perdedores,
a tercero y cuarto.
Microfútbol
Las canchas de voleibol y de
microfútbol son vecinas; por tanto, los hinchas pudieron seguir, al tiempo, los
dos eventos deportivos. También aquí, los jóvenes mostraron dominio de balón,
efectividad en los pases, coordinación para el trabajo en equipo, tolerancia y
disciplina. Más que una competencia, lo que se vivió fue una fiesta del
deporte.
En microfútbol, salieron tres
equipos, entre 50 jugadores; obviamente, se realizó un triangular. Y el que
hizo más punto fue el campeón. Todos sudaron, literalmente, la camiseta: ni
siquiera la brisa, que, a veces, soplaba en el polideportivo pudo amilanar el
calor producido por la densa humedad, que presagiaba un fuerte aguacero.
Como se dice en los concursos
de reinado de belleza: todos merecían ser premiados por su tenacidad dejada en
la cancha, pero las cifras finales pudieron terciar ante tremendo dilema: Jorge
Siado Ramírez, goleador; y el arquero Jonathan Pineda Gómez, valla menos
vencida. El campeón fue el Juventus y el subcampeón fue el Ajax.
Voleibol
El voleibol dio una excelente
muestra de inclusión de género: los equipos estaban integrados por mujeres y
por hombres. El carácter mixto mostró el respeto por la diversidad y la
aceptación de la igualdad en la diferencia. Fue grato ver cómo todos dieron lo
máximo, sin miramientos ni discriminación, sin superioridades ni
inferioridades: como se dice en el argot popular “de tú a tú, de igual a
igual”.
Lo cierto es que hubo más
mujeres que hombres. De los 64 jugadores, por lo menos, 40 fueron mujeres;
obviamente, dentro de la cancha no se distinguía por género porque, como se
dijo, hubo un solo contrincante: el equipo rival, que también era mixto. La
camaradería entre hombres y mujeres fue evidente en cada uno de los grupos en
disputa.
Jugaron cuatro equipos, con 16
jugadores cada uno. Disputaron cinco partidos, en total. Los grabadores del
primer partido disputaron la final. Y los perdedores lucharon por el tercer y
cuarto puesto.
Fútbol
En las cuatro años que se
lleva realizando este Festival Deportivo, nunca había salido ningún estudiante
lastimado; sin embargo, en esta edición, lamentablemente, un jugador de fútbol
salió lesionado. Fue una caída no aparatosa. De inmediato, se activó el protocolo
establecido por la Universidad Autónoma del Caribe para estos casos. Y se pudo
superar la emergencia en forma satisfactoria.
Lo hermoso del deporte son los
buenos gestos de sus practicantes. El equipo de fútbol del joven que sufrió la
lesión disputó la final; no obstante, perdió en la definición por penaltis.
Precisamente, sus compañeros le llevaron el trofeo de subcampeones a su
coequipero, quien lo recibió con alegría en su alcoba de recuperación.
Ochenta estudiantes
participaron en la disciplina de fútbol. Los seis equipos jugaron a la eliminación
directa en partidos de 20 minutos. Hubo que suspender el partido porque el
aguacero que presagiaba la alta humedad de toda la mañana, finalmente, se
desgajó al filo del mediodía. Mientras llovía, se llegó a un acuerdo con los
futbolistas: por seguridad, era mejor no continuar una vez escampara porque la
cancha mojada suponía un peligro de resbalón para los participantes; se acordó,
entonces, definir tiros penalti.
Por supuesto, esa final le
agregó una tremenda emoción al encuentro, que había sido enfriado por la
lluvia. Al final, el equipo campeón fue Atlético de Madrid y el subcampeón,
Manchester United. El trofeo de la valla menos vencida fue para el arquero
Bayron Suárez y el del goleador fue para Eduardo Cano.
Tantos los padres, como amigos de los estudiantes agradecieron a los docentes del área de deporte: John Barrera, Juan Carlos de la Hoz, Fabián Zapata, Vietnam Escalante, Giovanny Santiago, Rafael Ospino
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