6 jun 2019

Trueque Ecológico se tomó a Uniautónoma: la iniciativa que fomenta el reciclaje y consumo responsable


Claudia Gil Daza, Juan Sebastián García, Nathaly Gutiérrez,
 
Javier Otero y Angélica García
Por Vanessa Ramos Benítez

En la mañana del jueves 30 de mayo, estudiantes del curso transversal de Bioética y Medio Ambiente, dirigido por la profesora Vanessa Ramos, iniciaron la jornada de expectativa del primer Trueque Ecológico en la Universidad Autónoma del Caribe, en la plazoleta principal de la misma, con apoyo de Ciudadano de Honor, programa de Inpsicon, que promueve el consumo responsable; este brindó de manera incondicional su respaldo hacia esta actividad, que es resultado del PRAU (Proyecto Ambiental Universitario) titulado: Implementación de las 4 ‘R’ (reducir, reciclar, reutilizar, responsabilizarse)  como mecanismo para promover el consumo responsable en la Universidad Autónoma del Caribe.

Después de instaladas las mesas con los objetos aportados por el banco de artículos de Ciudadano de Honor, los estudiantes, docentes y directivos, se acercaban con mucha expectativa al stand de libros y objetos, con el fin de participar de lo que muchos llamamos un intercambio de objetos y experiencias. La primera reacción de la comunidad universitaria superó las expectativas de los organizadores del evento, ya que muchos hicieron sus trueques, y motivados se dirigían hacia sus oficinas o puntos de trabajo con el fin de encontrar un objeto más para “truecar”, un verbo que hoy se pone de moda en los pasillos de nuestra alma mater y que involucra compartir con el otro, no solo libros, sino también la emoción de encontrar algo interesante.

La expectativa por el trueque era inevitable y se reflejaba en los rostros de estos Ciudadanos de Honor que, con esta acción, evidenciaban su compromiso con la conservación del planeta tierra, contribuyendo con la reducción de basura generada por el consumismo desmesurado que día tras día es provocado por la falta de conciencia de los seres humanos. El día viernes 31 de mayo, en vísperas de culminar el semestre académico, la universidad se observaba un poco despoblada; sin embargo, a partir de las 10:00 a.m., diferentes estudiantes se acercaron a las mesas donde se encontraban los jóvenes de Ciudadano de Honor; allí los recibían los organizadores de este proyecto, quienes los esperaban con mucho entusiasmo para brindarles las orientaciones necesarias que les permitieran vincularse de manera directa a la actividad. Cabe resaltar que personas que el día anterior tuvieron conocimiento de este importante evento, se adosaron en este segundo día a vivir la hermosa e inefable experiencia del trueque, porque no es solo el hecho de reemplazar un artículo, sino el impacto que esta acción genera sobre el planeta. La actividad se desarrolló con mucho orden y fue acogida de manera positiva por la comunidad universitaria. Durante el desarrollo de la misma, se contó con la presencia de la doctora María Mercedes Botero, una mujer emprendedora y visionaria, comprometida con la formación de ciudadanos con responsabilidad hacia el consumo, destacando su complacencia ante el hecho de que son precisamente los jóvenes los gestores de esta iniciativa.

Durante la actividad muchos de los participantes expresaron su interés por que se lleven a cabo con más frecuencia este tipo de iniciativas que fortalecen la cultura ciudadana, no solo en los estudiantes sino en toda la comunidad universitaria. De igual manera, los jóvenes organizadores del proyecto expresaron que este tipo de iniciativas les motivan a ser mejores ciudadanos y a convertirse en profesionales integrales que trabajan en pro del desarrollo sostenible y la conservación del planeta tierra y, por ende, las generaciones futuras. La estudiante Claudia Gil, una de las gestoras de esta iniciativa, expresó: “La actividad del Trueque Ecológico me pareció muy interesante y a su vez productiva, aporta a mi vida personal y profesional, dado que generamos conciencia dentro del alma mater sobre la implementación de las 4R: reducir, reutilizar reciclar y responsabilizarse; de igual manera, contribuye con nuestra formación como profesionales integrales. Así mismo, reflexionamos sobre la importancia de generar una huella ecológica positiva, direccionada hacia el consumo responsable y preservación de nuestro hábitat, teniendo presente el legado que dejaremos a las generaciones futuras”.

Es grato saber que, en adelante, muchos de estos momentos se repetirán, gracias a la sinergia generada entre la universidad y el Departamento de Humanidades, al lado del programa Ciudadano de Honor, y su gran labor de promoción de los valores ciudadanos en nuestra comunidad atlanticense.