Los asesores de las campañas presidenciales de Óscar Iván
Zuluaga y de Juan Manuel Santos creen que los colombianos somos unos imbéciles
que nos pueden engañar con sus artimañas pueriles para tratar de enlodar al
otro. Suponen (erróneamente, por supuesto) que los votantes estamos felices en
las graderías, esperando con ahínco el próximo memorial de agravios, lanzado al
ruedo del circo romano en que han convertido estas elecciones: obviamente, por
las armas que utilizan, no parecen gladiadores los que están enfrentados en la
arena, sino malhechores de la peor estirpe, cuyas puntas de lanza están
revestidas de estiércol. Se equivocan de cabo a rabo esos consultores
propagandísticos, ya que sus métodos nos producen exactamente lo contrario:
repulsión, náuseas, tristeza, desazón.
Las más recientes bajezas surgieron a raíz de una
revelación que hizo el periodista Daniel Coronel: el controvertido JJ Rendón
habría recibido 12 millones de dólares de mafiosos para que les hiciera el mandado
de convencer al presidente Juan Manuel Santos de que negociara la entrega de
estos oscuros personajes a la justicia colombiana: JJ Rendón es asesor de la
campaña presidencial de Santos. Enseguida, como por arte de magia, la Fiscalía
General de la Nación, en cabeza de Eduardo Montealgre, captura a un hacker,
acusado de espiar para “poner en riesgo” las negociaciones de paz en La Habana:
el hacker había sido contratado por la
campaña de Óscar Iván Zuluaga (aquí, su biografía) para que les administrara las redes sociales. Al día siguiente,
la mayoría de la Unidad Nacional (donde están los partidos que apoyan a Santos)
en el Congreso eligió a Gloria Stella Ortiz como
la magistrada que reemplazará a Nilson Pinilla en la Corte Constitucional:
Gloria Ortiz es considerada la mano derecha del fiscal Montealegre. Después, la
Procuraduría General, en cabeza de Alejandro Ordóñez, solicita a la Comisión de
Acusaciones de la Cámara que investigue si Juan Manuel Santos ha aprovechado su
condición de Jefe de Estado para su campaña reeleccionista. ¿Podemos inferir,
entonces, que Santos tiene fiscal general y Zuluaga, procurador general? J.J. Rendón había trabajado para
Uribe y ahora tabajaba para Santos. El misterioso hacker trabajaba para Zuluaga,
pero también había trabajado con Rendón en la anterior campaña de
Santos.
No es eso lo que los
electores queremos escuchar de sus campañas, señores Santos y Zuluaga: deseamos
verlos debatiendo sus ideas y exponiendo sus propuestas con altura, con respeto
por el contrario, sin ponzoñas venenosas que enturbien el ambiente democrático
diáfano al que tenemos derecho los colombianos. Con sus acciones, los asesores
que ambos contrataron nos están obligando a no determinarlos a ustedes y a buscar
la opción en los otros tres candidatos.
Así es. Ni Enrique Peñalosa (aquí, su biografía),
ni Martha Lucía Ramírez (aquí, su biografía), ni Clara López (aquí, su biografía) han caído en esa bajeza. De los tres,
solamente Marta Lucía y Clara han participado en debates frente a los medios,
de cara a las regiones y al país. En este sentido, el de los debates serios ante
las cámaras, Enrique Peñalosa ha decidido, como lo ha hecho Juan Manuel Santos,
hacer caso a sus asesores y no participar en ellos. Esa tampoco es la idea. Hay que abonarle a Óscar
Iván Zuluaga el hecho de que sí ha participado, al lado de Clara López y Martha
Lucía Ramírez, en debates profundos y respetuosos, de cara al país, frente a los medios de comunicación. Ojalá Peñalosa y Santos decidan entrar en esta sana y necesaria tónica.
Eso es lo que queremos, en
definitiva, los colombianos: escuchar sus propuestas sobre los temas que nos
incumben a todos: salud, educación, empleo, seguridad. Y no esa pelea de
verduleras vulgares en plaza de mercado de quinta o de maleantes sin futuro en la arena
de un trasnochado circo romano.
siento que en estas elecciones me están preguntando ¿que enfermedad quieres?, no me convence ninguno de los candidatos. lastimosamente hay que votar por alguno de ellos
ResponderBorrarCarlos Marenco