Por John Acosta
Ya hace más de dos meses, se
publicó en este blog un caso ( Clic aquí para leer primer artículo sobre este caso) que le sucedió a un pasajero de Avianca, la aerolínea
insigne de Colombia, cuando el protagonista de la historia quiso cumplir su
sueño de viajar a su admirada Cuba, a propósito de su segunda luna de miel, y
se le estropeó por completo su estadía en la isla de los hermanos Castro por
culpa de la irresponsabilidad de esta empresa de aviación comercial. Peor que
amargarle el festejo a Juan José Trillos y, por supuesto, a su esposa, hasta
convertírselo en un sol de hiel, es la actitud pedante de Avianca en todo este
tiempo, en el que ha permanecido con un
silencio provocador. Pues bien, en Comarca Literaria aceptamos el desafío
que nos plantea esta extraña estrategia asumida por la aerolínea y nos imponemos
el reto de recordarles el caso a nuestros amables lectores (que cada día son
muchos más), cada cierto tiempo y con escritos como este, hasta que Avianca
decida romper su abstención de pronunciarse y le ponga el pecho a esta
situación para resolverla como corresponde.
