12 may 2025

Iván Zuleta, el Rey que le faltaba al Vallenato

Dinastía Zuleta: el viejo Emiliano Zuleta Baquero, el tronco 
del clan; Emiliano Zuleta Díaz, hijo Zuleta Baquero; e Iván
Zuleta Barros, nieto y sobrino de los dos anteriores
Por John Acosta

Esa noche del 29 de abril de 1968, se hizo el primer llamado a Emiliano Zuleta Baquero para que subiera a tarima a demostrar por qué era el ganador anticipado del primer Festival de la Leyenda Vallenata: para ello debía tocar para dirimir el empate que había declarado el jurado entre él y Alejo Durán. El público no se preocupó al principio porque era la merecida corona para el padre de una gran dinastía del folclor; sin embargo, cuando ya la gente escuchó el segundo llamado, la enorme expectativa se expandió por todo el lugar. Y, entonces, vino la eliminación del favorito con el último de los tres llamados. “Alejo Durán sabía que su compadre y amigo de miles de parrandas Rafael Escalona quería que quedara en la historia del Festival Emiliano Zuleta por siempre y para siempre como el primer ganador”, expresó el periodista barranquillero Rafael Sarmiento Coley.

Escalona pesaba, pero La Cacica impuso el reglamento

Sarmiento Coley asegura que Escalona pesaba en la junta organizadora. “Y era un peso en oro, pero no contaba con una tigra que defendería los reglamentos a dentelladas: La Cacica Consuelo Araujo Noguera. Cuando Zuleta no se presentó al tercer llamado porque no se había podido levantar de la hamaca después de tres días con sus noches celebrando el triunfo por anticipado, fue declarado ganador, merecido, por cierto, Alejandro Durán Díaz”, terminó diciendo Rafael Sarmiento.

Alejo Durán, primer Rey Vallenato
El villanuevero Hernán Baquero Bracho, conocedor de estos temas folclóricos escribió que “el gran opcionado era ‘El viejo’ Emiliano; lógico, por sus grandes dotes como acordeonero compositor, verseador y tronco de un clan musical, y quien, por no acudir al último llamado del jurado, fue eliminado. El título, sin objeciones, fue para Gilberto Alejandro Durán Díaz, quien, con su carisma y la canción ‘Alicia Adorada’ del compositor Juan Polo Valencia, sonando por todas partes, se ganó los afectos del pueblo y el jurado”.

“A ese Alejo me lo gano yo”: Alejandro Durán

Iván Zuleta y el autor
de esta crónica
Alejandro le había contado al escritor cordobés David Sánchez Juliao que él venía de Planeta Rica, donde residía, a participar en el festival y que en Bosconia se detuvo a tomar una sopa. La señora que lo atendió, sin reconocerlo, pero le había visto el acordeón, le preguntó que para dónde iba. “Bueno, voy pa’l Valle, a ver si me gano el Festival”, le respondió el juglar. Alejo le dijo a Sánchez Juliao que la mujer lo miró con lástima. “Yo le aconsejo que se devuelva porque usted no ganará ni en sueños. ¡Imagínese que va a participar Alejo Durán!”. Durán se tragó la cucharada de sopa que se había llevado a la boca y le respondió: ‘Vea, señora, con decirle que a ese Durán, es al que más fácil le voy a ganar’”.

Emiliano Zuleta Díaz: ni Rey Profesional, ni mucho menos Vitalicio

El hijo acordeonero del viejo Mile (como se le conocía a Zuleta Baquero) fue coronado Rey Aficionado en 1969, al año siguiente de haberle sido esquiva la corona Profesional a su padre. Iván Zuleta. “Mi tío Emiliano se presentó cuando ganó Calixto Ochoa la corona (1970), pero estaba muy joven y volvió a ser esquiva la corona profesional para nuestra dinastía”, le dijo Iván Zuleta al Semanario La Calle; precisamente, el Festival de la Leyenda Vallenata incluyó a Emilianito (como se conoce al hijo del viejo Mile) como Rey Vitalicio para homenajearlo. “Yo no acepto lo que acaban de hacer conmigo ni después de muerto. Si no quise ser rey vallenato compitiendo en tarima, menos ahora, ser rey de contentillo no va conmigo”, rechazó Zuleta Díaz ese homenaje.

Iván Zuleta obtuvo el codiciado trofeo para su dinastía

La Calle le preguntó a Iván Zuleta Barros, Rey Profesional 2025, qué sentía ser el único Rey
de la dinastía Zuleta. “Soy sincero: apenas lo estoy asimilando. Quedé como en shock y a veces como que no me lo creo. Porque sobre estos hombros había muchas cargas: la dinastía Zuleta, mi carrera como acordeonero, mi nombre, mis logros, el festival. Logré sostener la carga, salir adelante, y hoy siento que cumplí. Entonces, es tan grande el significado que tiene para mí la corona que, como que me levanto, y digo ‘¿soy el Rey Vallenato?’. Pero Dios me ha dado la bendición de no cambiar, de no pensar diferente, de seguir siendo una persona del común que, simplemente, se propuso un objetivo y lo logró”.


Publicada en el Semanario La Calle el 12 de mayo de 2025

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