No puede haber mayor
frustración para un ciudadano que sentirse sin el respaldo de las autoridades
gubernamentales para hacer que las empresas privadas cumplan con el compromiso
adquirido con sus clientes. De esta triste realidad pueden dar fe los centenares
de habitantes del sector de Villa Campestre, que compraron su vivienda al Grupo
Andino Marín Valencia (Grama Construcciones), confiados en las bellezas que
esta constructora les vendió en las maquetas, pero se han topado con la cruel
situación del incumplimiento en la adecuación de las calles que circundan los
conjuntos residenciales levantados por esta organización en esta parte del
municipio de Puerto Colombia. Lo peor de este caótico escenario, es que los funcionarios
de la Alcaldía, que deberían tener como fin la protección de sus pobladores, no han hecho nada para obligar
a Grama a pavimentar lo que se comprometió.
Esta es la maqueta que Grama les presentó a sus clientes al momento de la compra. Lo que está señalado en el recuadro rojo es lo que falta por pavimentar |
Concretamente, al Boulevard
Ciudad del Mar, en el costado que da a la Olímpica y rodeado por más de media
docena de conjuntos residenciales construidos por Grama Construcciones, le
faltan menos de 500 metros de pavimento. Este pedazo de calle se ha vuelto una
trocha intransitable por la obvia cantidad de hueco que salen, debido al
tránsito constante no tanto de los vehículos propiedad de los vecinos, todos
clientes confiados de esta constructora, sino, sobre todo, de las volquetas
contratadas por esta empresa para sus trabajos de construcción. Como lo muestra
la gráfica que acompaña este texto, en la maqueta con que Grama enamoró a estos
compradores incautos aparece la doble calzada pavimentada. Y a cada uno de los
propietarios les prometía que pronto terminarían el boulevard. Más de dos años
después, los dueños de estas casas sufren todavía las duras consecuencias de la
falta de seriedad de esta constructora.
Este es el estado del pedazo del boulevard destapado |
Los muros que protegen a
estos conjuntos cerrados mantienen con un color grisáceo, debido a la capa de
polvo que los cubre: una constructora seria, no solo se apuraría en cumplir con
la urgente pavimentación del tramo que falta, sino que, además, una vez culminada
esta anhelada obra, pintaría por su cuenta estos muros para suplir en algo las
terribles consecuencias de su atraso. ¿Pueden los habitantes de estos conjuntos
esperar este gesto amable de Grama? Con estos calores infernales que hacen en
esta época, las personas del sector se ven obligadas a permanecer,
literalmente, encerradas en su casa, pues ni siquiera pueden abrir las ventanas
porque se les mete el polvo que se levanta en esta parte destapada del
boulevard.
Otro ángulo del mismo trazo destapado |
La situación empeora con las
lluvias: lo lodazales que se forman impiden el paso de los vehículos, solo
pueden pasar, por su tamaño y fuerza, las volquetas que contrata Grama para
seguir construyendo conjuntos residenciales en los alrededores. La fiebre chikungunya es una enfermedad
vírica transmitida al ser humano por mosquitos infectados. Esos pozos de agua
retenida se convierten en criaderos ideales de estos peligrosos insectos. A uno
le da una desolación tremenda cuando ve a las autoridades hablar de la
prevención y cuidado para no resultar abatido por este virus, pero se hacen de
la vista gorda frente a estas lagunas, formadas en medio de comunidades
indefensas por la desidia de Grama Construcciones ¿A qué se debe el silencio
cómplice de las autoridades municipales de Puerto Colombia, en particular, y
del Departamento del Atlántico, en general, ante la evidente alarma de la
situación descrita?
Los Consejos de
Administración de los conjuntos afectados deben hacer causa común para
enfrentar, tanto la indolencia de Grama Construcciones como la complicidad de
los funcionarios de Puerto Colombia. Conocemos de los esfuerzos realizados por
la administradora del conjunto más afectado. Sin embargo, una golondrina no
hace mucha mella frente a la magnitud de la apatía de esta empresa. Es necesaria
la unión decidida de todos los conjuntos
residenciales aquejados por la situación.
Imploramos a la sensatez de
los dueños de Grama Construcciones para que den solución pronta a este grave
problema, de acuerdo a los permisos de construcción otorgados por las
autoridades competentes. A los funcionarios de la Alcaldía de Puerto Colombia,
les solicitamos que reaccionen a tiempo, antes de que la desesperación de estos
habitantes los lleve a las vías de hecho para exigir la protección de sus
derechos: deben recordar que estos propietarios cumplen, a pesar de todo, con
el pago oportuno del impuesto predial, que, entre otras cosas, no es barato.
Abrigamos la esperanza de
escribir y publicar pronto un nuevo texto con las fotografías de la solución
dada a la problemática planteada.
Lea aquí segunda parte de esta triste historia
Lea aquí segunda parte de esta triste historia
Es una gran pena que las constructoras hagan este tipo de cosas con personas que solo quieren tener su propia casa y asi brindarlkes un bienestar a su familia.
ResponderBorrarY peor aun que el gobierno no tome cartas sobre el asunto.