Santos y Serpa |
Por
John Acosta
La amnesia colectiva de este
bendito país se sorprende ahora porque Horacio Serpa fue al Palacio de Nariño a
pedirle al presidente Juan Manuel Santos que ternara el nombre del actual
fiscal encargado Jorge Fernando Perdomo para que fuera nombrado en propiedad en
el cargo que no merece. Ya la desvergonzada politiquería de este país había
usado no solo a la Fiscalía General sino también a la Procuraduría General para
premiar a personas serviles a sus intereses. No es justo con las nuevas generaciones
de este amado país olvidar tan fácilmente las odiosas jugadas del maridaje
entre justicia y política de nuestra historia reciente. En marzo de 1996, el
entonces fiscal Alfonso Valdivieso Sarmiento vinculó al proceso 8.000 a los dos
más cercanos ministros del presidente Ernesto Samper: Rodrigo Pardo, de Relaciones
Exteriores, y Horacio Serpa, del Interior. Los dos abogados que defendieron
exitosamente a los ministros fueron premiados durante el mismo gobierno de
Samper. A Alfonso Gómez Méndez, abogado de Pardo, lo nombraron Fiscal General;
y a Jaime Bernal Cuéllar, abogado de Serpa, lo nombraron Procurador General. Y todo
así de fácil, sin inmutarse siquiera.
Bernal Cuéllar y Gómez Méndez |
Valdivieso renunció para no
inhabilitarse en su aspiración a la Presidencia, pues sus hallazgos con el
proceso 8.000 le habían generado un gran cariño entre los colombianos. Y
el procurador Orlando Vázquez Velázquez había
sido destituido por la Corte Suprema de Justicia. De manera que a Ernesto Samper
le llegó como anillo al dedo la vacancia repentina de esos dos cargos y, como
por arte de magia, los ocuparon los dos abogados de sus ministros. Por
supuesto, el escándalo judicial declinó lentamente.
María Emma Mejía, Hugo Chávez y Nicolás Maduro: tiempos de Unasur |
El país había sumido en el ostracismo
a los principales protagonistas del proceso 8.000, hasta que el Gobierno del
presidente Santos los rescató del olvido. A María Emma Mejía le criticaron
enormemente cuando el Samper del proceso 8.000 la nombró ministra. Ella, para
desembarazarse de esas críticas, alcanzó a decir en una entrevista que llegaba
a ese Gobierno para ayudarle a buscar “una salida digna a ese hombre”,
refiriéndose, por supuesto, a Samper. Se olvidó pronto de ese compromiso
personal, tanto, que terminó siendo la candidata a la Vicepresidencia de la República
del derrotado candidato presidencial Horacio Serpa. Juan Manuel Santos la apoyó
para que fuera elegida Secretaria General de la Unión de Naciones del Sur,
Unasur, en 2011. En febrero de 2014, el
mismo Santos la nombró embajadora de Colombia ante la Organización de las Naciones
Unidas, ONU.
Juan Fernando Cristo fue
Consejero para las Comunicaciones en el Gobierno de Samper. Recuerdo una nota periodística
de la revista Semana de la época, en donde esa publicación se quejaba de la especie
de censura que quería ejercer Cristo en ese entonces. La nota daba cuenta que
Cristo siempre visitaba a la revista el día de cierre de edición y trataba de “aconsejar”
que no se publicaran artículos del proceso 8.000. Hoy, Juan Fernando Cristo es
el flamante Ministro del Interior del presidente Santos.
Ernesto Samper y Nicolás Maduro: los duros de Unasur |
El mismo ex presidente Ernesto
Samper, principal protagonista del escándalo judicial del proceso 8.000, por
cuanto fue elegido presidente con los miles de millones de pesos del cartel de
Cali que financió su campaña, hoy es el Secretario General de Unasur, gracias
al apoyo del presidente Juan Manuel Santos.
Alfonso Gómez Méndez, que
había sido premiado con la Fiscalía General en el gobierno de Samper, por haber
defendido con éxito a uno de los ministros de Samper vinculado al proceso 8.000,
fue ministro de Justicia del gobierno de Juan Manuel Santos en 2013 y 2014.
La lista, por supuesto, es
larga. No alcanza este espacio para mencionarlos a todos; sin embargo, con lo
dicho, es suficiente para decir que no debe extrañar que Horacio Serpa haya
visitado al presidente Santos para exigirle que terne a Jorge Fernando Perdomo
para que sea nombrado en propiedad Fiscal General de la Nación.
El presidente Santos posesiona a Perdomo como Fiscal encargado |
Lo peor es que Perdomo ni
siquiera merece ser Fiscal encargado.
Las razones las han expuestos numerosos columnistas de prensa. De ellos,
solo voy a tomar lo que dice María Jimena Duzán de Perdomo: “No se lo merece.
Las investigaciones que asumió por cuenta de que su jefe tenía un conflicto de
intereses no lo dejan bien parado: no pasó nada con Saludcoop y ahora anda en
la tarea de ver cómo pacta con los cerebros del desfalco de InterBolsa, un
principio de oportunidad, para que Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz -¡por
favor!- salgan libres convertidos en víctimas. Para no hablar de lo que le hizo
a la actriz Carolina Sabino cuando le abrió una investigación por haber
abortado porque se negaba a hablar en contra del hacker Sepúlveda o cuando decidió
capturar al novio de la directora del Instituto de Bienestar Familiar, Cristina
Plazas, el día de su boda, en represalia por que ella había sacado de la
entidad a un protegido suyo”.