26 abr 2019

En la UNAM, pensando la Uniautónoma del Caribe

Por Antonio Donado Tolosa

La Universidad Nacional de México es una realidad pensada para la transformación social, política y económica del país azteca. Es una institución que representa el ideal de un México grande, del tamaño del nacionalismo de un pueblo siempre bajo el impulso de megametas. El México postrevolucionario encarnó la voluntad modernista para trascender los objetivos del provincialismo de una cultura pletórica de símbolos autóctonos y sueños de un mestizaje que inspira el orgullo en todas las formas del sincretismo de las riquezas de una diversidad multiétnica y multicultural, que mueve con firmeza el espíritu nacional de México.


La ciudad universitaria de la Unam es uno de los productos más emblemáticos de ese espíritu nacional, que se abrió para prohijar con grandeza los ideales de la modernidad científica y tecnológica. Sus dimensiones físicas son enormes, un área central de 176.500 hectáreas y 50 edificios, espacios que palpitan arte y naturaleza, magia que cautiva a sus habitantes y embruja a los visitantes. Es un conjunto que se inserta con dignidad a las grandes obras de la cultura mexicana: la prehispánica, la colonial, la republicana, y la contemporánea. Desde la ciudad de Tenochtitlan, la arquitectura barroca, el paseo de la reforma y la ciudad universitaria de la Unam.   Todos incorporados al patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO.


En la biblioteca central de la UNAM
Su Biblioteca se distingue por el cubo multicolor que sobre su superficie terracota expone el mural del artista mexicano Juan O´Gorman, titulado Representación histórica de la cultura. Acierto de un diseño, el de este campus universitario, pensado para despertar, concentrar y movilizar el talento humano hacia la cultura que es su inmanencia. La biblioteca es el centro desde el que se abren el resto de los edificios. Hermosa telaraña de edificios que hospedan todos los saberes, todas las humanidades y todas las artes. La arquitectura de sus diseños despierta la luz del conocimiento humano, y conjura el pesimismo de todas las frustraciones. Sus avenidas son transitadas por una red de autobuses y taxis que movilizan al ejército de luz y paz de sus estudiantes, profesores y administrativos.

La memoria también registra momentos dramáticos: la matanza de estudiantes en la Plaza de Tlatelolco, la huelga de estudiantes que consumió todo el año 1990. La UNAM asimiló estas enseñanzas, y hoy celebra 90 años de su autonomía: Hay alegría por una identidad que es del ser de México y se trasluce en los rostros de sus estudiantes. Se siente el respeto que todos guardan por ese monumento de las ciencias, y sus pasos avanzan con firmeza hacia el futuro de una sociedad que se piensa y proyecta desde, por y para el conocimiento humano.


México ha sido la vanguardia en muchas iniciativas científicas y culturales que después han sido emuladas por el resto de países latinoamericanos. Tal proyección responde a la vocación de una universidad que separa para el mapa del continente el centro de su escudo.


El C3 


Con el físico teórico Christopher Stephens
El Centro de Ciencias de la Complejidad es uno de los institutos recién creados, y no ha demorado en asumir la fraternidad latinoamericana entre sus principios. El C3 se concibe como un nuevo espacio de la UNAM " ... donde científicos y técnicos de diferentes disciplinas trabajan juntos con un enfoque integrativo para acometer problemas transdisciplinarios aprovechando la ventaja de la sinergia que resulta de la interacción entre diferentes áreas de conocimiento"

Aquí vine con la intención de conversar y vivir la experiencia de un centro investigativo y docente, orientado hacia la construcción de soluciones para problemas complejos; análisis de la complejidad de la salud, a través de la minería de datos; enfoques informáticos para el entendimiento del cáncer, el papel del microbioma en la fisiología y la herencia, son ejemplos de trabajos que se realizan con un enfoque multidisciplinario, el cual se extiende a otras áreas como el transporte público, la educación y el medioambiente. Sostuve una rica y cordial conversación con el doctor Christopher Stephens, físico teórico. Es un científico estadounidense, que, como muchos de otras nacionalidades, nutre el denso sistema investigativo de la UNAM. Me confesó que él es pragmático, en el sentido de que su interés no es la epistemología sino la aplicación del conocimiento, aunque reconoce que la praxis se funda en una teoría que ilumina la pragmática científica. Para mis intereses en el campo de la educación y la universidad me orientó hacia el Centro interdisciplinario de investigaciones científicas y humanísticas; el Centro de investigaciones en educación y universidad, y al Instituto de investigaciones Antropológicas, todos ellos con una visión científica y humanística de la complejidad.

Con el intelectual mexicano Rafael Pérez Taylor
El doctor Stephens me puso en contacto con colegas de estos centros, pero destaco la entrevista que me concedió el doctor Rafael Pérez Taylor, intelectual mexicano muy prominente y autor de una rica bibliografía en el campo de la Antropología y la complejidad. Es miembro de los centros antes mencionados, y director del Instituto de investigaciones antropológicas. Sobretodo, es un hombre circunspecto, pero afable y sencillo, esta percepción me hizo presentir su generosidad. Por todo ello, le conté de mi trabajo, la Uniautónoma, y el proyecto de crear un postgrado en Docencia de las ciencias y las humanidades, ojalá con su apoyo personal y el de la UNAM. No le pareció descabellado. Es amigo del doctor Carlos Maldonado, científico colombiano muy reconocido en los escenarios donde se desarrollan investigaciones desde la complejidad, y actualmente vinculado a la Universidad del Bosque. Con esta universidad ya se formalizó un convenio con el Instituto de Investigaciones Antropológicas, en este punto el doctor Pérez Taylor
respondió a mi tímida inquerencia de trabajo conjunto con la propuesta de triangular las tres instituciones en un proyecto de educación con enfoque multidisciplinario: la UNAM, El Bosque y Uniautónoma.

Así mi fantasía por los caminos de la UNAM me despertó a un reto muy oportuno en este momento en que nuestra universidad, la Autónoma del Caribe necesita de estos apoyos para avanzar hacia las metas de calidad docente e investigativa.      

Observación: mi viaje y estadía en Ciudad de México fue posible gracias a la colaboración de amigos de la Fundación Escuela Interdisciplinaria Edgar Morin.

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