La educación como vía rápida para la modernización
Por Keller Gámez
Como ha sucedido en los últimos
años, la Biblioteca Benjamín Sarta
de la Universidad Autónoma del Caribe le abrió las puertas a
estudiantes y profesores para que participaran en la última entrega del Café Filosófico del semestre 2018-02.
El director del Departamento de
Humanidades, John Acosta, le dio la bienvenida a los asistentes y presentó al
ponente del día: Juan Carlos Escalante,
un comunicador social y periodista egresado de la UAC, licenciado de Ciencias Sociales,
Magister en Filosofía y docente de dicho Departamento, en asignaturas como Globalización
y Bioética y Medio ambiente.
La falacia de las ideas políticas modernas
Escalante se enfocó en la
postergación de las ideas políticas modernas en contextos sociales,
especialmente, el colombiano. Para ello, hizo una pregunta al público: “¿cómo
es posible desarrollar y aplicar las ideas políticas modernas en un contexto
que no es moderno?”. Para darle respuesta, inició aclarando el concepto de lo
que es y consideramos como moderno, basándose en las ideas propuestas por el
filósofo Marshall Berman, en su libro Todos
los sólidos se desvanecen en el aire.
“Lo moderno siempre ha sido eso,
moderno, nuevo, casi único, innovador, lucha contra la normalidad, se acerca a
lo perplejo; sin embargo, tiene su propia historia y es un concepto evaluado y
revaluado por muchos pensadores. Pero algo que sí es claro es que es dialéctica
pura, pues es provocadora de su propio movimiento, es acto y es potencia;
encausada a veces por terceros que generalmente no saben a dónde va a parar su
propuesta de modernidad”, explicó Escalante, parafraseando lo dicho por Berman.
Además de basarse en Marshall, se
apoyó de una reflexión hecha por Jürgen Habermas, donde afirma que: lo moderno
es la transición del pensamiento religioso o metafísico al racional.
El contexto en el concepto de modernidad
Lo dicho por los autores
mencionados llevó a Escalante a identificar un error abismal que se comete
usualmente en Colombia: fundamentar el concepto de modernidad en el pensamiento
eurocéntrico, debido a que son contextos totalmente diferentes.
Las condiciones socioeconómicas
son distintas, y es un pensamiento utópico creer que estamos al mismo alcance
que los países europeos. Si fuese así, tendríamos unos términos definidos en
nuestra sociedad: libertad, igualdad, fraternidad, pluralismo, racionalidad; aspectos
de los que carecemos y la historia nos lo recuerda constantemente. Por ello, llegamos
a confundir lo que es moderno con los avances tecnológicos.
Cuando el ponente lanzó el
interrogante: “¿ustedes creen que sus abuelas son modernas?”, un estudiante le
respondió sin dudar: “No”. El docente realizó otra pregunta: “¿creen que en
algún momento fueron modernas?”; el mismo chico respondió, titubeando un poco:
“seguramente”.
Con ese ejemplo cotidiano,
Escalante reafirmó que la modernidad está arraigada a la época y el contexto,
pero que podemos hablar de ella completamente cuando se es consciente de la
importancia de la educación.
La educación en la modernidad
La verdadera falacia que nos
aleja de las ideas políticas modernas es el desvincular a la modernización de
la educación, pues, de acuerdo a Escalante, sin educación no hay avance y sin éste
es imposible definirnos como sociedad moderna. Además, mencionó que va ligado a
los valores éticos, algo que se ha perdido con el pasar de los años. Entonces,
la problemática yace en la educación de nuestra nación.
Para respaldar su postura, el
ponente mencionó la modificación en el sistema educativo colombiano que
consistió en el incremento de las horas de inglés, razón por la que se
disminuyó la intensidad horaria de asignaturas de ciencias sociales, filosofía,
historia, ética y todas las relacionadas con las humanidades, acontecimiento
que deja una brecha gigantesca en los conceptos básicos que el estudiantado
debe conocer de esas áreas.
Lo anterior sirve como argumento
para la creación de espacios como el Café Filosófico: un lugar para el
ejercicio de filosofar, y aunque “La falacia de las ideas políticas modernas”
fue el último del año, el profesor de la Facultad de Jurisprudencia, Julio César
Henríquez, se encargará de la nueva entrega en febrero del 2019.
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