El fiscal Eduardo Montealegre |
Por
John Acosta
Es indudable que los
colombianos castigaron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de
2014 a la intromisión (indebida, por supuesto) en política del fiscal General
de la Nación, Eduardo Montealegre y de los medios de comunicación nacional, a
favor de una de las cinco candidaturas a la Presidencia de la República. Esa
impertinencia se les convirtió a ambos (fiscal y medios) en un bumerang que
golpeó al candidato ungido y favoreció al atacado. Más de una semana después de
la primera vuelta, parecía que el Fiscal había aprendido la lección, pero los
medios no tanto.
El Fiscal Montealegre bajó
un poco la guardia (vaya uno a saber si por instrucciones del candidato
protegido por él) y, como por arte de magia, todas las espectacularidades y suciedades
de la otra candidatura, que se intensificaron en golpes constantes de la
Fiscalía y que fueron resonados en los medios en forma descarada en los días
previos a la primera vuelta, desaparecieron de la noche a la mañana, cuando los
resultados electorales de la primera vuelta mostraron la repulsión de los
colombianos hacia esos, para nada ortodoxos, métodos judiciales e informativos.
Los medios nacionales, sin
embargo, repuestos un poco de la confusión que les generó ese jalado de oreja
de sus receptores, no han dejado sus criticables prácticas informativas.
Mostraremos un solo ejemplo: con las adhesiones obvias que se generaron para
enfrentar la segunda vuelta, de las tres candidaturas que quedaron fuera del
juego electoral, dos no se inclinaron por ninguna de las dos campañas y solo
una se unió a uno de los dos candidatos que quedan en contienda. Como resulta
que la campaña favorecida no es la de los afectos de los medios nacionales,
había que minimizar el impacto positivo que podría generar en los electores el
refuerzo llegado al candidato estigmatizado: los medios presentaron, como una
noticia reciente, una división interna en el partido que se adhesiona, lo cual
no es cierto. Los votos que obtuvo la candidata del partido que se unió al
candidato contrario a los medios, los logró sin la ayuda de los congresistas
que se unieron al candidato favorecido por los medios. Es decir, los
congresistas en mención nunca apoyaron a la candidata de su partido en primera
vuelta, pues estaban untados hasta los tuétanos de la mermelada que les dio a
tutiplén el candidato de los medios. La supuesta noticia, entonces, de la división
del partido que se unió, periodísticamente, no era noticia, pues ese hecho se
había dado desde antes de la primera vuelta, pero los medios la presentaron,
sin el más mínimo rubor, como si la división fuera de ahora.
Juan Gossaín, periodista en
uso de buen retiro, se refiere al papel de los medios en esta campaña. Recuerda
cuando él llegó como reportero a El Espectador: “empezó la campaña electoral de
1970, que es tal vez la más difícil, la más compleja que hemos tenido en muchos
años; por lo menos la más difícil que me tocó a mí. Rojas Pinilla versus Misael
Pastrana Borrero, cuando terminó el presidente Lleras mandando dormir a la
gente a las 8 p.m. y el país en estado de sitio, la legislación marcial. Ni
siquiera en aquel momento la prensa se portó como esta vez. Fue mucho más ponderada.
Es que lo que yo he visto ahora no lo había visto nunca”.
“Cuando llegué a RCN en
1984, estábamos en la mitad del período presidencial de Belisario Betancur.
Venía la elección del 86: Barco y Gómez Hurtado eran los dos contendores fundamentales.
Un día anuncié por radio públicamente que Noticias RCN no tenía candidato ni
promovía candidaturas. Fue la expresión que usé, me acuerdo. Entonces, los
alvaristas, empezando por el propio doctor Gómez Hurtado, protestaron. En ese
entonces, El Tiempo, El Espectador, Caracol Radio, eran barquistas, liberales
todos. El único medio conservador que había era RCN, porque Carlos Ardila es
conservador, y fueron donde Ardila con esa historia y Ardila les dijo: “Vayan y
hablen con el director, yo no me meto con las noticias”. Esa fue su respuesta,
me lo contaron los mismos que fueron a verlo. Pero no sólo eso. Entonces
endurecimos la cosa: quitamos la publicidad política del noticiero”, cuenta
Gossaín.
En una columna reciente, titulada
“¿Por qué perdió Santos?”, publicada en El Tiempo, la periodista Salud
Hernández-Mora, señala, en el punto ocho
de su enumeración, que una causa fue “el teflón protector de los medios de
comunicación, el periodismo militante sin medida, causó rechazo. Igual que la
actuación sesgada de la Fiscalía y del CNE. Le echaron una manito al cuello”.
El periodista Omar Rincón,
en una columna que publicó en El Tiempo, bajo el título de “No más matoneo
mediático”, dice que “el papel de los medios de comunicación y del periodismo
en esta campaña electoral es para reflexionar. ¿En qué momento abdicamos
de nuestro rol periodístico y nos convertimos en la cancha donde se juega al
matoneo político, a la estrategia sucia, a la táctica del todo vale?”
El analista político Rafael
Guarín publicó en la revista Semana una columna que tituló “La mano de la
Fiscalía”. En ella, escribe: “¿Qué tenemos? Un candidato que ante la
inviabilidad en las encuestas y la inevitabilidad de una segunda vuelta,
decidió que lo único que lo podía salvar era que el rechazo a su competidor
fuera superior al propio. La cosa es elemental: dejar sin opción a los ciudadanos
para que en las urnas tengan que elegirlo, así el país repudie su gobierno.
¿Cómo hacerlo? Convirtiendo al oponente en un monstruo capaz de todo, al punto
de que el candidato-presidente y su perversidad posen de inofensivos ante el
tamaño de la nueva amenaza. Bastaba montar una oscura operación y una mano
diestra y servil que la implementara. ¿Qué tengo además de los partidos
políticos, la burocracia y los carteles de contratación? Los organismos de
inteligencia, la Fiscalía General de la Nación y los medios de comunicación,
entre otros recursos de poder real. Todos alineados esperando desempeñar el
papel que les asigne el guionista”.
Pasada la semana de las
alianzas entre los políticos, parece ser que ha llegado otra orden a la Fiscalía
de Montealegre: el caballito de batalla ahora es la deportación de la ex
directora del extinto Departamento Administrativo de Seguridad, DAS. Los
medios, por supuesto, están haciendo su parte en esta nueva andanada. Nuevamente,
el pueblo colombiano tendrá la oportunidad de decidir si vuelve a castigar o no el comportamiento de
estos entes o, si, por el contrario, decide irse también, lanza en ristre,
contra el candidato en la mira.
que va a castigar este pais, quee no tiene conciencia de por quien votar, aqui votan por el que le regale un mercado,50000 pesos o por la banda que esta mandando en el barrio.por primera vez se le revelaron a los medios de comunicacion.... juan gosain, arizmendy desvergonzados que nunca han tenido un pensar propio ,independiente, este pais ha sido dirigido por delicuentes,300 encanados del gbno de uribe mas sin enbargo la gente quiere volver a elegirlos, como si representaran la mayoria, 64 por ciento de abstencion,lo dijo la oea no son legitimos por que no hubo mayoria
ResponderBorrarque va a castigar este pais, quee no tiene conciencia de por quien votar, aqui votan por el que le regale un mercado,50000 pesos o por la banda que esta mandando en el barrio.por primera vez se le revelaron a los medios de comunicacion.... juan gosain, arizmendy desvergonzados que nunca han tenido un pensar propio ,independiente, este pais ha sido dirigido por delicuentes,300 encanados del gbno de uribe mas sin enbargo la gente quiere volver a elegirlos, como si representaran la mayoria, 64 por ciento de abstencion,lo dijo la oea no son legitimos por que no hubo mayoria
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