Penitentes de Valencia de Jesús, Cesar |
El sentido de los penitentes, como su nombre lo dice, es uno solo: es responder a Dios con una penitencia por el favor recibido. O al revés, pedirle a Dios, a través de una penitencia, un favor o un milagro. “Lógicamente, desde la ortodoxia católica, Dios no necesita nada de nosotros para hacer un milagro porque ya Cristo lo dio todo en la cruz; de hecho, él es signo de ese Cristo que se dona y que nos lo da todo: ‘quien venga a mí tendrá vida eterna’ o ‘yo vengo para darle vida en abundancia’, Juan 10:10”, aclara el Vicario general de la Diócesis de Valledupar, James Enrique Romero Ramos, en una conversación sobre el tema con La Calle. “Pero estos hermanos penitentes, son, simplemente, un signo, como mostrar exteriormente su agradecimiento a Dios por el milagro recibido porque ‘prometí’, porque es una promesa penitente es un ‘yo te prometo una penitencia a cambio de esto’. Bueno y repito, no entra mucho dentro de la ortodoxia católica porque Dios no necesita, Dios te da, sin necesidad”, insiste.
Es una antigua tradición
Penitente de San Diego, Cesar |
La gente lo hace como un signo de devoción propia, personal para entregarle al Señor una penitencia a cambio de un favor recibido. “Estos hermanos lo hacen desde años inmemoriales, hay tradiciones antiquísimas: muchos hablan del siglo XVI, siglo XVII, en fin. Y va pasando de padres a hijos y a nietos. Porque tú ves a niños, de hecho, la Semanita Santa es signo de eso: la transmisión de la fe. Los padres agradecidos con los hijos. Conocí a un papá que su hijo tiene una enfermedad. Entonces, le prometió caminar como penitente a cambio de que Dios sanara a su hijo. Su hijo se sanó. Hoy el papá, el hijo y el nieto son penitentes, pero como agradecimiento a Dios que le regaló este milagro de la sanidad”, agregó.
Penitentes de Valencia de Jesús, Cesar |
los monjes
Los penitentes más antiguos fueron los monjes. Según la inteligencia artificial, ejemplos de penitentes en la Biblia son San Atanasio, Juan Damasceno, Teodoreto. San Antonio Abad, en Egipto, alrededor de los veinte años de edad, vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir a una comunidad local haciendo vida ascética, durmiendo en una cueva sepulcral y pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a encaminar su vida espiritual en el desierto. San Pacomio el Grande fue un monje cristiano que dio un gran ejemplo de humildad, amor por el trabajo y abstinencia; Pacomio se marchó a llevar la vida de ermitaño cerca de San Antonio Abad. Caminaban kilómetros y kilómetros.
Penitentes de Valledupar, Cesar |
El penitente es una espiritualidad de agradecimiento, de caminar a pie descalzo, con la capucha y demás, como un signo de espiritualidad profunda. “Así es penitente: signo de renuncia, del monje con el Señor. El que renuncia a todo para unirse al Señor. Y le ofrece ese caminar, esa penitencia, ese sufrimiento como un signo de conversión y que todos, digamos, en el fondo estamos llamados a ser penitentes, a renunciar a algo, de pronto no camino allá con estos hermanos que lo hacen de una manera bonita conservando la tradición, pero sí, probablemente, en mi casa, en mi familia, puedo hacer alguna renuncia, ser penitente también renunciando a algo en Cuaresma para tener la bendición de la Pascua de Cristo resucitado en mi vida”, le dijo el Vicario General de Valledupar a La Calle.
Cristo fue penitente total
El penitente une sus sufrimientos a los sufrimientos de Cristo. “Como dice San Pablo: es completar con nuestros sufrimientos los sufrimientos de Cristo. De sentir un poquito lo que sintió Cristo porque recuerda que Él fue un Penitente. Cristo fue penitente total. Cargó la cruz, casi semidesnudo, descalzo, caí una y otra vez. De hecho, las procesiones que hacemos son igual: signo de ese de ese caminar, de esa penitencia. Entonces, es caminar con Cristo, con el nazareno, que también hizo ese signo hasta el Gólgota, que llegó un momento en que no pudo más y vemos otro penitente, que fue aquel que le cargó la cruz, que llevó la cruz con Cristo”, concluyó el Vicario general de la Diócesis de Valledupar.
Publicado en el Semanario La Calle, el 14 de abril de 2025
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