El diario El Heraldo, de
Barranquilla, está celebrando su aniversario 82. Y dentro del marco de estas efemérides,
convocó una cumbre de alcaldes de capitales y gobernadores electos de la Costa
Caribe colombiana. Los seis gobernadores y seis alcaldes que respondieron el
llamado, ratificaron su intención de
conformar un bloque regional para mejorar la calidad de vida de los habitantes
de esta zona del país, reduciendo la pobreza y la desigualdad y buscar la
autonomía regional. Los mandatarios electos firmaron una declaración en donde pedían acciones inmediatas para solucionar los problemas de los usuarios de Electricaribe.
29 oct 2015
28 oct 2015
Ganaron los contratistas de la mermelada corrupta y perdió el país
Por
John Acosta
A uno le gustaría salir
jubiloso y gritar alborozado que ganó la paz, que el pueblo colombiano votó a
conciencia y lo hizo por los políticos honestos que sacarán las localidades y
regiones adelante; sin embargo, todo el mundo, en este bendito país, sabe que
eso no es así: desde el ciudadano común (que vendió el voto o conoce a alguien
que recibió dinero o mercado o material de construcción para mejorar su
vivienda por su sufragio) hasta el funcionario de más alto rango de este país,
que le toca salir a esconder la afrenta contra la democracia diciendo que la
gente, en estas elecciones del pasado 25 de octubre, apoyó masivamente las
conversaciones de paz en La Habana. Nadie desea que continúe la zozobra de esta
guerra cincuentenaria (así muchos se empeñen en encasillar como guerreristas a
quienes critican aspectos puntuales de los diálogos de paz), pero el votante
mayoritario ni siquiera pensó en Timochenko cuando depositó su tarjetón en la
urna: en su mente estaban los billetes de alto valor que iba a recibir una vez le
demostrara a quien lo constriñó que ya había cumplido su parte; por lo tanto,
ganó el enorme chorro de dinero compra conciencias de los contratistas de la
mermelada y, lamentablemente, volvió a perder el país. Están los casos
excepcionales de las alcaldías de Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, y la Gobernación de Sucre, que son brotes de esperanza para
que la situación mejore.
21 oct 2015
La Registraduría me ha obligado a ser trashumante electoral por más de 20 años
Poco antes de que se cerraran las votaciones, inició
la ráfaga de fusil. La gente empezó a gritar y a correr horrorizada. Yo era
testigo electoral y estaba en los pasillos del único colegio de bachillerato
del pueblo, esperando la hora del cierre para iniciar mis labores de
supervisión en la mesa asignada. Los policías se daban órdenes entre sí y
buscaban sitios estratégicos para ubicarse. No recuerdo haber visto disparar a
alguno de ellos, lo que me pareció una sensatez, pues eso hubiera elevado el
miedo en la población. Fue una escaramuza: no duró sino unos diez minutos, lo
suficiente para que se decidiera llevar las urnas del lugar para hacer el
conteo de votos en la cabecera municipal. Los disparos habían venido del
montículo que rodea al arroyo que queda cerca al colegio. Es posible que
hubieren sido dos o tres guerrilleros vestidos de civil que una vez creada la
confusión, escondieran sus armas en el monte y salieran a camuflarse entre la
gente asustada. Eran los tiempos en que las Farc habían obligado al Estado
sacar a la policía de las poblaciones y dejar al garete a los habitantes
rurales: los agentes del orden solo llegaban a cumplir misiones especiales como
la de garantizar un día de elecciones. Tengo grabada en mi alma, cada uno de
los episodios que he vivido en todas las elecciones en que me ha tocado viajar
a votar a Casacará, Cesar, a más de cinco horas de donde vivo, por más de
veinte años, en los que la Registraduría Nacional del Estado Civil me ha
obligado a ser un trashumante electoral.
20 oct 2015
Mientras Japón y Colombia acorralan a las humanidades, mi hija de 13 años gana el concurso de cuentos de su colegio
La
pregunta la lanzó de repente: “todavía no he podido entender qué hace un curso
como Emprendimiento en el Departamento de Humanidades”. Yo acababa de llegar a
ese departamento en la universidad y apenas me estaba empapando de los
procesos. Le respondí al administrador de empresas lo que tenía que
responderle: “la razón es sencilla: nuestra universidad no está formando robots
creadores de empresas, sino a seres humanos que ideen negocios rentables”. No pude evitar remontarme a la anécdota que el
escritor español José Luis Martín Descalzo contó en su artículo Una fábrica de monstruos educadísimos. Dijo que lo había impresionado mucho lo que escribió una maestra de escuela, que
había residido en los campos de concentración nazi.
“Comentaba
que aquellas cámaras de gas habían sido construidas por ingenieros
especialistas. Que las inyecciones letales las ponían médicos o enfermeros
titulados. Que niños recién nacidos eran asfixiados por asistentes sanitarias
competentísimas. Que mujeres y niños habían sido fusilados por gentes con
estudios, por doctores y licenciados. Y concluía: ´Desde que me di cuenta de
esto, sospecho de la educación que estamos impartiendo´, escribió Martín Descalzo
en su artículo.
2 oct 2015
Tertulias literarias de Uniautónoma: una manera de impulsar la creatividad y el ingenio
![]() |
Los escritores y poetas Laura Gil, Nelson Pacheco y Tatiana Guardiola intercambiaron experiencas con los estudiantes de la Universidad Autónoma del caribe |
Por Linda Esperanza
Aragón
Hablar de literatura restaura
los diferentes discursos para referirnos a la vida cotidiana. Entender de forma
cabal lo que acontece en el entorno también requiere de una mirada detenida,
bohemia e íntima. Por esto, el Departamento de Humanidades, la Biblioteca Benjamín
Sarta, la Coordinación
del Curso Lenguaje y Comunicación Grupo Metáfora se esmeran
en preparar a las nuevas generaciones a través de un desafío para la
creatividad, la convivencia y el intelecto.
Por eso, se diseñó las
Tertulias Literarias, lideradas por Ana Sájer, que es la coordinadora del área
Lenguaje y Comunicación, del Departamento de Humanidades, y por Adolfo Estrada,
director de la Bilbioteca Benjamín Sarta.
El viejo Rafael María Díaz, papá de Diomedes, ¿fue mujeriego y contrabandista?
![]() |
El Rafa real con su hijo real |
Por
John Acosta @Joacoro
El viejo Rafael María Díaz
llega montado en su burro, después de haber enfrentado sol, arena y brisa en
medio del camino serpenteante, a la parcela donde su hijo Diomedes Díaz se
esconde de la justicia colombiana, que lo busca por el asesinato de Doris
Adriana Niño, una de sus fans. La escena de ese hombre humilde, encima de su
bestia doméstica, es lo que muchos consideran más ceñido a la realidad que han
podido apreciar en la novela que el canal de televisión RCN ha producido sobre
el llamado Cacique de La Junta. Contrasta, por supuesto, con la del hombre
mujeriego, bebedor y contrabandista que, al inicio de la trama televisiva, habían
dibujado sobre el padre del cantante guajiro. Fallecido también en la novela,
ya es hora de averiguar un poco sobre la vida real del viejo Rafa.
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