31 ago 2016

Lo que se da en las celebraciones bomberas

 Si es cierto eso de que “somos lo que damos”, entonces, la índole de este corregimiento está tocada por la creatividad, el entusiasmo y el arte de no ir con las manos vacías: el arte de dar.

Texto y fotos: Linda Esperanza Aragón

Hay que ser ocurrentes para no llegar con las manos vacías a un cumpleaños, matrimonio, o grado. Cuando hay una “recocha”, los invitados se las ingenian para sorprender al agasajado. Asistir es bonito, pero dar es armonioso.

Bomba, Magdalena, se dinamiza cuando se van entregando las tarjetas de invitación de casa en casa. “¡Hoy la recocha va a está buena!”, es la expresión que más repite. Todos emocionados están atentos a que llegue la hora del festín para emperifollarse y perfumarse. Pero hay algo que es esencial y que requiere de creatividad: el regalo.


Si no hay tiendas de ropa, ni boutique de accesorios, ni repostería, entonces, ¿qué se regalará? es sencillo, se hace magia con el ingenio y se escoge algo cotidiano, pero que fascine al cumplimentado, comprometido, o graduado:

-        - Hoy hay un matrimonio, ya tengo el regalo pa’ llevá, carajo.
-          -Jicho, ¿y qué vas a llevá?
-        - Ay, mamá, una gallina pa’ que hagan sancocho, o pa’ que la críen en el patio.

Este regalo es magnífico y siempre asombra, pues se trata de una gallina que puede ser útil para complementar la comida de la fiesta, o que se puede criar durante un tiempo para guisarla en otra fecha especial. Una gallina siempre caerá bien. Es un obsequio fenomenal.
Además de dar gallinas, hay otros regalos que igualmente agradan, que sirven para el uso diario y suplen algunas necesidades:
-       
 - Me invitaron a un cumpleaños. Voy a regalá un jabón de oló. Ese sí es un regalo elegante, fino.

Y es que bañarse con un “jabón de oló” -como lo llaman en la población-, resulta ser refinado y fuera de serie. Bañarse con jabón humectante significa renunciar al Jabón Oro por un período. El jabón que se obsequia es suave y huela a rosas, coco, cerezos, o avena; la higiene personal toma otros matices al privilegiar a la piel con jabones de baño como Lux y Palmolive, los productos más concedidos en las fiestas.

Hay quienes todavía le ponen más inspiración al asunto. Tienen chispa para diseñar o escoger un presente que guste:

-      -Voy a comprá una gaseosa en la tienda y le voy a amarrá un lazo que lleve envuelto un billete de cinco mil o de dos mil pesos.
-          -Vea la vaina, eso sí está bueno.
-         - ¡Hombe!, usté sabe lo sabroso que es tomarse una Postobón.

En este caso, tomarse una Postobón significa renunciar al agua e’ panela, también por un tiempo. Y el billete que acompaña a la botella se emplea en pan, Promasa, aceite, arroz, o granos. Es decir, la gaseosa es un buen complemento para cualquier plato. Es un deleite combinarla con distintas comidas. Vale aclarar que el agua e’ panela es deliciosa y que se ajusta a múltiples platos, eso no se omite. En Bomba, el aguapanela es como un refresco inagotable, es típico, no obstante, la bebida gaseosa saca un poco de la rutina al momento de comer.

La ropa interior también hace parte del abanico de opciones. No hay una tienda que venda esto; sin embargo, nunca falta el comerciante que viaja hasta el pueblo para ofrecer su mercancía:
-         
-Quisiera regalar algo bonito, que sea gustoso…
-          -Mijo, la señora Alma ya está aquí en el pueblo y trajo mercancía.
-          -¡Qué buena noticia me has dao’!, le compraré una “pantaleta” a la cumplimentada. 

Las pantis, calzoncillos y medias representan un regalo formidable; el closet o el baúl se llenan con nuevas prendas que son de gran utilidad. Cuando se estrenan  pantaletas o calzoncillos es inevitable que no se presuma ante los familiares, vecinos y amigos. Esto es sinónimo de frescura:

-          -‘Comaita’, hoy estoy estrenando pantaleta. Me la regalaron ayer.
-      -Qué bueno, comaita. Esta semana le voy a encargá una docena a mi suegra que va pa´ Calamar, porque el cumpleaños mío todavía está lejos.

Las gallinas, jabones de olor, gaseosas y ropa interior son algunos de los regalos que engrandecen las manos y satisfacen el corazón de los invitados a los festejos de Bomba. Más allá del obsequio; está el carisma y la intención con que se da. Desde un cumpleaños hasta un matrimonio, cada presente es significativo. Y si es cierto eso de que “somos lo que damos”, entonces, la índole de este corregimiento está tocada por la creatividad, el entusiasmo y el arte de no ir con las manos vacías: el arte de dar.

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