En la Glorieta de la María Mulata es donde se hace más urgente la construcción del primer puente vehicular elevado. |
Por John Acosta
Fotos: Alfonso Hernández, el Negro
Enorgullece
enormemente que la Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar, más conocida
como Valledupar, sea hoy una de las cinco ciudades intermedias que jalonan el desarrollo
del país; sin embargo, sorprende sobremanera que esta importante urbe del
Caribe colombiano no tenga todavía ni un solo puente vehicular elevado, siendo
que necesita con urgencia, por lo menos, tres obras de estas, pues la caótico movilidad
de los vallenatos exige una respuesta pronta y eficaz de la administración
municipal. Hay que tener en cuenta que las glorietas son una solución
transitoria, mientras se consiguen los recursos para los necesarios puentes
elevados. No obstante, las de Valledupar se han dejado como solución
definitiva.
En la glorieta de La Ceiba, donde está el monumento de Los Músicos, también urge un puente elevado vehicular. |
La
ley 769 de 2002, expedida el 6 de agosto de ese año, conocida como el Código
Nacional de Tránsito Terrestre define a la glorieta como intersección
donde no hay cruces directos sino maniobras de entrecruzamientos y movimientos
alrededor de una isleta o plazoleta central. También se les denomina rotondas o
round point. “Históricamente se atribuye a los ingenieros ingleses la
concepción por primera vez de una solución en forma de intersección giratoria
para resolver los problemas que se han citado. Sin embargo parece que este
mérito se debe al arquitecto francés Eugène Hénard (1849-1923), quien
trabajando en el servicio de arquitectura de la ciudad de París, proyectó las
primeras glorietas urbanas”, escribió Víctor Gallardo Darder en su Funciones de las rotondas urbanas y
requerimientos urbanísticos de organización.
En Valledupar existen unas
diez glorietas, de las cuales, por lo menos tres de ellas ya no dan abasto para
el enorme flujo vehicular que se ha incrementado en la capital del departamento
del Cesar. “Para demostrar la escasa
repercusión que hasta la fecha ha tenido este tipo de intersección en un país como
Estado Unidos, que está acostumbrado a ir a la cabeza en materia de tráfico,
hay que destacar que en 1997 tan solo había en funcionamiento 38 rotondas
modernas en todo el territorio de los Estados Unidos, frente a las aproximadamente 15.000 con que contaba Francia en el mismo año”, agrega
Gallardo Darder.
Los
puentes vehiculares elevados han sido una efectiva solución para los problemas
de movilidad. “El puente vehicular es una estructura de
grandes dimensiones que surge como un elemento urbano que ayuda a hacer más
eficiente el flujo vehicular en una determinada zona de la ciudad, librando
vialidades o barreras naturales, conectando de manera directa un determinado
punto con otro, disminuyendo significativamente los tiempos de recorrido”,
escribe Jesús Palomares Franco, en su Hacia una definición de los
espacios urbanos.
La glorieta de Mi pedazo de acordeón pide a gritos un puente elevado para el paso de vehículos. |
“Los
primeros puentes grandes que se construyeron con hierro forjado fueron el de
Conway y el Britannia en los estrechos de Menai, dos puentes en viga de cajón
de grandes dimensiones para ferrocarril. A finales del siglo XIX, cien años
después de la iniciación de los puentes metálicos, se empezó a utilizar el
acero para construir puentes”, escribe Alberto Villarino Otero en su Ingeniería civil. En un informe del
diario El Nuevo Siglo, publicado el 17 de octubre de 2012, establece que Bogotá
tiene 387 puentes vehiculares. “Entre 1980 y 1982 se construyen en Bogotá 17
puentes en trece intercepciones, siendo el de mayor envergadura el del anillo
vial de Puente Aranda, conocido como el Pulpo”, dice el periódico. “De acuerdo
con el Plan De Desarrollo Económico, Social, Ambiental y de Obras Públicas para
Bogotá Distrito Capital 2012-2016, se construirán el 3,8 por ciento de puentes
vehiculares a través del Grupo 2 y 3 del Acuerdo de valorización de 2005, es
decir, 14 puentes nuevos”, agrega el informe periodístico.
La glorieta de La pelea de gallos debe ser remplazada por un puente vehicular elevado. |
¡Qué
envidia! Valledupar no tiene ni uno. Lo peor es que de los cinco candidatos a
la Alcaldía que hubo en las pasadas elecciones, solo dos mencionaron, en forma
específica, la construcción de puentes vehiculares elevados en sus planes de
movilidad. El informe periodístico, publicado por el diario El Pilón el 9 de
octubre de 2011, indagó a los aspirantes sobre sus planes de movilidad. Augusto
Ramírez Uhía fue el más concreto: prometió la construcción de
un puente elevado en la glorieta María Mulata; Gonzalo Gómez Soto planeaba construir las vías y puentes
necesarios; Omaira Herrera Miranda,
optimizar el sistema vial del municipio con el objetivo de garantizar la
movilidad; Miguel Morales Campo,
construir una ciudad con fácil conectividad y movilidad masiva, y Fredys Socarrás Reales, Construcción de un
anillo vial que rodee la ciudad y que permita la descongestión de
vehículos.
Sobre
esto de la construcción de puentes vehiculares elevados, de acuerdo al informe
periodístico publicado por el portal elpaisvallenato.com el 27 de mayo de 2011,
Álvaro
José Soto, candidato a la Gobernación del Cesar en las pasadas elecciones, planeaba construir,
de la mano con el alcalde elegido, los tres puentes urgentes que necesita la
ciudad: puentes elevados frente al Terminal de Transporte, La Ceiba y la
glorieta María Mulata.
Imploramos que la administración
municipal actual tenga el buen juicio de ser la primera en construir los
puentes necesarios que la Ciudad de los
Santos Reyes del Valle de Upar clama con urgencia.
Por Jaime Jorge Ríos Tarazona.
ResponderBorrarValledupar entre perijá y la sierra nevada de Santa Marta, importante enclave comercial entre el sur del Dpto de la Guajira, y el norte del Dpto del Cesár.