5 abr 2019

Ex líderes sindicales, ¿nuevos “dueños” de Uniautónoma?



Los nueve miembros de la actual sala general y su posición frente a la
cooptación, rechazada por la mayoría de los integrantes de los distintos
estamentos de la Universidad Autónoma del Caribe
Por John Acosta @Joacoro

La cooptación es un mecanismo que los fundadores de corporaciones usan para asegurarse el dominio de su creación. Es una manera de evitar que entren a la organización personas con ideales opuestos a los suyos. Los creadores pueden ser personas naturales o jurídicas que comparten una doctrina y este sistema de escogencia de miembros busca la continuación de ese ideario; sin embargo, una vez fallecido el o los fundadores, es posible que los integrantes de la institución huérfana no solo traicionen el pensamiento (altruista, si se quiere) inicial de la corporación sino que, además, saquen aprovechamiento personal de ella; de hecho, ya pasó dos veces en la Universidad Autónoma del Caribe: al morir don Mario Ceballos Araújo, líder fundador, las dos administraciones siguientes a la desaparecida hicieron cooptar en el máximo órgano de gobierno a familiares o amigos cercanos, con los bochornosos y desastrosos resultados conocidos por todos.


La cooptación y otras formas no democráticas, pero exitosas

Obviamente, no siempre la cooptación ha resultado funesta para las corporaciones de educación superior. La Universidad de La Sabana, por ejemplo, fue creada por la Asociación para la Enseñanza (Aspaen), que secunda la doctrina del Opus Dei, considerada como una de las más conservadoras órdenes religiosas de la iglesia católica. “Esta calidad de fundadora es intransmisible, así como lo son los derechos derivados de la misma, sin embargo, de que estos últimos puedan delegarse en los órganos de Gobierno de la Universidad”, dice el artículo primero de los estatutos de esta universidad. El máximo órgano de gobierno de La Sabana es el Consejo Fundacional y aquí el sistema de cooptación le permite a Aspaen mantener su voluntad; sus miembros son elegidos por períodos de tres años, “sin perjuicio de poder ser reemplazados en cualquier momento”, dicen los estatutos.

La Pontificia Universidad Javeriana fue fundada por la Compañía de Jesús (cuyos miembros se conocen como jesuitas), considerada como una de las más liberales órdenes religiosas de la iglesia católica. El Consejo de Regentes es el más alto organismo colegial de autoridad. “El Consejo de Regentes estará compuesto por el Vice-Gran Canciller (que es el Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia), tres miembros designados por el Vice-Gran Canciller, que tengan conocimiento de la universidad; y por tres miembros de la Comunidad Educativa Javeriana que hayan estado vinculados a la universidad al menos por cinco años, quienes serán elegidos dos por el Consejo Directivo Universitario y uno por los Consejos Directivos de Seccional. El período de los miembros designados y los elegidos será de tres años; serán reelegibles consecutivamente por una sola vez. En caso de presentarse una vacancia, la designación o elección se hará para el resto del período”. Como se ve, no hay cooptación, pero la escogencia de sus miembros garantiza la continuidad del ideario jesuita.

La Universidad del Norte fue constituida por un grupo de dirigentes empresariales, liderados por Karl C. Parrish, en representación de la seccional Barranquilla de la Asociación Nacional de Industriales -hoy Asociación Nacional de Empresarios de Colombianos- (Andi), la Fundación Barranquilla (hoy Fundación Mario Santo Domingo) y el Instituto Colombiano de Administración (INCOLDA). Su Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la universidad. Está integrado por nueve miembros, elegidos así:  dos miembros, con sus respectivos suplentes, por INCOLDA - Centro de desarrollo del Caribe; dos miembros, con sus respectivos suplentes, por la Fundación Mario Santo Domingo; dos miembros, con sus respectivos suplentes, por la Fundación ANDI de Barranquilla; un miembro, con su respectivo suplente, elegido por los demás miembros del Consejo Directivo de entre los egresados graduados de la universidad; un miembro, con su respectivo suplente, por los profesores de la universidad y quien actuará en su representación; y un miembro, con su respectivo suplente, por los estudiantes de la universidad y quien actuará en su representación. El profesor y el estudiante, así como sus suplentes, son elegidos democráticamente por la comunidad de profesores y estudiantes, respectivamente. No hay cooptación, pero la mayoría de sus miembros son elegidos por las entidades fundadoras.

El fracaso de la cooptación en Uniautónoma

Mario Ceballos Araújo lideró a un grupo de visionarios que logró la fundación de la Universidad Autónoma del Caribe. Por supuesto, la cooptación para elegir a los miembros de su máximo órgano de gobierno, la Sala General, fue la acertada decisión que les garantizó a los fundadores tener respetables ciudadanos al frente de la corporación; no obstante, una vez fallecido Mario Ceballos (el último de los fundadores que quedaba dentro de la institución), los dos siguientes sucesores en la Rectoría se aprovecharon de la cooptación para hacer elegir a familiares y amigos cercanos en la Sala General y formar una peligrosa mayoría que le acolitara en este organismo todas las fechorías de las cuales los medios de comunicación masiva dieron cuenta al denunciarlas en esos dos oscuros momentos de la historia de Uniautónoma.

Le puede interesar:

Crisis en Uniautónoma del Caribe: ¿y mi derecho al silencio?

Silvia Gette y Ramsés Vargas: harinas del mismo costal

Homenaje público a la heroína oculta de la crisis de Uniautónoma

El dicho popular de que “al perro no lo capan dos veces” no se aplicó entre los empleados, docentes y estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe. Cometimos dos veces consecutivas el mismo error. No fuimos capaces de recordar el primero y entramos de bruces al segundo. Olvidamos nuestra propia historia reciente y nos condenamos a repetirla; es decir, producto de la cooptación, pasamos de una administración de diez años, bastante mala, a otra peor; afortunadamente, envalentonados por lo que hacían los medios, especialmente la W Radio, decidimos alzar nuestra voz al unísono: el 5 de febrero de 2018, los docentes y estudiantes de la Facultad de Ingeniería hicieron un plantón que creó un precedente importante. En todo caso, como ya algunos de los profesores de esa importante área académica estaban sindicalizados, siguieron en asamblea permanente, con paros escalonados.

Esa semilla no fue sembrada en terreno árido. Los directores, docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, la inmensa mayoría no sindicalizados, pusimos en riesgo nuestra estabilidad laboral y nos lanzamos a un cese indefinido de actividades misionales, apoyados por los medios de comunicación locales.

(Vea en este video el inicio de las protestas por parte de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas):



Aquí ya hemos contado bastante, en textos anteriores, cómo los entonces presidente y vicepresidente del sindicato Sintrauac no habían tenido capacidad de convocatoria para movilizar a la gente de la Universidad Autónoma del Caribe en contra de la mala administración de la época. Y cómo activaron enseguida la estrategia para adueñarse de las protestas masivas que las facultades de Ingeniería y de Ciencias Sociales y Humanas habíamos logrado.

Le puede interesar:

Sintrauac: ¿… Y Ramsés Vargas se salió con la suya? (1)

La negociación: ¿... Y se salió Ramsés Vargas con la suya? (2)

(Vea en este video al entonces presidente de Sintrauac anunciando la toma de la universidad y, con ella, la toma de las protestas masivas que habían iniciado Ingeniería y Ciencias Sociales y Humanas):



No conformes con expropiar a la fuerza unas protestas que ellos no iniciaron, los entonces presidente y vicepresidente de Sintrauac, acompañados por un reducido grupo de profesores, iniciaron una campaña de desprestigio contra los que habíamos liderado el inicio de las protestas masivas: que éramos amigos de Ramsés Vargas y que esa protesta era una estrategia para mantener a ese rector en el poder. Después, que estábamos buscando ocupar los altos cargos que Ramsés y sus amigos iban dejando.

Le puede interesar:

Bajada de sueldo por bonificación: el pauperismo que legó Ramsés Vargas

Silvia y Ramsés: de señalamientos y otros demonios

(Vea en este video a uno de los líderes de las protestas de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas denunciando la situación en la que se encontraban y al entonces vicepresidente de Sintrauac delineando ya lo que serían los primeros ataques de su estrategia de desprestigio):



En todo caso, terminaron ellos (el entonces presidente y vicepresidente de Sintrauac) negociando el fin de las protestas con la misma Sala General cuyos miembros pedíamos los líderes iniciales que salieran de la corporación. Al final, quedaron en la Sala General seis personas: tres que ya venían trabajando desde los tiempos de Silvia Gette (Orlando Saavedra -q.e.p.d.-, Mariano Romero y Paul García) y tres que habían entrado en los tiempos de Ramsés Vargas (María Cristina Vargas, Álvaro Cervantes y Víctor Armenta); es decir, los negociadores de las protestas que ellos no iniciaron entregaron el movimiento sin haber logrado el objetivo propuesto: la Sala General no se renovaba.


(Vea en este vídeo a los estudiantes, tristes y decepcionados, lamentando la entrega de las protestas, después se supo a cambio de qué):



Esos seis miembros de la Sala General se encargarían de elegir, por el mismo sistema de cooptación que venía de fracasar en dos ocasiones consecutivas, a tres miembros más: por la banca, a Rubén Daza Amaya, con suplencia de Alfonso Linero Navarro; por los empresarios, a Mariano Espitia Eljach, con suplencia de Nicolás Abuchaibe Slebi; y dizque por los funcionarios a, ¡oh, sorpresa!, Fredy Alberto Álvarez Martínez (ex vicepresidente de Sintrauac, negociador del fin de las protestas), con suplencia de, ¡oh, sorpresa!, Helmuth Morales Oviedo (ex presidente de Sintrauac), negociador del fin de las protestas.

¿Entonces, que siga la cooptación en Uniautónoma?

Hoy, de los tres antiguos miembros, solo queda Paul García. Y de los nuevos, salió Rubén Daza. En reemplazo de los que salieron, fueron cooptados: Gustavo Rodríguez, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables, con suplencia de Iraida Caballero; Francisco Gómez, otro exlíder de Sintrauac, con suplencia de Richard Rebolledo; y Arnulfo Ricco, gerente del fondo empleados de la universidad, con suplencia de María Silvina Sosa, otra ex activista de Sintrauac.

Es obvio que ya no queda en la Universidad Autónoma del Caribe ninguno de los descendientes de los fundadores. Es evidente que las dos administraciones que siguieron a la de Mario Ceballos Araújo, aprovechándose de la cooptación, amenazaron seriamente con acabar con el legado de los fundadores. Queda claro, también, que la Sala General que cooptó a los familiares de Silvia Gette, primero, y de Ramsés Vargas, después, es, prácticamente, la misma que cooptó a los tres nuevos miembros.

Si no hay fundadores, ni descendientes, ¿para qué la cooptación? La Universidad Autónoma del Caribe es un bien patrimonial que pertenece ya a todos los estamentos de esta querida institución educativa. La claridad meridiana indica que la inmensa mayoría de trabajadores, docentes, estudiantes y egresados y empleados de la Universidad Autónoma del Caribe no están de acuerdo con que continúe la cooptación como forma de elegir a los nuevos miembros de la corporación: si ya la universidad es de todos, debe haber representantes de todos los estamentos que la componen, elegidos en votaciones abiertas y libres y por un período fijo porque otro de los graves errores de la situación actual es que los miembros de la Sala General están ahí de por vida. Por supuesto, los actuales integrantes de la corporación tienen todo el derecho de poner en consideración sus nombres en las eventuales elecciones democráticas para elegir la nueva Sala General.

Le puede interesar:

Señora Mineducación: ¿debe continuar la Sala General en Uniautónoma?

El contundente triunfo del No a la cooptación en Uniautónoma, en el “plebiscito” de Sintrauac

Cooptación en Uniautónoma: la liviandad del juicio es nuestro mal

Ante el Ministerio de Educación Nacional fue radicada una carta, con 500 firmas de los diferentes estamentos de la universidad, en donde se le solicita a la ministra que se abstenga de aprobar los estatutos que la Sala General envió, en los que una ínfima mayoría insiste en la cooptación.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Muchas gracias por su amable lectura; por favor, denos su opinión sobre el texto que acaba de leer. Muy amable de su parte