9 mar 2019

Café filosófico Uniautónoma: Siglo XXI - ¿capitalismo o socialismo?

El profesor Vladimir Potostki, en su concurrida disertación, en la
Universidad Autónoma del Caribe
El profesor del Departamento de Humanidades, de la Universidad Autónoma del Caribe, Vladimir Potostki, también fue ponente en el Café Filosófico que organiza mensualmente la Biblioteca Benjamín Sarta y el Departamento de Humanidades, ambas áreas de la Universidad Autónoma del Caribe. El docente Potostki es ruso, vivió en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). También estuvo radicado cerca de tres décadas en España. Actualmente, vive en Colombia. Le solicitamos que hiciera un resumen de su ponencia para publicarla en este blog.



Por Vladimir Potostki

El siglo XX pasó bajo el signo de la lucha entre dos sistemas, dos concepciones del mundo. Confrontación muy reñida, que más de una vez puso el mundo al borde de la catástrofe (Guerra en Correa, la Crisis de los misiles en el Caribe, etc.). En la primera mitad del siglo, la tendencia de desplazamiento de varios países hacia el sistema socialista fue dominante. Por este camino, iban naciones con grandes poblaciones: la ex-Unión Soviética China, todos los países de Europa Oriental, algunos en Asia y África. Sin embargo, a partir de los años 60, y al perder la competencia económica, estos países han optado  por el capitalismo. El mundo volvió al camino basado en la propiedad privada y las leyes del mercado. La pregunta es: ¿el socialismo fracasó definitivamente? La respuesta no sería tan simple...


Al triunfar económica y políticamente, el mismo capitalismo quedó impregnado por el socialismo. Actualmente, existen los países donde el socialismo es doctrina oficial del estado, hay algunos sectores de población en los países desarrollados que se pronuncian a favor de este modelo de desarrollo. Algunos partidos gubernamentales declaran la construcción del socialismo como su objetivo doctrinal. Ejemplo: Portugal (Antonio Costa), o Suecia (Stefan Leven).

El siglo XX fue bastante rico en cuanto a experimentos sociales. La construcción de la sociedad socialista en los países de Europa del Este representa una valiosa experiencia para la humanidad y podrá, quizás, dar una respuesta a la pregunta, ¿cómo van a correlacionarse en el siglo XXI el capitalismo y el socialismo? El criterio principal de la organización de la sociedad es, según Carlos Marx, la forma de la propiedad sobre los medios de producción. La capitalista es la sociedad donde gran parte de los medios de producción se encuentra en manos privadas. Y socialista será aquella sociedad donde el titular dominante de los medios productivos es la misma sociedad, a través del Estado, que opta por nacionalización o la privatización de las empresas de los particulares.

Tal comparación objetiva se complica por la identificación del capitalismo con la sociedad liberal y el socialismo con la dictadura. Esto se debe a la teoría marxista de que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases y que la clase trabajadora y su vanguardia (proletariado), al conquistar el poder, establece su dictadura sobre otras clases. Sin embargo, el siglo XX demostró que las diferencias de las clases pueden ser resueltas por medios democráticos para bien de toda la sociedad.

La identificación del socialismo con la dictadura en mayor medida se debe a la práctica de la construcción del socialismo en la URRS y en otros países del campo socialista. Esto se explica por una razón: el nivel de desarrollo de estos países no correspondía a las exigencias o requisitos del socialismo real y en estas condiciones la necesidad de retención del poder determinaba la dictadura del vencedor. La competencia entre el socialismo y el capitalismo reveló las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.

Ante todo, hay que hacer una conclusión principal que tiene un carácter histórico: el modo de producción capitalista, económicamente, resultó más eficaz, que el socialista.

Una característica importante del capitalismo actual consiste en que este sistema pudo, adecuadamente, adaptarse a las condiciones cambiantes. Principalmente, en lo que concierne al conjunto de problemas referentes a la lucha de clase y amenaza de las revoluciones proletarias. Se adaptan y han aprendido a gestionar conflictos. Y el mecanismo eficaz de estas transformaciones fueron las instituciones democráticas que componen la superestructura del capitalismo. En segundo lugar, la forma democrática de gobierno que se promovía (y no sin influencia de las ideas socialistas), aseguró la adaptabilidad del capitalismo a los problemas socio-económicos.

De otra parte, el mayor defecto del capitalismo, a saber, la apropiación y distribución de plusvalías para los intereses de la clase burguesa fue, si no suprimido, al menos nivelado. El capitalismo se conformó con la intervención del Estado en la esfera de la distribución de los excedentes de producción para intereses de todos los sectores de la población. En este sentido, la democracia salvó al capitalismo. Otra característica valiosa del capitalismo es, sin duda, su poder innovador al progreso técnico, a las nuevas tecnologías.

Sin embargo, el capitalismo se caracteriza también por algunas desventajas. Le enfatiza un vicio que se deriva de la propiedad privada sobre los medios de producción. El titular del capital se queda con parte del producto nacional (social). La obtención de ganancias, por disponer del capital (parte que está destinada al consumo privado), se asocia con la injusticia social. Hay que reconocer que la democracia perfeccionó el capitalismo en este sentido. Una gran parte de la supra-ganancia del propietario se retiene para cubrir necesidades de interés público. Una deficiencia más de este sistema es que el capital prefiere trabajar exclusivamente en los sectores que garantizan ganancias. Ejemplo: El sector energético.

En cuanto a lo económico, los países socialistas cedieron bastante a los del sistema capitalista. El nivel de productividad del trabajo y otros índices económicos como el nivel de bienestar, el rendimiento del capital, fueron económicamente más bajos. Fue bastante notorio el rezago tecnológico. Pero el estancamiento en la economía de los países socialistas no significa que el socialismo no tiene -en principio- futuro.

Las causas que determinaron este fracaso consisten en que una característica específica de Rusia y países, que optaron por este camino del desarrollo, fue su atraso, el desequilibrio entre el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales. A pesar de la utilización de nuevas formas y mecanismos de estimulación material y obtención de una serie de logros (industrialización y la revolución cultural) la actitud y conciencia hacia el trabajo no fue satisfactoria y cedía notoriamente en comparación con las de la empresa capitalista.

Sin embargo, el socialismo dispone, en el campo económico, de algunas cualidades ventajosas. La economía socialista se basa en una organización centralizada de planificación, que en algunos campos de la producción resulta preferible. Se trata de sectores no rentables, destinados a la solución de unos problemas de carácter nacional y universal como la defensa y sostenibilidad del medio ambiente, la exploración del espacio y otros dentro de los que entra la cultura y la educación.

Cediendo al capitalismo en la esfera económica el socialismo demostró una serie de sus características en el campo social. Podemos mencionar, la ausencia de desempleo en los países de la economía planificada. Esta situación proporciona al trabajador una estabilidad laboral y seguridad para el futuro. La lista de las ventajas sociales se completa también con la sensación de justicia social, que siempre tenía valor en el bloque socialista frente al bando rival. Aquí se entienden las diferencias insignificantes de la remuneración entre distintas categorías de los trabajadores. El salario del director de una entidad difería solamente en tres veces. A modo de comparación el sueldo de un bróker Wall Street es de 407 mil dólares al año, mientras que un ingeniero en Nueva York recibe 72 mil dólares al año.

(Usted puede ver el video de esta ponencia, aquí):


Siguiendo con la importancia que tuvieron otros logros del socialismo, cabe mencionar el sistema de educación gratuita (Universitarios con las becas), el sistema sanitario, la continuidad de las vacaciones anuales, aparte de las ventajas socio-laborales para las mujeres. Se puede decir que, perdiendo con respecto al capitalismo en la esfera económica, sin embargo, el sistema socialista demostró su superioridad en el área social. Cabe preguntarnos entonces: ¿es posible la victoria del socialismo en pro de estos beneficios sociales y humanos? Más correcto sería formular la pregunta de la siguiente manera: ¿pueden crearse condiciones de tal manera que ambas formas de organización social se nivelen en los aspectos económicos y, teniendo en cuenta las ventajas sociales, lograr que la sociedad diera su preferencia al socialismo? Tal vez en los países desarrolladas quedarán atrás las ideologías confrontadas y el siglo XXI se marcará por el triunfo de la teoría de la convergencia de dos sistemas.

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