Por John Acosta
Cualquiera sabe que es peor el escándalo de los “falsos
positivos” que el de Agro Ingreso Seguro: ambos son una vergüenza, pero en el
primero se atentó contra vidas y en el segundo no, aunque sí se robaron dinero de
campesinos necesitados. Sin embargo, al momento de hacer justicia, el ministro
responsable del primer caso fue premiado con la Presidencia de la República y el ministro
responsable del segundo, pagó dos años de cárcel ¿Qué hay de diferencia entre
los dos titulares de esas carteras? Uno contaba (cuenta todavía) con el
favorecimiento del diario El Tiempo y el otro no.
Cuando uno escucha el cinismo con que Juan Manuel Santos
trata de recuperar puntos de popularidad en las encuestas, no puede evitar que
estas tristes paradojas de la política colombiana le ronden por el cerebro
hasta terminar exorcizando en el papel en blanco estos fantasmas del pasado
reciente.
El ex ministro de Defensa, bajo cuya administración
miembros de las fuerzas armadas de Colombia asesinaron a civiles desarmados
para hacerlos pasar como guerrilleros dados de baja en combate, expresó en un
discurso, ahora como Presidente, que, en gobiernos anteriores, la mitad de los
ministros habían terminado en la cárcel, en clara alusión a la administración de
su ex jefe Álvaro Uribe Vélez. Por supuesto, Santos, el ex ministro en cuestión,
hoy embestido con el máximo cargo de nuestro país, debió ir también a la
cárcel, si se trata de que los jefes paguen, por omisión, lo que sus súbditos
hacen. Con esa misma filosofía, es que los antiuribistas exigen que Álvaro
Uribe sea llevado detrás de las rejas para que pague lo que los empleados de Juan
Manuel Santos, Andrés Felipe Arias y “la mitad” de sus ministros hicieron.
No obstante, el gran pecado de Arias fue aspirar a la
Presidencia de la República al mismo tiempo que lo hacía Santos, ambos para
continuar con la política del, entonces, popular presidente Uribe: como la
gente prefería a Arias por su parecido físico con el mandatario, había que
debilitarlo para que le quedara el camino libre a las ambiciones del entonces
ministro de Defensa, fiel, por conveniencia electoral, a Uribe, Juan Manuel
Santos. La periodista Claudia López lo denunció muy bien en una columna que
publicó en el diario El Tiempo: este diario se había ensañado contra Andrés
Felipe Arias para despejarle el camino a uno de sus accionistas, Juan Manuel
Santos (Click aquí para conocer detalles del caso de Claudia López). La periodista fue despedida el mismo día que publicó la denuncia, Arias
terminó en la cárcel porque sus empleados cometieron hechos menos graves que
los cometidos por los empleados de Santos y este último es Presidente de
Colombia.
Es obvio, entonces, que, si se mide con el mismo racero
de justicia aplicable a los ex ministros, Juan Manuel Santos debió pagar más de
los dos años de cárcel que Andrés Felipe Arias; es decir, Santos debía estar en
una celda de La Picota y no en el solio presidencial de la Casa de Nariño.
Debía, por tanto, el actual presidente, si tuviera algo de
vergüenza, ser prudente en sus declaraciones para que su enorme rabo de paja no
salga a relucir, como ahora.
Resumen:
ResponderBorrarTodo periodista al momento de relatar una noticia al lector, debe tener en cuenta las características que hacen de esta una información veraz; la claridad, brevedad, sencillez, fluidez, precisión y sobre todo interés, son las piezas claves para que se pueda considerar una noticia exitosa, además de esto, ayudan a que sea comprendida por todo tipo de público, no uno determinado. Asimismo facilitar al personal con palabras simples y comprensibles al momento de tomar su tiempo para leer la información,y de tal forma que el periodista demuestre con acontecimientos verdaderos sin tomarse el papel de protagonista en el relato de la noticia.
Opinión:
El enfoque que relata la autora sobre el lenguaje periodístico me parece muy acertado, también considero que un periodista no debe ser conformista al momento de relatar una noticia, se debe tener en cuenta que estas van dirigidas a personas de diferentes profesiones, razas, clases sociales, y edades, por lo tanto se debe tener precaución a la hora de informar, manejando el tema a tratar y así poder lograr sacar una noticia sustanciosa, eficaz, evitando la opinión personal y a la vez de interés social.
KATERIN VALERIA VÁSQUEZ LORA
COMUNICACIÓN SOCIAL-PERIODISMO
KATERIN1830@GMAIL.COM
TERCER SEMESTRE