30 ago 2024

Los pequeños productores del Cesar y La Guajira se están arruinando

José Ángel Hinojosa ordeña sus vacas en La Rochela

Por John Acosta

José Ángel Hinojosa Acosta se levanta todos los días a las 4 de la madrugada a ordeñar sus 26 vacas. El establo de La Rochela, su pequeña finca, resuena con las décimas que él canta a todo pulmón, mientras hala las tetas de sus animales para extraerles los 80 u 85 litros de leche diarios que produce. El cantar de los dos gallos finos y tres bastos que tiene, junto con  la respuesta lejana de otras aves de corral desde las  granjas vecinas, son el acompañamiento musical perfecto para su voz. El bramar lastimero de algún ternero desesperado porque no le ha llegado su turno de mamar la ubre desocupada, tampoco desentona en aquel ambiente fiestero que el campesino le impone a su jornada. Hasta el cacareo de las gallinas que acaban de poner los huevos del desayuno se convierte en instrumento armónico para esa orquesta de toque madrugador. Ni siquiera el ladrido de los perros a los ruidos de las motos que pasan por la trocha cercana, ensucia aquel concierto diario.

Esa alegría que antecede el amanecer en La Rochela contrasta enormemente con la tragedia que viven los productores de leche en Colombia, en general y el Cesar, en particular; en realidad, José Ángel vende 70 litros y el resto “lo deja para el gasto aquí en la casa”, le dijo al Semanario La Calle, desde la hamaca colgada en el corredor, donde reposa después de haber apartado los terneros en la tarde para el ordeño del día siguiente. “Le echo a un calabazo, regalo tres litros, hiervo un tanto para el desayuno y la cena. A veces, cuajo mis seis litros para hacer mi pedacito de queso: ayer cuajé, hoy no. Hago ese pedacito de queso para comer aquí”, agregó Hinojosa Acosta a La Calle.

La tragedia lechera

Richard Humberto Fuelantala Delgado

Richard Humberto Fuelantala Delgado es senador de la República por la circunscripción especial indígena. Nacido en Cuaspud, Nariño, este médico veterinario y zootecnista tiene Diplomado en Gestión Empresarial para Organizaciones de Productores Rurales, Identificación, Preparación y Evaluación de Proyectos de Inversión Pública y Derecho y Legislación Indígena. Es presidente de Dignidad Ganadera. Fue uno de los ponentes en el Foro Crisis  del Sector Lechero y Ganadero del Cesar, realizado en Codazzi recientemente.

El Semanario La Calle dialogó con él. Para Fuelantala Delgado,  los Tratados de Libre Comercio están quebrando a los productores de leche de Colombia, “debido a la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones”. Agrega que las importaciones de leche, de derivados, entre ellos lactosuero, “que superan las 72 mil toneladas, están arruinando a los productores de leche de nuestro país, lo que ha causado una reducción en el precio y, también ya en algunas zonas, el acopio. Reducciones que van incluso en algunas regiones hasta el 50%”.

De acuerdo al Senador indígena, aquí también hay que analizar que una de las causas que lleva a la crisis es la reducción en el consumo. “Reducción en el consumo que vemos que se vio afectado también por los impuestos de la Reforma Tributaria que se tramitó en el actual gobierno, ya que dicha reforma contempló impuestos a productos como el yogur o la leche y que hoy son catalogados como ultraprocesados”, le dijo a La Calle.

Los precios por el suelo

José Ángel Hinojosa le dijo a La Calle que le vende la leche a uno de sus hijos, quien produce queso costeño. “La última vez me pagó a 1.200 pesos el litro porque varía, de acuerdo al precio del kilo de queso”, agregó. Richard Fuelantala, por su parte, dice que “hay regiones que nos dicen que la leche la estaban pagando a $2.200 pesos y hoy la pagan, incluso, hasta $1.000 o en $800 pesos”.

Fuelantala dice que muchas de las empresas hoy más bien prefieren comprar producto importado que comprarle al productor nacional. “Si bien en algunas regiones se caracteriza, como Nariño-Cauca, que son pequeños productores, la industria está comprando a esos pequeños productores, normalmente, que están asociados en torno a tanques de frío. Cosa diferente sucede en otras regiones del país, como el Caribe, que los grandes productores tienen hoy, de cierta manera, garantizado la compra de parte de su producción. No toda, porque las empresas, en términos generales, les han puesto cuotas: estamos hablando de entre 1.900 a 2.000 pesos. Y el resto de la producción tienen que dedicarla al mercado informal, al precio que les paguen en el mercado”, le dijo a La Calle.

El caso del Cesar

Jesús Suárez Moscote
El codacense Jesús Suárez Moscote, diputado del departamento del Cesar, es un pequeño productor de leche en su municipio. También estuvo en el foro sobre la crisis lechera y ganadera que se desarrolló en Codazzi.  En conversación con La Calle, recordó que el censo de bovinos en el departamento del Cesar está en 1.7 millones de cabezas, “que corresponde al 5% del hato ganadero de todo el país, y gran parte de ese hato ganadero del Cesar se produce leche para el consumo humano. Y los ganaderos en el país, que producen leche, son más de 300 mil familias; además, más del 90% de los productores de leche son pequeños productores: yo soy un pequeño productor de leche”.

Suárez Moscote le dijo a La Calle que, “estamos apuntando una crisis profunda que amenaza con arruinar la actividad lechera, sobre todo los pequeños ganaderos, y esto tiene que ver por los bajos precios a los que se les compra la leche al pequeño productor, que oscilan en los 1.500, 1.700 pesos”; sin embargo, agrega, “cuando uno va a comprar un litro de leche a cualquier almacén de cadena le vale más de 3.000 pesos”.

Carlos Eduardo Quijano Zequeda, vicepresidente de Competitividad de la Cámara de Comercio de Valledupar, es un estudioso del tema lechero en el Cesar. El Semanario La Calle lo abordó para conocer su opinión sobre la crisis. Quinano recordó que “para nadie es un secreto que hay una disminución en la producción de leche en las temporadas de sequía y los veranos. Durante el último año, no ha tenido la misma cantidad de disminución debido a las lluvias y también debido a lo relacionado con la disminución del poder adquisitivo del mercado. Estos dos temas han impedido que las proyecciones que tenía la industria láctea para procesar toda esa cantidad de leche no fuera posible y se ha generado una sobreoferta de leche”.

Invertir en genética

Carlos Eduardo Quijano Zequeda
Quijano Zequeda le comentó a La Calle que esos dos factores (alta producción por lluvia y bajo consumo) “lleva a que la industria tenga que tomar algunas determinaciones en cuanto a reducir la compra a los proveedores locales y también a bajar el precio de compra de la leche”.

Tanto Carlos Quijano como Jesús Suárez, coinciden además en las dos razones esenciales del senador Richard Fuelantala, (Tratados de Libre Comercio y última Reforma Tributaria: pérdida de poder adquisitivo) que han generado la quiebra y ruina del sector lechero. Quijano Zequeda dice que el pequeño productor cesarense no se tecnifica para competir con la importación porque hay un factor importante a tener en cuenta: la cantidad de litro que se produce por vaca, en comparación con otras regiones del país y del mundo. “Aquí, en el territorio, una vaca produce un promedio cercano a los 2.5 litros diarios, cuando encontramos regiones como la sabana cundiboyacense, Nariño y el norte de Antioquia que superan los 16 litros”, expresó el experto a La Calle.

Lo anterior hace que el negocio de lechería especializada no esté dando los rendimientos necesarios. “Eso también está impidiendo que haya una modernización del aparato, porque no se cuenta con los ingresos suficientes para poder invertir en lo que se necesitaría, que es garantizar una dieta alimentaria para el ganado los 365 días del año que permita que esa reducción de hasta el 60% de leche en temporada seca pues no se vea reflejada de igual manera”.

Además, recomienda, “para mitigar un poco eso, invertir en el tema genético para identificar todas las razas ganaderas que sean óptimas para el clima local”. 

El Estado debería comprarle al pequeño productor

Obviamente, para desarrollar lo anterior se necesitan recursos. Y esos recurso llegan, en parte, con la adecuada venta de la leche; precisamente, Jesú Suárez Moscote critica lo que él llama “el poco apalancamiento por parte de las instituciones oficiales”; es decir, ellas deberían hacerle las compras a los pequeños productores con un alimento tan esencial como es la leche; ejemplo: el Bienestar Familiar no le compra leche a los pequeños productores, los programas de alimentación escolar en los municipios tampoco, ni las Fuerzas Armadas, ni los diferentes programas sociales de adulto mayor; por tanto, debe incentivarse la compra de leche por parte de todos estos programas sociales”, recomienda.

Publicado en el Semanario La Calle el 25 de agosto de 2024

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